Rabiot-Barça: un peligroso juego de intereses cruzados
La situación actual es la siguiente: el Barça quiere a Rabiot (50M€ de nómina en cinco años). También a De Jong (70M€). Pero no sabe si tendrá a alguno.
Juan Jiménez
As
Alguien no dice la verdad (o la oculta) en el caso Adrien Rabiot y el tiempo lo desvelará. Pero hay señales inequívocas. El Barcelona hizo este domingo un comunicado oficial en el que esquiva una posible denuncia como la que sufrió por el Atlético en el caso Griezmann: “Ante las noticias aparecidas en Francia, el Barcelona manifiesta que no ha incumplido ninguna normativa referente al fichaje de jugadores del PSG. Los únicos contactos que se llevaron a cabo fueron en agosto pasado y hace una semana. En ambos casos, los contactos se hicieron con los responsables deportivos del PSG para comunicar el interés del Barcelona en el jugador Rabiot. El Barcelona siempre ha querido trabajar desde la transparencia con el PSG (...). El Barcelona niega la existencia de (...) acuerdo con el jugador del PSG Adrien Rabiot”.
Pongámonos en contexto. El Barça quiere indiscutiblemente a Rabiot. Abidal, en uno de sus primeros movimientos entre simbólicos y populistas cuando fue nombrado secretario técnico el pasado mes de junio, viajó a París con Pep Segura para escenificar su interés por el jugador, entre otras cosas conocido desde su exhibición en el tormentoso 4-0 de la ida de octavos de final de la temporada 2016-17 de Champions en el Parque de los Príncipes. Rabiot y ese famoso entorno que encabeza su madre y representante Veronique airearon una reunión que fue cazada también en la Ciudad Condal al regreso de los representantes del Barça. Al PSG le dio exactamente igual que su futbolista sólo tuviese un año más de contrato. No negoció su venta.
La situación actual es la siguiente. El Barça quiere a Rabiot. También a De Jong. Pero no sabe si tendrá a alguno. El primero ya es libre de negociar su futuro este martes. Lo suyo es una subasta que, según ciertos medios, vale 50 millones de nómina en cinco años. Eso atenta contra las categorías salariales en el Barça. Romper eso es romper el ecosistema del vestuario. De Jong vale 70 millones y tampoco regala su salario. Es cierto que el Barça tiene a tiro fichar a Rabiot, pero si la ofensiva por De Jong es exitosa, no podrá afrontar las dos contrataciones. De lo contrario, asfixiará su nómina de estrellas: Busquets, Rakitic, Arthur, Vidal. Eso, más Aleñá y Riqui Puig. Pero en este juego de equilibrios, el Barça lleva una mala experiencia.
Juan Jiménez
As
Alguien no dice la verdad (o la oculta) en el caso Adrien Rabiot y el tiempo lo desvelará. Pero hay señales inequívocas. El Barcelona hizo este domingo un comunicado oficial en el que esquiva una posible denuncia como la que sufrió por el Atlético en el caso Griezmann: “Ante las noticias aparecidas en Francia, el Barcelona manifiesta que no ha incumplido ninguna normativa referente al fichaje de jugadores del PSG. Los únicos contactos que se llevaron a cabo fueron en agosto pasado y hace una semana. En ambos casos, los contactos se hicieron con los responsables deportivos del PSG para comunicar el interés del Barcelona en el jugador Rabiot. El Barcelona siempre ha querido trabajar desde la transparencia con el PSG (...). El Barcelona niega la existencia de (...) acuerdo con el jugador del PSG Adrien Rabiot”.
Pongámonos en contexto. El Barça quiere indiscutiblemente a Rabiot. Abidal, en uno de sus primeros movimientos entre simbólicos y populistas cuando fue nombrado secretario técnico el pasado mes de junio, viajó a París con Pep Segura para escenificar su interés por el jugador, entre otras cosas conocido desde su exhibición en el tormentoso 4-0 de la ida de octavos de final de la temporada 2016-17 de Champions en el Parque de los Príncipes. Rabiot y ese famoso entorno que encabeza su madre y representante Veronique airearon una reunión que fue cazada también en la Ciudad Condal al regreso de los representantes del Barça. Al PSG le dio exactamente igual que su futbolista sólo tuviese un año más de contrato. No negoció su venta.
La situación actual es la siguiente. El Barça quiere a Rabiot. También a De Jong. Pero no sabe si tendrá a alguno. El primero ya es libre de negociar su futuro este martes. Lo suyo es una subasta que, según ciertos medios, vale 50 millones de nómina en cinco años. Eso atenta contra las categorías salariales en el Barça. Romper eso es romper el ecosistema del vestuario. De Jong vale 70 millones y tampoco regala su salario. Es cierto que el Barça tiene a tiro fichar a Rabiot, pero si la ofensiva por De Jong es exitosa, no podrá afrontar las dos contrataciones. De lo contrario, asfixiará su nómina de estrellas: Busquets, Rakitic, Arthur, Vidal. Eso, más Aleñá y Riqui Puig. Pero en este juego de equilibrios, el Barça lleva una mala experiencia.