Alfaro, sin margen de error

Después de un año que terminó con un duro golpe en Madrid, al ciclo que comenzará Gustavo Alfaro el 3 de enero no se le aceptará margen de error en su búsqueda de ir por la gloria.

IAM
Boca Juniors cerró un año con la cabeza gacha por el mazazo que significó perder la final de la Copa Libertadores de América ante River Plate y fue tan duro el golpe que al ciclo que comenzará Gustavo Alfaro el 3 de enero no se le aceptará margen de error en su búsqueda de ir por la gloria.


El 2018 arrancó para el “Xeneize” a pura ilusión, con el retorno de Carlos Tevez, tras su paso por el Shanghai Shenhua, y con el objetivo claro de conquistar su séptima Libertadores de la historia.

A mitad de año, Boca festejó su bicampeonato local, logro que quedó con sabor a poco por las frustraciones en los duelos contra los “Millonarios”.

En marzo, Boca tuvo su primer choque fuerte ante River, en la Supercopa Argentina, jugada en Mendoza. Allí, el equipo de Guillermo Barros Schelotto, que llegaba con mejor actualidad que su rival, fue una sombra y perdió 2-0, en lo que fue el primer golpe del año.

Luego, el conjunto boquense siguió con su liderazgo en la Superliga y se consagró a dos fechas del final, en el empate 2-2 con Gimnasia (LP), en el Bosque, y avanzó a los octavos de final de la Libertadores en la útima jornada y dependiendo de un resultado ajeno.

Mauro Zárate, Carlos Izquierdoz y el colombiano Sebastián Villa llegaron en el receso mundialista para afrontar los octavos de final frente a Libertad de Paraguay. No tuvo problemas el “Xeneize” en seguir su camino (triunfos 2-0 y 4-2) y en cuartos chocó con el Cruzeiro de Brasil, al que también superó de local 2-0 y en Belo Horizonte le alcanzó con un 1-1 para sacar su pasaporte a semifinales, y pudo maquillar la dolorosa derrota que le propinó River en La Bombonera 2-0, por la Superliga 2018/19.

En esa época se dieron días complejos porque se dio la eliminación de Copa Argentina contra Gimnasia (LP), con derrota 1-0, en la instancia de octavos de final.

Dentro de los cuatro mejores de América, y ya con el posible choque en la final con River, el rival de Boca fue Palmeiras. En Argentina, el local se llevó el partido 2-0 y con la igualdad 2-2 en San Pablo consiguió llegar a la definición.

La esperada final se dio y el primer duelo con River fue en La Bombonera. Allí, al encuentro no le faltó intensidad y el resultado resultó ser abierto 2-2, dejando todo para la revancha. Después del escándalo de la agresión al micro de Boca y la doble suspensión, el desquite se trasladó a Madrid, en un cotejo que se tiñó de blanco y rojo, con resultado de 3-1.

La derrota fue durísima, dejó al equipo sin su entrenador Guillermo Barros Schelotto y lleno de incertidumbres. El presidente Daniel Angelici se movió rápido e intentó dar un golpe de efecto con la designación de Nicolás Burdisso como manager. El ex defensor “Xeneize” eligió a Gustavo Alfaro, técnico que tuvo una desprolija salida de Huracán y que comenzará su ciclo en el club el 3 de enero.

El desafío de Alfaro será potenciar al plantel y, sin margen de error por la final perdida de Libertadores, irá por el desafío de conquistar América, algo que puede atenuar el dolor sufrido en el Santiago Bernabéu.

Entradas populares