1x1 del Madrid: del show de 'Vini' a Ramos en modo primavera

El brasileño, la ilusión del Bernabéu, volvió a ser el más incisivo del equipo. El capitán fue, en enero y en Copa, el de las grandes noches de Champions.

Mario Cortegana
As
Courtois: vendido ambos goles del Girona, de un disparo a placer y de penalti. Sacó la mano en un centro lateral en el minuto 19 y en otro en el 65’.


Odriozola: fue una tuneladora en la banda izquierda del Girona. En el 4’ ya había puesto el primer centro. El 0-1 nació por su costado, pero se enmendó con creces, intentándolo de continuo, sirviéndole el 1-1 a Lucas Vázquez después de una galopada que repitió minutos más tarde sin encontrar rematador. En la segunda mitad le faltó algo de gasolina.

Nacho: despistado en el gol de Lozano, inoportuno en el penalti que dio lugar al 2-2 y acertado en el resto.

Sergio Ramos: no ayudó a evitar que el Girona se adelantase, pero fue el primero en ponerle espíritu a la remontada. Emergió el Ramos de las mejores primaveras: cortó mucho, se sumó al ataque y marcó un doblete: de penalti, de nuevo a lo Panenka, y de cabeza. En su día hubo cierto debate en torno a por qué asumí él la responsabilidad desde los once metro, pero es que, contra de la creencia extendida, para chutar como suele no sólo se necesita valentía. Esta temporada, siete de siete para dentro.

Marcelo: le está costando entonarse, especialmente en defensa, sin cerrar en el primer tanto del Girona, pero fue progresando y ya se advierte cierta mejoría. En un chispazo le puso a Ramos un balón de los que le gustan; el resultado, el 3-2.

Casemiro: cuando está en modo cotilla, metiendo la pierna en todos los lados, el riesgo de que el Madrid no gane se reduce al mínimo. Ha recuperado la forma y se está atreviendo en campo contrario, aunque esta vez no pudo repetir testarazo. Se marchó al banquillo, aclamado, en el 59’.

Modric: distribuyendo y asomándose al área rival, en una línea similar a la de la tarde frente al Sevilla, aunque sin el nivel de excelencia del sábado. Sustituido en el 63’.

Ceballos: la asociación del Madrid, y ese es el sello distinguido del utrerano, mejoró cuando tuvo la pelota, aunque se quedó algo corto en intervencionismo. Jugó hasta el 70’.

Lucas Vázquez: afronta la Copa con las mismas ganas ahora que es titularísimo que cuando recurría al torneo para pedir más oportunidades. Omnipresente, hizo el 1-1.

Benzema: protagonista en la fabricación del 1-1, volvió a demostrar que está en un momento muy dulce. Generó muchos espacios y mucho peligro, especialmente conectando con Vinicius, y olvidó un palo y algún fallo de finalización apuntándose el 4-2.

Vinicius: sigue a recital de fantasía por partido. Ya se puede apreciar un patrón en el Bernabéu cuando le llega el balón: el aficionado pasa del silencio expectante al murmullo de ilusión, se levanta del asiento y, dependiendo del acierto del remate, celebra o maldice. Le puso a placer el gol a Benzema en el 81’. Sólo le falta, y tiene una carrera entera por delante para ello, afinar el último toque.

También jugaron

Marcos Llorente: inauguró 2019 con una lesión, la primera de su carrera, y volvió en el 66’ con la mala suerte como compañera: en un barullo en el área hizo el penalti del 2-2, que sin embargo podría quedar en anécdota.

Kroos: regresó de la enfermería, saliendo en el 63’ y canalizando el juego en un Madrid algo roto por las exigencias de un partido de idas y venidas.

Isco: justificó su participación con su incidencia en la jugada del 4-2. Incluso a cuenta gotas, es un jugador diferencial.

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