Salah y Alisson meten al Liverpool en octavos
El gol del egipcio fue suficiente para meter a los de Klopp en octavos, como segundos de grupo, y mandar a los de Ancelotti a la Europa League.
Alberto Muñoz
As
Con Salah basta. El Liverpool se mete en octavos de la Champions gracias a un solitario gol del egipcio en un partido que salvó Alisson en los últimos minutos y en el que el Nápoles apenas compareció (1-0). Los ingleses jugaron con fuego, sobre todo por las ocasiones falladas por Mané, pero finalmente consiguieron meterse en la siguiente fase por la mínima.
A pesar de que el Liverpool se caracterizó en el pasado por protagonizar unos primeros 20 minutos de vértigo para asfixiar a sus rivales en los primeros compases, Klopp parece haber cambiado de táctica para intentar no desfondar a los suyos. Los reds salieron con la urgencia de marcar dos goles pero con la cabeza fría de saber que tenían 90 minutos por delante. Los napolitanos, por su parte, entraron con el escudo al césped de Anfield y, ante la falta de asedio, fueron abriendo unas líneas que los locales supieron aprovechar en cuanto se confió el rival.
El primer aviso lo dio Mané en el minuto 22 con un gol bien anulado por fuera de juego, pero tan solo diez minutos después fue Mohammed Salah el que se inventó un tanto para empezar a recorrer la primera mitad del camino hacia la clasificación. Cuerpeó bien con Koulibaly, ganó línea de fondo dentro del área, y anticipándose al intento de premonición de Ospina, que se creyó que iba a meter un pase de la muerte, disparó directamente a puerta colando el balón entre las piernas del guardameta.
Había transcurrido media hora y el Liverpool ya tenía el partido donde quería, sobre todo porque el acercamiento más claro que habían tenido los rivales era un disparo desde fuera del área de Hamsik que se fue lamiendo el larguero pero que ni siquiera obligó a Alisson a intervenir.
En la segunda mitad la entrada de Milik dio aire a los napolitanos, que estaban viendo cómo sus rivales se les venían encima, pero el Liverpool empezó a aprovechar las contras para poner a prueba a Ospina. El empuje de los italianos les daría una de las últimas ocasiones del partido, un disparo que Alisson tuvo que sacar milagrosamente bajo palos y que permite a los reds estar un año más en la fase final de la competición.
Alberto Muñoz
As
Con Salah basta. El Liverpool se mete en octavos de la Champions gracias a un solitario gol del egipcio en un partido que salvó Alisson en los últimos minutos y en el que el Nápoles apenas compareció (1-0). Los ingleses jugaron con fuego, sobre todo por las ocasiones falladas por Mané, pero finalmente consiguieron meterse en la siguiente fase por la mínima.
A pesar de que el Liverpool se caracterizó en el pasado por protagonizar unos primeros 20 minutos de vértigo para asfixiar a sus rivales en los primeros compases, Klopp parece haber cambiado de táctica para intentar no desfondar a los suyos. Los reds salieron con la urgencia de marcar dos goles pero con la cabeza fría de saber que tenían 90 minutos por delante. Los napolitanos, por su parte, entraron con el escudo al césped de Anfield y, ante la falta de asedio, fueron abriendo unas líneas que los locales supieron aprovechar en cuanto se confió el rival.
El primer aviso lo dio Mané en el minuto 22 con un gol bien anulado por fuera de juego, pero tan solo diez minutos después fue Mohammed Salah el que se inventó un tanto para empezar a recorrer la primera mitad del camino hacia la clasificación. Cuerpeó bien con Koulibaly, ganó línea de fondo dentro del área, y anticipándose al intento de premonición de Ospina, que se creyó que iba a meter un pase de la muerte, disparó directamente a puerta colando el balón entre las piernas del guardameta.
Había transcurrido media hora y el Liverpool ya tenía el partido donde quería, sobre todo porque el acercamiento más claro que habían tenido los rivales era un disparo desde fuera del área de Hamsik que se fue lamiendo el larguero pero que ni siquiera obligó a Alisson a intervenir.
En la segunda mitad la entrada de Milik dio aire a los napolitanos, que estaban viendo cómo sus rivales se les venían encima, pero el Liverpool empezó a aprovechar las contras para poner a prueba a Ospina. El empuje de los italianos les daría una de las últimas ocasiones del partido, un disparo que Alisson tuvo que sacar milagrosamente bajo palos y que permite a los reds estar un año más en la fase final de la competición.