La obsesión del príncipe Harry por defender a Meghan Markle lo enfrenta a su hermano William
El nieto de la reina Isabel II teme que la futura madre de su primer hijo sufra la presión y el acoso de los paparazzi, como le sucedió a su fallecida madre, Lady Di
Infobae
Desde hace un tiempo, toda la prensa del Reino Unido y del mundo habla de la enemistad de Meghan Markle con Kate Middleton y del carácter "tirano" de la duquesa de Sussex con los empleados reales del Palacio de Kensington. Al parecer, la tensa relación entre las concuñadas provocó cortocircuitos entre los príncipes William y Harry.
Ahora, según revela Emily Andrews, una de las periodistas acreditadas en el Palacio de Buckingham, habría una explicación detrás de la mala relación entre los nietos de la reina Isabel II: la obsesión de Harry de proteger a su esposa para que no sea víctima de la presión de los medios que sufrió su fallecida madre.
Harry "no soporta ninguna crítica sobre Meghan", sostiene Andrews, quien afirma que fuentes de Buckingham informan de que el príncipe está muy marcado por la historia de su madre.
"Siente que no pudo proteger a su madre, por lo que hace todo lo posible para proteger a su esposa. Es su forma de expiar su sentimiento de culpa", explicó Andrews. "Es tan protector que a menudo ve críticas negativas donde no hay ninguna".
Dicen que William, inicialmente, manifestó algunas reservas sobre Meghan tras reunirse con ella en el Palacio de Kensington cuando comenzaba su relación con Harry.
Por su decisión de proteger a su esposa embarazada, por ejemplo, Harry ha decidido mudarse e instalarse en los terrenos del Castillo de Windsor, lejos de la presión mediática.
En el documental The Diana Story, Paul Burrell, el mayordomo de Lady Di, revela, por ejemplo, por qué Harry decidió darle el anillo de compromiso de su madre a su hermano.
Según su versión, después de la muerte de Diana, sus hijos se repartieron sus joyas, esperando algún día regalárselas a sus esposas o hijas. William quiso el Cartier, que su madre había recibido de su abuelo Spencer con motivo de su 21 cumpleaños, y Harry se quedó con su anillo de compromiso, aunque al final decidió dárselo a su hermano cuando se comprometió con Kate Middleton.
"El príncipe Harry dijo: 'Recuerdo haber tomado la mano de mamá cuando era pequeño y ese anillo me hacía daño porque era muy grande. Pero luego pensó que lo mejor era que esa joya fuera para alguien que un día se sentará en el trono de Inglaterra".
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Desde hace un tiempo, toda la prensa del Reino Unido y del mundo habla de la enemistad de Meghan Markle con Kate Middleton y del carácter "tirano" de la duquesa de Sussex con los empleados reales del Palacio de Kensington. Al parecer, la tensa relación entre las concuñadas provocó cortocircuitos entre los príncipes William y Harry.
Ahora, según revela Emily Andrews, una de las periodistas acreditadas en el Palacio de Buckingham, habría una explicación detrás de la mala relación entre los nietos de la reina Isabel II: la obsesión de Harry de proteger a su esposa para que no sea víctima de la presión de los medios que sufrió su fallecida madre.
Harry "no soporta ninguna crítica sobre Meghan", sostiene Andrews, quien afirma que fuentes de Buckingham informan de que el príncipe está muy marcado por la historia de su madre.
"Siente que no pudo proteger a su madre, por lo que hace todo lo posible para proteger a su esposa. Es su forma de expiar su sentimiento de culpa", explicó Andrews. "Es tan protector que a menudo ve críticas negativas donde no hay ninguna".
Dicen que William, inicialmente, manifestó algunas reservas sobre Meghan tras reunirse con ella en el Palacio de Kensington cuando comenzaba su relación con Harry.
Por su decisión de proteger a su esposa embarazada, por ejemplo, Harry ha decidido mudarse e instalarse en los terrenos del Castillo de Windsor, lejos de la presión mediática.
En el documental The Diana Story, Paul Burrell, el mayordomo de Lady Di, revela, por ejemplo, por qué Harry decidió darle el anillo de compromiso de su madre a su hermano.
Según su versión, después de la muerte de Diana, sus hijos se repartieron sus joyas, esperando algún día regalárselas a sus esposas o hijas. William quiso el Cartier, que su madre había recibido de su abuelo Spencer con motivo de su 21 cumpleaños, y Harry se quedó con su anillo de compromiso, aunque al final decidió dárselo a su hermano cuando se comprometió con Kate Middleton.
"El príncipe Harry dijo: 'Recuerdo haber tomado la mano de mamá cuando era pequeño y ese anillo me hacía daño porque era muy grande. Pero luego pensó que lo mejor era que esa joya fuera para alguien que un día se sentará en el trono de Inglaterra".