El 1x1 del Real Madrid: Vinicius, la única luz de un equipo a oscuras
Marcelo volvió a fallar y por ahí llegó el 0-1. El brasileño lo intentó todo y le birlaron un penalti de libro. Kroos, intrascendente.
Manu de Juan
As
Courtois: la Real sólo le exigió en una acción durante el primer tiempo, y fue en el penalti lanzado por Willian José: no lo adivinó y el brasileño adelantó a los realistas. En la segunda parte la Real le dio más trabajo, aunque entre palos apenas le llegó un disparo centrado de Merino, otro de Januzaj y el gol de Pardo, ante el que estaba vendido. Imposible culparle de algo. Y eso que Willian José le perdonó el 0-3 en los segundos finales.
Carvajal: mucha presencia arriba, aunque sin llegar a hacer daño; jugar con Lucas Vázquez le corta ligeramente las alas, pues el gallego se pega a la cal, en lugar de hacer como Bale, que busca el interior y deja al de Leganés todo el costado. De esta forma, a Carvajal le cuesta más ser peligroso, aunque siempre apoya arriba como un centrocampista más. Oyarzábal le buscó las cosquillas en la espalda, sin sacarle demasiado. En el segundo tiempo, tras la expulsión de Lucas Vázquez, le tocó quedarse con toda la banda derecha para él, con el desgaste que eso supuso.
Varane: bien controlando a Willian José, poco exigido por una Real que se encontró un gol al minuto de juego y ya apenas buscó desplegarse en ataque. En el segundo tiempo sufrió mucho para sostener a la Real a la contra, sobre todo tras quedarse el Madrid con diez y perder a Carvajal, centrado más en el ataque que en la defensa.
Ramos: como Varane, favorecido por una Real que apenas buscó el gol tras encontrarse, a las primeras de cambio, con el 0-1. Primer atacante del Madrid sacando el balón, se permitió algunos lujos en desplazamientos largos que podría evitar, pero estuvo serio. En el segundo tiempo, con el Madrid con diez y volcado arriba, lo pasó mal corriendo hacia atrás, como se vio en el 0-2.
Marcelo: el desastre del 0-1 empezó con el enésimo regate intentado y fallado por el brasileño en una zona donde debería jugar fácil y sin complicarse. De esa pérdida llegó el penalti que transformó Willian José. El Bernabéu se lo recriminó en las siguientes acciones, con sonoras pitadas que, con el paso de los minutos, amainaron. Protagonizó algunas jugadas de ataque, pero sin concretar o sin hacer daño como solía. En el segundo tiempo empezó desatendiendo a Januzaj, en una jugada que casi acaba en el 0-2; luego arreó una buena patada al belga que le valió la amarilla. Solari le quitó en el 77’ para meter a Reguilón y la grada volvió a mostrar la división que existe en torno a su rendimiento de este año. Fallando así atrás y sin acertar arriba el brasileño es más un problema que una solución para el Madrid.
Casemiro: cometió el penalti sobre Merino, con claridad. Acaba de salir de lesión y no anda fino de velocidad y reacción, dos cosas que le faltaron en la acción del penalti. Luego se asentó bien, sin complicaciones, aunque Solari se percató de esa falta de ritmo y le sacó en el 57’, dando entrada a Isco.
Kroos: no estuvo fino el alemán, que tocó sencillo cuando debió y erró algunos pases largos, esos que le distinguen como una salida cuando el Madrid se atasca. Pero lo peor no fue tanto eso como que sus apariciones no tuvieron repercusión: el Madrid necesita una versión más implicada del teutón, menos conformista. Solari le quitó en el 80’ para meter a Ceballos.
Modric: el mejor del mediocampo blanco, se infiltró en la mediapunta ante la falta de presencia del Madrid en esa zona (e Isco, en el banquillo) e intentó asociarse, sin demasiada suerte. Probó su disparo en el primer tiempo, con un tiro bajo al que Rulli reaccionó bien. En el segundo tiempo quiso probar de nuevo, pero le falto finura para armar la pierna. De lo mejor, sin estar a su nivel, que no lo está.
Lucas Vázquez: cuando quiere hacer más de lo que está programado para hacer se pierde, y eso le sucedió en varias ocasiones, pero sus cualidad son innegables: trabaja todo lo que el resto no lo hacen y cuando encara hace daño. Sirvió un buen balón a Vinicius que éste cedió a Benzema, luego se atoró tras una asistencia de tacón de Vinicius y, antes del descanso, un centro suyo acabó en el poste derecho de Rulli. Todo lo hace con prisas, de ahí esa falta indebida sobre Merino que le costó la expulsión por segunda amarilla.
Benzema: arrancó el partido fallando una ocasión clarísima para el empate; la cruzó demasiado. Luego dejó un buen balón a Vinicius que el brasileño no aprovechó. En el arranque del segundo tiempo dejó un leve cabezazo a Rulli, que blocó sin problemas. Lo de siempre: juega bien, pero no es delantero y el Madrid necesita (desesperadamente) uno. Y de los buenos.
Vinicius: lo más brillante del Madrid, y eso explica buena parte de los males que afligen al equipo blanco este curso. El brasileño lo intentó de todas las maneras, mostró buenas formas en velocidad y encarando, un taconazo estupendo a Lucas que el gallego malogró, una jugada en la frontal, tras apoyarse en Benzema, que acabó en un disparo que se fue por centímetros… El culmen fue un penalti clarísimo que el colegiado no pitó y que el VAR no corrigió, incomprensiblemente. Le privó de dejar su huella en un encuentro en el que el Madrid le necesitaba y él, con sus fallos, apareció. A veces elige mal, a veces le sobra un regate y a veces se despista atrás, pero son pecaditos que en un jugador de 18 años tienen arreglo y las condiciones son muy considerables.
Isco: salió en el 57’ por Casemiro. No mejoró en nada el equipo y la grada mostró con él la división que existe en torno a varios jugadores.
Reguilón: entró por Marcelo en el 77’. Poco tiempo para influir, se mostró más en ataque que en defensa y el segundo gol de la Real llegó por su banda.
Ceballos: entró por Kroos en el 80’. Entró en un Madrid a la deriva, sin tiempo ni oportunidades para cambiar nada.
Manu de Juan
As
Courtois: la Real sólo le exigió en una acción durante el primer tiempo, y fue en el penalti lanzado por Willian José: no lo adivinó y el brasileño adelantó a los realistas. En la segunda parte la Real le dio más trabajo, aunque entre palos apenas le llegó un disparo centrado de Merino, otro de Januzaj y el gol de Pardo, ante el que estaba vendido. Imposible culparle de algo. Y eso que Willian José le perdonó el 0-3 en los segundos finales.
Carvajal: mucha presencia arriba, aunque sin llegar a hacer daño; jugar con Lucas Vázquez le corta ligeramente las alas, pues el gallego se pega a la cal, en lugar de hacer como Bale, que busca el interior y deja al de Leganés todo el costado. De esta forma, a Carvajal le cuesta más ser peligroso, aunque siempre apoya arriba como un centrocampista más. Oyarzábal le buscó las cosquillas en la espalda, sin sacarle demasiado. En el segundo tiempo, tras la expulsión de Lucas Vázquez, le tocó quedarse con toda la banda derecha para él, con el desgaste que eso supuso.
Varane: bien controlando a Willian José, poco exigido por una Real que se encontró un gol al minuto de juego y ya apenas buscó desplegarse en ataque. En el segundo tiempo sufrió mucho para sostener a la Real a la contra, sobre todo tras quedarse el Madrid con diez y perder a Carvajal, centrado más en el ataque que en la defensa.
Ramos: como Varane, favorecido por una Real que apenas buscó el gol tras encontrarse, a las primeras de cambio, con el 0-1. Primer atacante del Madrid sacando el balón, se permitió algunos lujos en desplazamientos largos que podría evitar, pero estuvo serio. En el segundo tiempo, con el Madrid con diez y volcado arriba, lo pasó mal corriendo hacia atrás, como se vio en el 0-2.
Marcelo: el desastre del 0-1 empezó con el enésimo regate intentado y fallado por el brasileño en una zona donde debería jugar fácil y sin complicarse. De esa pérdida llegó el penalti que transformó Willian José. El Bernabéu se lo recriminó en las siguientes acciones, con sonoras pitadas que, con el paso de los minutos, amainaron. Protagonizó algunas jugadas de ataque, pero sin concretar o sin hacer daño como solía. En el segundo tiempo empezó desatendiendo a Januzaj, en una jugada que casi acaba en el 0-2; luego arreó una buena patada al belga que le valió la amarilla. Solari le quitó en el 77’ para meter a Reguilón y la grada volvió a mostrar la división que existe en torno a su rendimiento de este año. Fallando así atrás y sin acertar arriba el brasileño es más un problema que una solución para el Madrid.
Casemiro: cometió el penalti sobre Merino, con claridad. Acaba de salir de lesión y no anda fino de velocidad y reacción, dos cosas que le faltaron en la acción del penalti. Luego se asentó bien, sin complicaciones, aunque Solari se percató de esa falta de ritmo y le sacó en el 57’, dando entrada a Isco.
Kroos: no estuvo fino el alemán, que tocó sencillo cuando debió y erró algunos pases largos, esos que le distinguen como una salida cuando el Madrid se atasca. Pero lo peor no fue tanto eso como que sus apariciones no tuvieron repercusión: el Madrid necesita una versión más implicada del teutón, menos conformista. Solari le quitó en el 80’ para meter a Ceballos.
Modric: el mejor del mediocampo blanco, se infiltró en la mediapunta ante la falta de presencia del Madrid en esa zona (e Isco, en el banquillo) e intentó asociarse, sin demasiada suerte. Probó su disparo en el primer tiempo, con un tiro bajo al que Rulli reaccionó bien. En el segundo tiempo quiso probar de nuevo, pero le falto finura para armar la pierna. De lo mejor, sin estar a su nivel, que no lo está.
Lucas Vázquez: cuando quiere hacer más de lo que está programado para hacer se pierde, y eso le sucedió en varias ocasiones, pero sus cualidad son innegables: trabaja todo lo que el resto no lo hacen y cuando encara hace daño. Sirvió un buen balón a Vinicius que éste cedió a Benzema, luego se atoró tras una asistencia de tacón de Vinicius y, antes del descanso, un centro suyo acabó en el poste derecho de Rulli. Todo lo hace con prisas, de ahí esa falta indebida sobre Merino que le costó la expulsión por segunda amarilla.
Benzema: arrancó el partido fallando una ocasión clarísima para el empate; la cruzó demasiado. Luego dejó un buen balón a Vinicius que el brasileño no aprovechó. En el arranque del segundo tiempo dejó un leve cabezazo a Rulli, que blocó sin problemas. Lo de siempre: juega bien, pero no es delantero y el Madrid necesita (desesperadamente) uno. Y de los buenos.
Vinicius: lo más brillante del Madrid, y eso explica buena parte de los males que afligen al equipo blanco este curso. El brasileño lo intentó de todas las maneras, mostró buenas formas en velocidad y encarando, un taconazo estupendo a Lucas que el gallego malogró, una jugada en la frontal, tras apoyarse en Benzema, que acabó en un disparo que se fue por centímetros… El culmen fue un penalti clarísimo que el colegiado no pitó y que el VAR no corrigió, incomprensiblemente. Le privó de dejar su huella en un encuentro en el que el Madrid le necesitaba y él, con sus fallos, apareció. A veces elige mal, a veces le sobra un regate y a veces se despista atrás, pero son pecaditos que en un jugador de 18 años tienen arreglo y las condiciones son muy considerables.
Isco: salió en el 57’ por Casemiro. No mejoró en nada el equipo y la grada mostró con él la división que existe en torno a varios jugadores.
Reguilón: entró por Marcelo en el 77’. Poco tiempo para influir, se mostró más en ataque que en defensa y el segundo gol de la Real llegó por su banda.
Ceballos: entró por Kroos en el 80’. Entró en un Madrid a la deriva, sin tiempo ni oportunidades para cambiar nada.