Menotti: "Que la final se juegue en Madrid es una aberración"

Cesar Luis Menotti es una institución del fútbol argentino. Hablar del balompié en Argentina siempre nos evoca a su imagen con un pitillo en la boca y vestido de traje en la banda. El 'Flaco' ha dirigido a River y Boca y se siente triste por esta situación que ha desarraigado una final histórica en Sudamérica.

Álex de Llano
Olé
¿Cómo ha vivido el episodio de la suspensión del River – Boca?

El ataque a un autobús por cuatro inadaptados es algo que ha pasado siempre y en muchos sitios… Ha pasado en España y en todos los lugares del mundo. Lo más preocupante es que un clásico de esa dimensión no se juegue en el lugar que estaba reglamentado previamente porque cuatro o cinco tiraron piedras a un micro. Me parece una locura. Se tendría que haber jugado hoy en la cancha de River, donde corresponde. Al final es culpa de los organizadores, no tiene responsabilidad River, tampoco Boca y mucho menos los hinchas que son los que salen perjudicados. Tiene responsabilidad la seguridad de la ciudad, que no la maneja nadie. El fútbol es así y han preferido sostenerlo desde el mundo de los negocios.

Todo esto ha enrarecido el partido y prácticamente no hay ambiente de final…

Así es. Los 60.000 hinchas de River que esperaron muchas horas al sol y no pudieron ver el partido están tristes. El Santiago Bernabéu es un escenario de lujo, pero no pertenece a esta clase de partidos. Estos dos clubes son muy grandes en Sudamérica y pertenecen allí, se hicieron grandes allí. No en Europa. Ha perdido interés. A mí me toca pasear por la calle y ahora apenas se ve a gente hablando del partido. Hace unas semanas se veían camisetas, la gente hacía bromas, era todo el mundo alegría… Hoy hay una frialdad que no se siente que se juega un partido de estas características. No estoy nada de acuerdo con esta decisión. No creo que la UEFA o la FIFA, si en una final de Champions que se enfrentaran el Real Madrid y el Barcelona, los aficionados tiraran piedras lo trajeran al Monumental… Son cosas que pasan, a mí me ha pasado también, y son problemas menores.

¿Qué le parece que la final de la Copa Libertadores se juegue en España?

Es una aberración… Yo me siento muy mal por el fútbol argentino. He dirigido a los dos equipos, me ha tocado sufrir muchísimas veces. Nos han apedreado el micro… El jugador ya está preparado para eso porque sabe puede pasar. Pasaba y pasará. Hacía bastante tiempo que no pasaban cosas de este tipo. Ningún hincha merece todo lo que está pasando. La gente de fútbol es pasional, va a la cancha y grita, canta, se emociona, insulta… Pero no llegamos a que se suspenda un partido de esta magnitud para irse de la Argentina a jugar a España. El escenario es maravilloso, es espectacular. Pero no le corresponde…

Gallardo dice que le han robado al hincha.

Totalmente. El hincha no merecía esto. La mayoría de los aficionados no pueden viajar a Madrid para ver a la final y esos hinchas son los que sostienen al club. Esos hinchas van a la cancha aunque no sea un clásico, les da igual, van a alentar a su equipo, se guían por la pasión. En la Argentina la historia de nuestro fútbol se ha sostenido por la gente de clase media que va a la tribuna, los que son fieles. En esta situación no hay ganadores, sólo perdedores.

¿Ha echado de menos algo durante todo este episodio?

Me hubiese gustado que se juntaran los capitanes de los dos equipos, los entrenadores y los presidentes y que dieran un mensaje de paz, que aseguraran que se puede jugar en el Monumental y plantarle cara a la CONMEBOL. Al final un equipo quiere sacar ventaja del otro y todo esto ha llevado a que la final se juegue en el Bernabéu. Ha sido una irrespetuosidad para el hincha, un desastre.

Boca pide que le den el partido por ganado.

Yo no estoy de acuerdo con esta modalidad que han hecho ahora de que los partidos se ganen en el escritorio. Los partidos, las copas, los trofeos siempre se han ganado en la cancha. Al final castigamos al público y no a la organización. Para eso hay un árbitro, para que se juegue el partido. Tampoco lo estuve cuando ocurrió en 2015. Como dije, los partidos se ganan en una cancha, no en el escritorio.

¿Usted ha vivido casos parecidos?

Sí, totalmente. A mí me han apedreado el autobús del Barcelona cuando iba a jugar al campo del Espanyol. Pero una cosa que me sorprendió fue en Bilbao. Cuando ocurrió todo el episodio de Goikoetxea con Maradona y fuimos a San Mamés, yo entré a la cancha y había un silencio… Ningún insulto. Yo estaba preocupado porque había habido declaraciones, un enfrentamiento ideológico. Y no ocurrió nada. Entramos y salimos de la cancha sin ningún problema. Se llama respeto. Una palabra que está tan en desuso que habría que retirarla de nuestro idioma.

En España hay preocupación por la llegada de los barras. ¿Ha tenido algún mal momento con ellos?

Ha habido muchísimas veces… No en todas las canchas. Yo tuve problemas cuando dirigía a Boca. Todos sabemos que hay una dificultad. Pero hay que recordar que no pertenecen al fútbol, que no son únicamente del fútbol. Están en el mundo de la política. No tienen nada que ver con el hincha. No se merecen estar en los campos. En la Argentina hemos vivido tiempos políticamente confusos y eso es una tarea más ardua y difícil que no le interesa demasiado al mundo de los negocios.

Hablando de fútbol. ¿Cómo ve la final del domingo?

Son 90 minutos en los que no vale nada de lo hablado, ni nada del pasado. Los antecedentes no juegan. El azar tiene un papel importante. Es un partido más para la emoción que para el disfrute. El que pierda va a sufrir mucho y no va a tener revancha. Yo no soy hincha de ninguno de los dos, pero espero que haya un buen partido de fútbol.

¿Qué opinión le merecen Gallardo y Guillermo?

Son dos muy buenos entrenadores. Pertenecen a esta nueva camada de técnicos que se han ganado el respeto a base de trabajo y de ganar títulos. Guillermo lo está haciendo muy bien en Boca. Ha ganado dos campeonatos consecutivos, algo que es muy difícil. Gallardo ha ganado copas, títulos muy importantes. Además, han tenido continuidad. Algo que es muy difícil porque son equipos muy grandes y no se suele dar eso. Eso quiere decir que han hecho bien su trabajo.

A sus 80 años sigue mucho el fútbol y le veo bien informado. ¿No pasan los años para usted?

En mi 60 cumpleaños decidí que ya no cumplía más hacia delante, sino que lo hacía para atrás. Así que ahora tengo 40… (risas). Estoy bien, el fútbol me hace feliz. Estoy en mi escuela de entrenadores, analizando todo lo que pasa en el fútbol de hoy, ayudando a mis alumnos… Me siento muy bien.

Rosario Central ha ganado la Copa Argentina, ¿está feliz?

Por supuesto. Es el único equipo que no me importa como juegue… Como nací ahí lo único que quiero es que gane. Lo hizo por penales pero está bien porque salió campeón. Los rosarinos estamos contentos.

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