Locura en Estambul: el 'Galata' pierde pero sigue en Europa

El partido tuvo de todo: goles, penaltis, polémicas y tanganas. La derrota del Lokomotiv metía al Galatasaray en Europa League a pesar de que cayera ante el Porto.

Ignacio Camacho
As
La locura reinó en Estambul anoche. El tópico dice que fue uno de esos partidos que odian los entrenadores pero encanta a los aficionados: lleno de ocasiones, transiciones rápidas, goles, penaltis... El orden sólo se impuso para colocar a los jugadores en fila cuando sonó el himno de la Champions.


El partido empezó con polémica. La ausencia del VAR en la Champions hace que los jugadores se desquicien y se coman a esos árbitros de fondo que más que solucionar problemas, se dedican a polemizar aun más todo lo que ocurre en las áreas. A los diez minutos, un paradón de Casillas a bocajarro dejó el balón muerto en el área, Derdiyok lo empujó y Felipe lo sacó en la línea descaradamente con la mano. Nadie pitó nada, ni el árbitro ni juez de fondo. Al final, tuvo que ser el linier, el más alejado de la jugada, quien pusiera un toque de cordura: fue el único en ver un fuera de juego previo, todo lo demás quedaba anulado.

Filipe adelantó al Porto poco después tras rematar un centro medido de Telles. Tuvo la colaboración de Muslera, que se quedó con el molde del balón. En el 40' Marega ampliaba la ventaja de penalti después de que Mariano derribara a Hernani infantilmente dentro del área. En ese momento todo parecía indicar que el Galata iba a sacar su mirada del partido y llevarla a a Moscú, donde dependía de lo que hiciera el Lokomotiv para seguir vivo en la Europa League, pero un penalti de Filipe a Ndiaye al borde del descanso que transformó Feghouli volvía a meter a los turcos en el partido.

La segunda parte comenzó como terminó la primera, a un ritmo de vértigo. Oliveira pareció apuntillar al Galatasaray con el 3-1 pero Derdiyok aprovechó un gran pase de Rodrigues para fusilar a Casillas en el área pequeña y volver a recortar distancias. El propio Rodrigues volvería a ser protagonista tras ser derribado escandalosamente por Pereira casi en el área pequeña. Feghouli lanzó el segundo penalti para el Galatasaray, el tercero de la noche, pero esta vez se topó con el ángel de Casillas, que acertó el lado y, cuando el balón dio en el larguero y rebotó en el trasero del español, tuvo la suerte de que el rebote salió hacia fuera.

Los de Fatih Terim, desesperados por lograr un punto que les hiciese depender de sí mismos, se volcaron al ataque pero las acometidas turcas se fueron desvaneciendo una a una. La noticia del gol del Schalke en el último minuto se celebró en Estambul como si el Galatasaray hubiera logrado el gol del empate. La aventura turca seguirá en la Europa League.

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