Cristiano refuerza el liderato
La Vecchia Signora sufrió muchísimo ante un gran Lazio, pero Cancelo y Ronaldo firmaron el triunfo y alargaron la ventaja sobre el Nápoles a 11 puntos.
Mirko Calemme
As
La Juventus pierde puntos ni en una de sus peores noches del curso: el campeón de Italia ganó 2-1 al Lazio a domicilio a pesar del recital de sus rivales, que dominaron gran parte del enfrentamiento y tuvieron que rendirse ante el cruel pragmatismo (y los talentos) del intocable líder de la Serie A.
Delante de los casi 60.000 hinchas del Olímpico, los biancocelesti fueron coherentes con la alineación ofensiva que eligió Simone Inzaghi: Luis Alberto, Milinkovic-Savic, Immobile y Correa fueron titulares a la vez y la agresividad del conjunto romano hizo sufrir muchísimo a la Vecchia Signora, que en la primera mitad no tuvo ninguna ocasión para sus delanteros (Cristiano, Douglas Costa y Dybala).
Szczesny, en cambio, tuvo mucho trabajo: antes del descanso ya había ejecutado cuatro paradas (impresionante una tras un remate de Parolo) y cuando Immobile lo superó con una vaselina intervino Rugani, que la rechazó a pocos pasos de la línea de gol. Para rematar la horrible primera mitad bianconera llegó la lesión de Bonucci, que abandonó el campo en el 40’ debido a un problema en el tobillo.
El Lazio continuó recitando el mismo guión en la reanudación, y recogió sus frutos cuando sumaba ya 12 remates contra uno. Eso sí, necesitó algo de suerte: el gol lo marcó Emre Can, que desvió en propia puerta un córner de Luis Alberto en el 59’. Tras el tanto, además, los de Inzaghi tuvieron al menos tres ocasiones más para sentenciar (Immobile chutó alto solo ante Szczesny), pero cometieron el fatal error de dejar a la Vecchia Signora con vida.
Les costó muy caro: la Juve se despertó de repente, en el 74’, con los revulsivos de Allegri, Bernardeschi y Cancelo. El primero, tras una gran carrera, centró para Dybala, cuyo disparo fue neutralizado por Strakosha: ahí apareció el segundo, que empujó entre palos el tanto del 1-1. El gol apagó a los locales, y los de Turín no se contentaron con el empate: en el 87’, el árbitro pitó penalti por un agarrón de Lulic a Cancelo, y desde los once metros, obviamente, se presentó Cristiano. El exmadridista, esta vez, no falló, cancelando el error ante el Chievo y sumando 15 dianas en el Calcio (cinco de las cuales con pena máxima).
Cancelo, poco después, desperdició una gran ocasión para la sentencia y el Lazio, que merecía mucho más, buscó el 2-2 hasta el pitido final, cuando un lanzamiento de falta de Milinkovic-Savic desde la frontal acabó fuera y mató sus esperanzas. A la vez, quizás, también terminó con la lucha por el Scudetto: la ventaja de la Juve sobre el Nápoles, ahora, es de 11 puntos. Imaginar sacarle el liderato a un equipo capaz de lograr 19 victorias y dos empates en 21 jornadas ya es utopía.
Mirko Calemme
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La Juventus pierde puntos ni en una de sus peores noches del curso: el campeón de Italia ganó 2-1 al Lazio a domicilio a pesar del recital de sus rivales, que dominaron gran parte del enfrentamiento y tuvieron que rendirse ante el cruel pragmatismo (y los talentos) del intocable líder de la Serie A.
Delante de los casi 60.000 hinchas del Olímpico, los biancocelesti fueron coherentes con la alineación ofensiva que eligió Simone Inzaghi: Luis Alberto, Milinkovic-Savic, Immobile y Correa fueron titulares a la vez y la agresividad del conjunto romano hizo sufrir muchísimo a la Vecchia Signora, que en la primera mitad no tuvo ninguna ocasión para sus delanteros (Cristiano, Douglas Costa y Dybala).
Szczesny, en cambio, tuvo mucho trabajo: antes del descanso ya había ejecutado cuatro paradas (impresionante una tras un remate de Parolo) y cuando Immobile lo superó con una vaselina intervino Rugani, que la rechazó a pocos pasos de la línea de gol. Para rematar la horrible primera mitad bianconera llegó la lesión de Bonucci, que abandonó el campo en el 40’ debido a un problema en el tobillo.
El Lazio continuó recitando el mismo guión en la reanudación, y recogió sus frutos cuando sumaba ya 12 remates contra uno. Eso sí, necesitó algo de suerte: el gol lo marcó Emre Can, que desvió en propia puerta un córner de Luis Alberto en el 59’. Tras el tanto, además, los de Inzaghi tuvieron al menos tres ocasiones más para sentenciar (Immobile chutó alto solo ante Szczesny), pero cometieron el fatal error de dejar a la Vecchia Signora con vida.
Les costó muy caro: la Juve se despertó de repente, en el 74’, con los revulsivos de Allegri, Bernardeschi y Cancelo. El primero, tras una gran carrera, centró para Dybala, cuyo disparo fue neutralizado por Strakosha: ahí apareció el segundo, que empujó entre palos el tanto del 1-1. El gol apagó a los locales, y los de Turín no se contentaron con el empate: en el 87’, el árbitro pitó penalti por un agarrón de Lulic a Cancelo, y desde los once metros, obviamente, se presentó Cristiano. El exmadridista, esta vez, no falló, cancelando el error ante el Chievo y sumando 15 dianas en el Calcio (cinco de las cuales con pena máxima).
Cancelo, poco después, desperdició una gran ocasión para la sentencia y el Lazio, que merecía mucho más, buscó el 2-2 hasta el pitido final, cuando un lanzamiento de falta de Milinkovic-Savic desde la frontal acabó fuera y mató sus esperanzas. A la vez, quizás, también terminó con la lucha por el Scudetto: la ventaja de la Juve sobre el Nápoles, ahora, es de 11 puntos. Imaginar sacarle el liderato a un equipo capaz de lograr 19 victorias y dos empates en 21 jornadas ya es utopía.