Dembélé regresa al lugar 'maldito' en su mejor momento

Vuelve al Coliseum, donde se lesionó en septiembre de 2017. Lo hace en el top-20 de jugadores mundiales más valorados y con tantos goles como en todo su año en Dortmund.

Juan Jiménez
As
Algo se removerá en las entrañas de Ousmane Dembélé este domingo cuando empiece a calentar sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. Allí se rompió el tendón del bíceps femoral izquierdo el 16 de septiembre de 2017 después de inventarse un taconazo algo absurdo para evitar una pérdida de saque de banda que le desgarró toda la zona. Aquella lesión, como ciertas noticias en el Barça, provocó un terremoto de consideración. Por entonces no se había fichado a Coutinho, todavía en el Liverpool, y Dembélé había sido designado a dedo sustituto oficial de Neymar por su posición y su precio (140 millones incluyendo variables). La ‘saudade’ por Neymar, sus intermitentes actuaciones en las primeras jornadas y unas imágenes en las que se veía al jugador tocarse la pierna lesionada en el calentamiento previo al partido destaparon la caja de los truenos en Can Barça. Valverde tampoco hizo una defensa a ultranza del futbolista y en la rueda de prensa previa al siguiente partido no le echó la culpa al césped del Coliseum y además dejó caer que Dembélé había actuado como un novato: “No tiene la experiencia para detectar un problema así. A un jugador que va a esa velocidad y da un taconazo le puede pasar eso. A mí me pasó. A otro más veterano igual no le hubiese pasado”. Lo cierto es que la temporada de Dembélé, haciendo la salvedad de su buena noche ante el Chelsea, se fue a la basura y el Barça tuvo que activar, ahora de manera definitiva, la operación Coutinho.


Casi 16 meses después, Dembélé regresa a Getafe en su mejor momento como jugador del Barça. En esa montaña rusa que es el fútbol, lo que eran dudas sobre su dispersión en los partidos, su entendimiento del juego y su formalidad ha virado en elogios a su condición de jugador imprevisible, su capacidad de desequilibrio y su poder devastador a campo abierto. Dembélé empieza el año en el top-20 de jugadores más valorados a nivel mundial por la web especializada transfermarkt (80 millones de euros). Lleva diez goles en competición oficial, los mismos que hizo en toda la temporada de su explosión en Dortmund (2016-17) y sólo dos menos que en Rennes el año que se dio a conocer en el panorama europeo (2015-16). Le ha arrebatado el puesto de titular a Coutinho y se ha metido en el bolsillo a la afición, que le perdona el hecho de que cada cierto tiempo se le queden pegadas las sábanas o la noche se alargue más de la cuenta jugando a la PlayStation o en algún restaurante de nivel con tal de que responda con goles.

Dembélé cerró el año natural 2018 con 15 goles que hablan mucho de su condición de ambidiestro: marcó nueve con la izquierda y seis con la derecha. Tres de los cuatro últimos vinieron después de recortar con una pierna y acomodarse el balón para el golpeo con la contraria. Valverde dejó una frase demoledora sobre él en la reciente entrevista con Barça TV: “Es imprevisible. Si nosotros no sabemos qué va a hacer, imagínate el contrario”. El domingo le toca mirar a la cara a sus fantasmas. Aunque, siendo Dembélé, igual sale silbando.

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