La Juve tumba al Roma y ya es campeona de invierno
Gracias a un testarazo de Mandzukic, se llevó el ‘título’ de invierno con dos jornadas de antelación. Sólo el Nápoles, a ocho puntos, le da sentido a la pelea por el Scudetto.
Mirko Calemme
As
La mejor Juventus en la historia de una primera vuelta en la Serie A (49 puntos en 17 partidos) es campeona de invierno con dos jornadas de antelación: los bianconeri tumbaron 1-0 al Roma y conservaron su ventaja de ocho puntos sobre el Nápoles, único rival que se mantiene cerca y le da algo de sentido a la pelea por el Scudetto. El Inter, tercero, está a 16 puntos, el Lazio, cuarto, a 21...
Ya en la primera parte, la Vecchia Signora dejó bastante clara su superioridad. Los números (13 remates contra tres, 64% de posesión) certificaron un dominio que no se convirtió en sentencia sólo gracias a la gran noche que tuvo Robin Olsen. El meta sueco canceló la horrible actuación ante el Genoa con unos paradones que salvaron el equilibrio del enfrentamiento: lo hizo ante Alex Sandro (dos veces) y una rosca de Cristiano, pero no pudo hacer nada ante Mandzukic.
El croata, incansable y omnipresente, en el minuto 35 tras una pérdida de Zaniolo y un gran centro de De Sciglio, saltó por encima de Santon y cabeceó en la red el noveno tanto de su curso. Di Francesco reaccionó en la segunda mitad cambiando de dibujo: del 4-2-3-1, con Florenzi adaptado como extremo, al 4-3-3 con Kluivert en el lugar del italiano.
Los giallorossi, que en el último tramo del partido también volvieron a contar con Perotti y Dzeko, se vieron más en el área rival, pero Szczesny tuvo poco trabajo. Olsen, en cambio, siguió en su línea, negándole dos veces más a Cristiano el deseado tanto del 2-0. El exmadridista, sin embargo, protagonizó una gran jugada sobre la bocina, regateando a Fazio y regalándole a Douglas Costa, que sólo tuvo que empujar entre palos, la sexta asistencia de su curso.
El VAR, no obstante, anuló todo: el colegiado Davide Massa, tras haber consultado el videoarbitraje, notó una patada de Matuidi a Zaniolo en el comienzo de la jugada. Al final, cambió poco: el Roma no tuvo fuerzas para buscar el asedio final y los bianconeri celebraron su enésimo triunfo sin apuros.
Mirko Calemme
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La mejor Juventus en la historia de una primera vuelta en la Serie A (49 puntos en 17 partidos) es campeona de invierno con dos jornadas de antelación: los bianconeri tumbaron 1-0 al Roma y conservaron su ventaja de ocho puntos sobre el Nápoles, único rival que se mantiene cerca y le da algo de sentido a la pelea por el Scudetto. El Inter, tercero, está a 16 puntos, el Lazio, cuarto, a 21...
Ya en la primera parte, la Vecchia Signora dejó bastante clara su superioridad. Los números (13 remates contra tres, 64% de posesión) certificaron un dominio que no se convirtió en sentencia sólo gracias a la gran noche que tuvo Robin Olsen. El meta sueco canceló la horrible actuación ante el Genoa con unos paradones que salvaron el equilibrio del enfrentamiento: lo hizo ante Alex Sandro (dos veces) y una rosca de Cristiano, pero no pudo hacer nada ante Mandzukic.
El croata, incansable y omnipresente, en el minuto 35 tras una pérdida de Zaniolo y un gran centro de De Sciglio, saltó por encima de Santon y cabeceó en la red el noveno tanto de su curso. Di Francesco reaccionó en la segunda mitad cambiando de dibujo: del 4-2-3-1, con Florenzi adaptado como extremo, al 4-3-3 con Kluivert en el lugar del italiano.
Los giallorossi, que en el último tramo del partido también volvieron a contar con Perotti y Dzeko, se vieron más en el área rival, pero Szczesny tuvo poco trabajo. Olsen, en cambio, siguió en su línea, negándole dos veces más a Cristiano el deseado tanto del 2-0. El exmadridista, sin embargo, protagonizó una gran jugada sobre la bocina, regateando a Fazio y regalándole a Douglas Costa, que sólo tuvo que empujar entre palos, la sexta asistencia de su curso.
El VAR, no obstante, anuló todo: el colegiado Davide Massa, tras haber consultado el videoarbitraje, notó una patada de Matuidi a Zaniolo en el comienzo de la jugada. Al final, cambió poco: el Roma no tuvo fuerzas para buscar el asedio final y los bianconeri celebraron su enésimo triunfo sin apuros.