La pareja del año
Messi y Alba desarbolan al Celta y aseguran al Barça estrenar el año como líder en solitario. El argentino apareció en el primer gol de Dembélé y luego sentenció al Celta.
Santi Giménez
As
El Barça liquidó al Celta por 2-0 y acabará el año 2018 como líder en solitario. El triunfo blaugrana se basó en la contrastada solvencia de la que ha sido la pareja del año en clave blaugrana: la conexión entre Messi y Alba volvió a demostrarse indefendible para el rival de turno.
Valverde no quiso sustos para acabar el año y repitió el equipo que se ha asentado como de gala con Arturo Vidal dinamizando el medio del campo y con Dembélé ganándole de nuevo a Coutinho la partida por la titularidad. Un equipo que ha demostrado sobrada fiabilidad a costa de proponer partidos al rival al que invita al intercambio de golpes, donde los de Valverde, con el tridente de ataque tienen las de ganar en casi todos los encuentros.
El Celta aceptó el desafío barcelonista y se vivieron unos primeros instantes de partido en el que se amagaba más que se golpeaba hasta que Messi activó la jugada del año. Mira que la conexión entre el 10 argentino y Jordi Alba se ha visto veces, pero aún no ha llegado nadie que sea capaz de defenderla. Esta semana, le preguntaron a Brais en Vigo si tenían en cuenta esa circunstancia y el centrocampista gallego dijo que sí, que habían trabajado en la manera de cortocircuitar esa conexión. No hubo manera. A los diez minutos de partido, Messi habilitó a Alba, que controló el balón, esperó que el argentino apareciera por la frontal para devolverle la pelota y el disparo de Leo lo repelió Rubén dejándolo franco para que Demebélé fusilara el primer tanto del partido.
Poco cambió ese tanto el curso del partido, pues el Barça no se hizo con el control y el Celta siguió con su mismo planteamiento mientras que el Barça le buscaba las cosquillas a la contra. Araujo sacó bajo palos una contra de Messi que culmino Alba, Maxi Gomez uso a prueba a Ter Stegen y Hugo Mallo se incorporaba con peligro al ataque.
El ritmo de juego se vio afectado por una serie de interrupciones que descentraron a los protagonistas. Los servicios médicos de ambos equipos saltaron al terreno de juego en varias ocasiones espesando el partido. Pero hay un jugador que donde otros ven situaciones molestas, siempre ve una oportunidad. Es Messi, claro, quien cuando ya todo el mundo esperaba el descanso detectó un desajuste en la defensa viguesa en la que se durmió Mazan para ofrecerse a Jordi Alba, quien fiel a la cita le dio un nuevo pase que le dejó solo ante el portero que nada pudo hacer para evitar el 2-0 con el que se llegó al descanso y acabaría el duelo.
El Celta salió descarado en la segunda parte con Lobotka entrando por Okay, pero a los seis minutos Aspas tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado entrando en su lugar Fran Beltrán.
El partido se desplomó en cuanto a ritmo a pesar de los arranques de Alba, que volvió a dejar solo ante el portero a Suárez, que falló por poco. Arthur y Coutinho entraron para dar más control al Barça saliendo Vidal y Dembélé, que se fue entre una ovación que confirma su perdón por parte de la grada.
El Barça pareció pensar más en las vacaciones navideñas mientras el Celta buscaba el gol que apretara el partido obligando a Ter Stegen a intervenir para llegar al en final del partido y del año futbolístico con el Barcelona asentado como líder en solitario.
Santi Giménez
As
El Barça liquidó al Celta por 2-0 y acabará el año 2018 como líder en solitario. El triunfo blaugrana se basó en la contrastada solvencia de la que ha sido la pareja del año en clave blaugrana: la conexión entre Messi y Alba volvió a demostrarse indefendible para el rival de turno.
Valverde no quiso sustos para acabar el año y repitió el equipo que se ha asentado como de gala con Arturo Vidal dinamizando el medio del campo y con Dembélé ganándole de nuevo a Coutinho la partida por la titularidad. Un equipo que ha demostrado sobrada fiabilidad a costa de proponer partidos al rival al que invita al intercambio de golpes, donde los de Valverde, con el tridente de ataque tienen las de ganar en casi todos los encuentros.
El Celta aceptó el desafío barcelonista y se vivieron unos primeros instantes de partido en el que se amagaba más que se golpeaba hasta que Messi activó la jugada del año. Mira que la conexión entre el 10 argentino y Jordi Alba se ha visto veces, pero aún no ha llegado nadie que sea capaz de defenderla. Esta semana, le preguntaron a Brais en Vigo si tenían en cuenta esa circunstancia y el centrocampista gallego dijo que sí, que habían trabajado en la manera de cortocircuitar esa conexión. No hubo manera. A los diez minutos de partido, Messi habilitó a Alba, que controló el balón, esperó que el argentino apareciera por la frontal para devolverle la pelota y el disparo de Leo lo repelió Rubén dejándolo franco para que Demebélé fusilara el primer tanto del partido.
Poco cambió ese tanto el curso del partido, pues el Barça no se hizo con el control y el Celta siguió con su mismo planteamiento mientras que el Barça le buscaba las cosquillas a la contra. Araujo sacó bajo palos una contra de Messi que culmino Alba, Maxi Gomez uso a prueba a Ter Stegen y Hugo Mallo se incorporaba con peligro al ataque.
El ritmo de juego se vio afectado por una serie de interrupciones que descentraron a los protagonistas. Los servicios médicos de ambos equipos saltaron al terreno de juego en varias ocasiones espesando el partido. Pero hay un jugador que donde otros ven situaciones molestas, siempre ve una oportunidad. Es Messi, claro, quien cuando ya todo el mundo esperaba el descanso detectó un desajuste en la defensa viguesa en la que se durmió Mazan para ofrecerse a Jordi Alba, quien fiel a la cita le dio un nuevo pase que le dejó solo ante el portero que nada pudo hacer para evitar el 2-0 con el que se llegó al descanso y acabaría el duelo.
El Celta salió descarado en la segunda parte con Lobotka entrando por Okay, pero a los seis minutos Aspas tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado entrando en su lugar Fran Beltrán.
El partido se desplomó en cuanto a ritmo a pesar de los arranques de Alba, que volvió a dejar solo ante el portero a Suárez, que falló por poco. Arthur y Coutinho entraron para dar más control al Barça saliendo Vidal y Dembélé, que se fue entre una ovación que confirma su perdón por parte de la grada.
El Barça pareció pensar más en las vacaciones navideñas mientras el Celta buscaba el gol que apretara el partido obligando a Ter Stegen a intervenir para llegar al en final del partido y del año futbolístico con el Barcelona asentado como líder en solitario.