Un nuevo reporte presentado ante el Senado de Estados Unidos revela el papel de una "granja de trolls" del Kremlin en las elecciones
El informe analiza millones de posteos en Facebook, Twitter e Instagram, entre otras redes sociales, dirigidos a manipular a los votantes en 2016 y en los meses posteriores. Critica además la respuesta de estas empresas cuando se detectó la presencia de estos agentes vinculados a Rusia en el ciberespacio
Infobae
La comisión bipartidista de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos ya tiene en sus manos los datos que documentan el uso exhaustivo de las redes sociales por parte de Rusia para influir en las elecciones presidenciales de 2016, en las que fue electo el actual presidente republicano Donald Trump, según adelantó este lunes el Washington Post.
Recopilado por el Computational Propaganda Project (Proyecto Computacional sobre Propaganda) de la Universidad de Oxford y la firma Graphika para la comisión de inteligencia del Senado, el reporte documenta y analiza millones de posteos en diferentes redes sociales atribuidos a la Internet Research Agency, una presunta "granja de trolls" vinculada al Kremlin y acusada de conducta criminal en la investigación en curso sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones.
En concreto, se acusa a grupos como éste de procesar los datos de millones de usuarios estadounidenses y organizarlos según sus diferentes intereses para luego enviar mensajes políticos específicos, en algunos casos falsos, durante momentos críticos del debate político en un intento de manipular a las personas.
La comisión de inteligencia del Senado, liderada en forma bipartidaria por los senadores Richard Burr (republicano) y Mark Warner (demócrata) aún no ha publicado el informe, al que tuvo acceso el Washington Post, ni se ha expresado en consonancia con sus hallazgos.
El reporte recae especialmente sobre la actividad en Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, Google+, Tumblr y Pinterest, así como también el envío de correos electrónicos desde Yahoo, Gmail y Outlook, desde el 2013 hasta mediados de 2017, cuando se destapó el escándalo por la presunta injerencia rusa y las compañías comenzaron a cerrar las cuentas vinculadas a la Internet Research Agency.
Además de interceder en la carrera presidencial en favor de Trump y en detrimento de su contrincante, la demócrata Hillary Clinton, la actividad rusa habría continuado durante los primeros meses del nuevo gobierno y en apoyo de éste.
Las tres temas principales en los que actuó la campaña fueron control de armas, inmigración y la situación de los afroamericanos, de acuerdo al reporte. En los primeros dos se intentó movilizar y radicalizar a los votantes conservadores preocupados por ambas cuestiones, instándolos a registrarse para votar y para participar en el debate en favor de Trump. En el caso de la violencia policial contra esta minoría, que ha ido en ascenso, se apuntó contra votantes de izquierda, más cercanos a Clinton, promoviendo la falta de confianza en las elecciones en un intento de alejarlos de las urnas.
También se difundió información errónea sobre cómo votar y hubo campañas de menor envergadura dirigidas a latinos, musulmanes, cristianos, homosexuales, libertarios, sureños y veteranos de guerra.
Los autores del informe criticaron la respuesta "sin coordinación y tardía" de las empresas detrás de las principales redes sociales y su reluctancia a compartir información sobre estos hechos.
La campaña rusa se inició en Twitter, donde cuentas vinculadas a las Internet Research Agency ya habían logrado experiencia manipulando las elecciones internas rusas de 2009. En el 2014 comenzaron a prestar más y más atención a los sucesos en Estados Unidos, y los tuits en inglés fueron reemplazando a los escritos en ruso. Luego avanzaron sobre YouTube e Instagram, y la última red social que sumaron a la campaña fue Facebook.
Esta última terminó siendo la más efectiva a la hora de alcanzar con mensajes específicos a los votantes conservadores y a los afroamericanos, de acuerdo al informe. De hecho, el 99% del "engagement", es decir la implicación del usuario con el contenido, logrado por la campaña se logró a través de 20 páginas de Facebook como "Being Patriotic" (Siendo patriota), "Heart of Texas" (Corazón de Texas), "Blacktivist" (Activismo negro) o "Army of Jesus" (El ejército de Jesús).
Visto en números, el informe señala que estas 20 páginas generaron 39 millones de likes, 31 millones de contenidos compartidos, 5,4 millones de reacciones y 3,4 millones de comentarios. En total, la campaña rusa alcanzó a 126 millones de personas en Facebook y otras 20 millones en Instagram, en un país con una población de 325 milllones de habitantes de los que votaron poco más de 120 millones.
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La comisión bipartidista de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos ya tiene en sus manos los datos que documentan el uso exhaustivo de las redes sociales por parte de Rusia para influir en las elecciones presidenciales de 2016, en las que fue electo el actual presidente republicano Donald Trump, según adelantó este lunes el Washington Post.
Recopilado por el Computational Propaganda Project (Proyecto Computacional sobre Propaganda) de la Universidad de Oxford y la firma Graphika para la comisión de inteligencia del Senado, el reporte documenta y analiza millones de posteos en diferentes redes sociales atribuidos a la Internet Research Agency, una presunta "granja de trolls" vinculada al Kremlin y acusada de conducta criminal en la investigación en curso sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones.
En concreto, se acusa a grupos como éste de procesar los datos de millones de usuarios estadounidenses y organizarlos según sus diferentes intereses para luego enviar mensajes políticos específicos, en algunos casos falsos, durante momentos críticos del debate político en un intento de manipular a las personas.
La comisión de inteligencia del Senado, liderada en forma bipartidaria por los senadores Richard Burr (republicano) y Mark Warner (demócrata) aún no ha publicado el informe, al que tuvo acceso el Washington Post, ni se ha expresado en consonancia con sus hallazgos.
El reporte recae especialmente sobre la actividad en Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, Google+, Tumblr y Pinterest, así como también el envío de correos electrónicos desde Yahoo, Gmail y Outlook, desde el 2013 hasta mediados de 2017, cuando se destapó el escándalo por la presunta injerencia rusa y las compañías comenzaron a cerrar las cuentas vinculadas a la Internet Research Agency.
Además de interceder en la carrera presidencial en favor de Trump y en detrimento de su contrincante, la demócrata Hillary Clinton, la actividad rusa habría continuado durante los primeros meses del nuevo gobierno y en apoyo de éste.
Las tres temas principales en los que actuó la campaña fueron control de armas, inmigración y la situación de los afroamericanos, de acuerdo al reporte. En los primeros dos se intentó movilizar y radicalizar a los votantes conservadores preocupados por ambas cuestiones, instándolos a registrarse para votar y para participar en el debate en favor de Trump. En el caso de la violencia policial contra esta minoría, que ha ido en ascenso, se apuntó contra votantes de izquierda, más cercanos a Clinton, promoviendo la falta de confianza en las elecciones en un intento de alejarlos de las urnas.
También se difundió información errónea sobre cómo votar y hubo campañas de menor envergadura dirigidas a latinos, musulmanes, cristianos, homosexuales, libertarios, sureños y veteranos de guerra.
Los autores del informe criticaron la respuesta "sin coordinación y tardía" de las empresas detrás de las principales redes sociales y su reluctancia a compartir información sobre estos hechos.
La campaña rusa se inició en Twitter, donde cuentas vinculadas a las Internet Research Agency ya habían logrado experiencia manipulando las elecciones internas rusas de 2009. En el 2014 comenzaron a prestar más y más atención a los sucesos en Estados Unidos, y los tuits en inglés fueron reemplazando a los escritos en ruso. Luego avanzaron sobre YouTube e Instagram, y la última red social que sumaron a la campaña fue Facebook.
Esta última terminó siendo la más efectiva a la hora de alcanzar con mensajes específicos a los votantes conservadores y a los afroamericanos, de acuerdo al informe. De hecho, el 99% del "engagement", es decir la implicación del usuario con el contenido, logrado por la campaña se logró a través de 20 páginas de Facebook como "Being Patriotic" (Siendo patriota), "Heart of Texas" (Corazón de Texas), "Blacktivist" (Activismo negro) o "Army of Jesus" (El ejército de Jesús).
Visto en números, el informe señala que estas 20 páginas generaron 39 millones de likes, 31 millones de contenidos compartidos, 5,4 millones de reacciones y 3,4 millones de comentarios. En total, la campaña rusa alcanzó a 126 millones de personas en Facebook y otras 20 millones en Instagram, en un país con una población de 325 milllones de habitantes de los que votaron poco más de 120 millones.