El papa Francisco pidió transparencia en su primer discurso en Panamá: "El servicio público es sinónimo de honestidad y justicia"
El Sumo Pontífice, que llegó al país para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, comenzó la agenda oficial de su visita, que incluyó un discurso ante las autoridades. Se reunió con los obispos centroamericanos y más tarde tendrá su primer contacto con los jóvenes
Infobae
El papa Francisco, que llegó a Panamá para participar de la Jornada Mundial de la Juventud, comenzó la agenda oficial de su visita, que incluyó un discurso ante las autoridades locales.
El Papa llegó a la sede de la presidencia a las 9:47 local para la visita de cortesía al presidente de la República, Juan Carlos Varela, en el llamado Palacio de Las Garzas. Francisco fue recibido por el mandatario en la entrada del edificio y después subieron juntos al primer piso para saludar desde el balcón a los panameños.
El encuentro privado, que se celebró en la oficina del jefe de Estado anfitrión, duró hasta las 10:19. Tras la reunión, el Sumo Pontífice saludó a los files que se acercaron a los alrededores de la casa de Gobierno.
Luego Francisco se dirigió al palacio Bolívar, sede del ministerio de Relaciones Exteriores, lugar al que llegó a las 10:25 y fue recibido por un coro de niños.
Allí pronunció su primer discurso ante unas 700 personas entre autoridades, el cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil y la cultura. Pidió transparencia: "El servicio público es sinónimo de honestidad y justicia".
"Es una invitación a vivir con austeridad y transparencia, en la responsabilidad concreta por los demás y por el mundo; llevar una vida que demuestre que el servicio público es sinónimo de honestidad y justicia, y antónimo de cualquier forma de corrupción", aseveró.
El Papa citó a Simón Bolívar, afirmando que "si el mundo hubiese de elegir su capital, el istmo de Panamá sería señalado para este augusto destino".
"Nuestros pueblos son capaces de crear, forjar y, sobre todo, soñar una patria grande que sepa y pueda albergar, respetar y abrazar la riqueza multicultural de cada pueblo y cultura", enfatizó.
Y agregó: "Vuestro País, por su privilegiada ubicación, se vuelve un enclave estratégico no solo para la región sino para el mundo entero. Puente entre océanos y tierra natural de encuentros, Panamá, el país más angosto de todo el continente americano".
"Cada uno de ustedes ocupa un lugar especial en la construcción de la nación y está llamado a velar para que esta tierra pueda cumplir su vocación a ser tierra de convocatorias y encuentros; esto implica la decisión, el compromiso y el trabajo. Es imposible pensar el futuro de una sociedad sin la participación activa y no solo nominal", sostuvo.
Luego, Francisco dijo que Panamá es "tierra de convocatorias", lo que "supone celebrar, reconocer y escuchar lo específico de cada uno de estos pueblos y de todos los hombres y mujeres que conforman el rostro panameño y animarse a entretejer un futuro esperanzador".
"Las nuevas generaciones, desde su alegría y entusiasmo, desde su libertad, sensibilidad y capacidad crítica reclaman de los adultos, pero especialmente de todos aquellos que tienen una función de liderazgo en la vida pública. Jóvenes provenientes de los cinco continentes, cargados de sueños y esperanzas, celebrarán, se encontrarán, rezarán y reavivarán el deseo y su compromiso por crear un mundo más humano".
Panamá se vuelve tierra de sueños que desafía tantas certezas de nuestro tiempo
"Al hospedar los sueños de estos jóvenes, Panamá se vuelve tierra de sueños que desafía tantas certezas de nuestro tiempo y genera horizontes vitales que señalan una nueva espesura al caminar con una mirada respetuosa y llena de compasión sobre los otros. El derecho al futuro es también un derecho humano. Que Santa María la Antigua bendiga y proteja a Panamá", concluyó su discurso.
Tras pronunciar esas palabras, el Pontífice se trasladó a pie hasta la cercana Iglesia de San Francisco de Asís, donde se reunió con los obispos de los siete países de América Central (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice), unos 80 prelados, incluidos varios eméritos.
Fue la ocasión para el papa Francisco de repasar algunos temas que preocupan a las Iglesias de esta región. Allí afirmó: "Los pastores de esta región fueron los primeros que crearon en América un organismo de comunión y participación que ha dado —y sigue dando todavía— abundantes frutos".
Es importante, hermanos, que no tengamos miedo de tocar y de acercarnos a las heridas de nuestra gente, que también son nuestras heridas, y esto hacerlo al estilo del Señor
Se refirió a San Óscar Romero, de quien dijo: "Su vida y enseñanza son fuente constante de inspiración para nuestras Iglesias y, de modo particular, para nosotros obispos. Sintió con la Iglesia porque, en primer lugar, amó a la Iglesia como madre que lo engendró en la fe y se sintió miembro y parte de ella".
"Es importante, hermanos, que no tengamos miedo de tocar y de acercarnos a las heridas de nuestra gente, que también son nuestras heridas, y esto hacerlo al estilo del Señor", le dijo Francisco a los obispos.
Por la tarde, se celebrará el primer acto de la JMJ, la ceremonia de acogida en el Campo Santa María la Antigua, con el primer discurso del Papa a los cerca 150.000 jóvenes que participan en el gran evento de la Iglesia Católica.
Cinco jóvenes en representación de los Continentes darán la bienvenida al Papa y se presentarán los santos patrones de la JMJ, entre ellos San Óscar Romero, recientemente canonizado por Francisco en Roma.
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El papa Francisco, que llegó a Panamá para participar de la Jornada Mundial de la Juventud, comenzó la agenda oficial de su visita, que incluyó un discurso ante las autoridades locales.
El Papa llegó a la sede de la presidencia a las 9:47 local para la visita de cortesía al presidente de la República, Juan Carlos Varela, en el llamado Palacio de Las Garzas. Francisco fue recibido por el mandatario en la entrada del edificio y después subieron juntos al primer piso para saludar desde el balcón a los panameños.
El encuentro privado, que se celebró en la oficina del jefe de Estado anfitrión, duró hasta las 10:19. Tras la reunión, el Sumo Pontífice saludó a los files que se acercaron a los alrededores de la casa de Gobierno.
Luego Francisco se dirigió al palacio Bolívar, sede del ministerio de Relaciones Exteriores, lugar al que llegó a las 10:25 y fue recibido por un coro de niños.
Allí pronunció su primer discurso ante unas 700 personas entre autoridades, el cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil y la cultura. Pidió transparencia: "El servicio público es sinónimo de honestidad y justicia".
"Es una invitación a vivir con austeridad y transparencia, en la responsabilidad concreta por los demás y por el mundo; llevar una vida que demuestre que el servicio público es sinónimo de honestidad y justicia, y antónimo de cualquier forma de corrupción", aseveró.
El Papa citó a Simón Bolívar, afirmando que "si el mundo hubiese de elegir su capital, el istmo de Panamá sería señalado para este augusto destino".
"Nuestros pueblos son capaces de crear, forjar y, sobre todo, soñar una patria grande que sepa y pueda albergar, respetar y abrazar la riqueza multicultural de cada pueblo y cultura", enfatizó.
Y agregó: "Vuestro País, por su privilegiada ubicación, se vuelve un enclave estratégico no solo para la región sino para el mundo entero. Puente entre océanos y tierra natural de encuentros, Panamá, el país más angosto de todo el continente americano".
"Cada uno de ustedes ocupa un lugar especial en la construcción de la nación y está llamado a velar para que esta tierra pueda cumplir su vocación a ser tierra de convocatorias y encuentros; esto implica la decisión, el compromiso y el trabajo. Es imposible pensar el futuro de una sociedad sin la participación activa y no solo nominal", sostuvo.
Luego, Francisco dijo que Panamá es "tierra de convocatorias", lo que "supone celebrar, reconocer y escuchar lo específico de cada uno de estos pueblos y de todos los hombres y mujeres que conforman el rostro panameño y animarse a entretejer un futuro esperanzador".
"Las nuevas generaciones, desde su alegría y entusiasmo, desde su libertad, sensibilidad y capacidad crítica reclaman de los adultos, pero especialmente de todos aquellos que tienen una función de liderazgo en la vida pública. Jóvenes provenientes de los cinco continentes, cargados de sueños y esperanzas, celebrarán, se encontrarán, rezarán y reavivarán el deseo y su compromiso por crear un mundo más humano".
Panamá se vuelve tierra de sueños que desafía tantas certezas de nuestro tiempo
"Al hospedar los sueños de estos jóvenes, Panamá se vuelve tierra de sueños que desafía tantas certezas de nuestro tiempo y genera horizontes vitales que señalan una nueva espesura al caminar con una mirada respetuosa y llena de compasión sobre los otros. El derecho al futuro es también un derecho humano. Que Santa María la Antigua bendiga y proteja a Panamá", concluyó su discurso.
Tras pronunciar esas palabras, el Pontífice se trasladó a pie hasta la cercana Iglesia de San Francisco de Asís, donde se reunió con los obispos de los siete países de América Central (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice), unos 80 prelados, incluidos varios eméritos.
Fue la ocasión para el papa Francisco de repasar algunos temas que preocupan a las Iglesias de esta región. Allí afirmó: "Los pastores de esta región fueron los primeros que crearon en América un organismo de comunión y participación que ha dado —y sigue dando todavía— abundantes frutos".
Es importante, hermanos, que no tengamos miedo de tocar y de acercarnos a las heridas de nuestra gente, que también son nuestras heridas, y esto hacerlo al estilo del Señor
Se refirió a San Óscar Romero, de quien dijo: "Su vida y enseñanza son fuente constante de inspiración para nuestras Iglesias y, de modo particular, para nosotros obispos. Sintió con la Iglesia porque, en primer lugar, amó a la Iglesia como madre que lo engendró en la fe y se sintió miembro y parte de ella".
"Es importante, hermanos, que no tengamos miedo de tocar y de acercarnos a las heridas de nuestra gente, que también son nuestras heridas, y esto hacerlo al estilo del Señor", le dijo Francisco a los obispos.
Por la tarde, se celebrará el primer acto de la JMJ, la ceremonia de acogida en el Campo Santa María la Antigua, con el primer discurso del Papa a los cerca 150.000 jóvenes que participan en el gran evento de la Iglesia Católica.
Cinco jóvenes en representación de los Continentes darán la bienvenida al Papa y se presentarán los santos patrones de la JMJ, entre ellos San Óscar Romero, recientemente canonizado por Francisco en Roma.