Las milicias kurdas entregan a El Asad una ciudad estratégica para impedir el avance turco

Las milicias del YPG piden al Gobierno sirio protección ante la amenaza de las fuerzas de Turquía

Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
En una jugada inesperada sobre el complejo tablero sirio, el Ejército se ha desplegado este viernes por primera vez des hace seis años en la estratégica ciudad de Manbij, en el norte del país árabe. Los movimientos de la partida están muy estudiados después de más de siete años de guerra. Las milicias kurdas Unidades de Protección Popular (YPG) –aliadas de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS, en sus siglas inglesas)– habían difundido a primera hora un comunicado en el que instaban a las tropas gubernamentales a proteger el enclave de los ataques turcos. Pocos días después de que el presidente Donald Trump anunciara la retirada de sus fuerzas de Siria, los kurdos parecen haber encontrado un nuevo protector, en el régimen de Bachar el Asad.


“Invitamos a las fuerzas del Gobierno de Siria, que están obligadas a proteger el país, la nación y sus fronteras, a que tomen el control de las áreas de las que se han retirado nuestras fuerzas, en particular Manbij, contra una invasión turca”, rezaba el inusual comunicado de las YPG, consideradas como una fuerza rebelde por el Gobierno Damasco a pesar de que apenas han tenido enfrentamientos directos durante el conflicto. “Unidades del Ejército Árabe Sirio han entrado en Manbij para garantizar la plena seguridad de todos los ciudadanos sirios y demás presentes en la zona”, anunciaba poco después un portavoz militar en la televisión siria.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que cuenta con informadores sobre el terreno, informó ayer de que decenas de vehículos con unos 300 combatientes de las fuerzas leales al régimen se desplegaron en los alrededores de Manbij, una posición clave al oeste del Éufrates, donde izaron la bandera siria. Las tropas regulares del Ejército y milicias aliadas han creado, según el Observatorio, una zona tapón al norte y al este de la ciudad con los territorios controlados por grupos afines a Turquía.

Los milicianos de las YPG aseguraron que se habían retirado de Manbij para combatir a los yihadistas del Estado Islámico en su último reducto en la frontera sirio-iraquí. Sus aliados de la coalición internacional contra el ISIS llegaron a desplegar en el noreste de Siria, en territorio bajo control kurdo, a unos 2.000 miembros de las fuerzas especiales estadounidenses y varios centenares de militares de operaciones especiales franceses y británicos.

Con más de dos tercios del territorio sirio bajo su control, el régimen de El Asad está empezando a romper también su aislamiento diplomático. Emiratos Árabes Unidos oficializó el jueves la reapertura de su embajada en Damasco. Otro país del Golfo, Bahréin, también ha anunciado una próxima reapertura de su legación diplomática.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan anunció el pasado 12 de diciembre que estaba preparando una ofensiva en el norte de Siria contra las YPG, grupo que considera terrorista por sus vínculos con el PKK, la guerrilla kurda alzada contra el poder central de Ankara desde 1984. El Ejército turco concentró tropas, carros de combate y artillería en la frontera con Siria, en una clara indicación de que preparaba una operación transfronteriza inminente.

La primera reacción de Ankara al despliegue del Ejército sirio en Manbij fue considerar que las YPG, no tenían derecho a pedir ayuda al Gobierno Damasco. Poco después a la salida del rezo del viernes en una mezquita de Estambul, Erdogan puntualizaba: “A nosotros no se nos ha perdido nada en Manbij una vez que los grupos terroristas han dejado la zona”. “Nosotros apoyamos la integridad territorial de Siria, y esa zona pertenece a Siria. Nuestro objetivo es aniquilar a todas los terroristas de la región”, advirtió el mandatario turco, citado por Reuters.

El Kremlin consideró “positiva para la estabilización de la situación” la entrada del Ejército sirio en Manbij. “La ampliación de las zona de control de las fuerzas gubernamentales constituye una tendencia positiva”, precisó el portavoz de la Presidencia, citado por France Presse. Rusia, aliado clave del régimen de El Asad, va a recibir este sábado a los ministros de Exteriores y de Defensa turcos para “sincronizar las acciones” de ambos países en Siria.

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