Eligen Miss Mundo 2018 a una voluntaria para los migrantes
La guanajuatense se impuso, en una disputada ronda final en la ciudad china de Sanya, a la tailandesa Nicolene Pichapa Limunskan, quien terminó segunda.
AFP y EFE / Sanya, China
La modelo mexicana Vanessa Ponce de León, de 26 años, quien es voluntaria en una organización para atender a migrantes en su país, fue elegida ayer Miss Mundo durante el certamen en la isla china de Hainan.
“Usaré mi reinado para seguir haciendo lo mismo que hago desde hace tres años, es decir, seguir siendo un ejemplo, porque todos podemos ser un ejemplo. El mundo necesita un cambio y ayudar no es tan difícil”, comentó la modelo mexicana al recibir la corona.
La joven cuenta con una maestría en comercio internacional y, además, forma parte del comité director de un centro de rehabilitación para mujeres, según el sitio internet del certamen Miss Mundo. Vanessa Ponce de León se convirtió en la 68ª Miss Mundo tras un colorido concurso en la ciudad de Sanya, animado por el grupo estadounidense Sister Sledge, que cantaron su éxito discotequero We Are Family de 1979.
La joven de pelo castaño y ojos marrones, de 1,74 m, recibió la corona de la ganadora del año pasado, la india Manushi Chhillar.
Según su currículum distribuido por la organización, la mexicana es voluntaria para la organización Migrantes en el Camino, y ha colaborado como oradora para el Instituto Nacional de la Juventud.
Vanessa, quien defiende varias causas, dio a conocer en China un proyecto llamado Na Vili, que busca ayudar a los hijos de jornaleros migrantes indígenas que salen de Guerrero a Guanajuato.
Los jueces de la gala valoraron la belleza, inteligencia y ganas de ayudar a los demás de la mexicana, condiciones necesarias para poder ceñirse la corona. Los organizadores aseguraron que en esta edición el jurado se regiría por un “renovado código de ética” y una nueva forma de trabajo para elegir a la ganadora.
En segundo lugar quedó la tailandesa Nicolene Pichapa Limsnukan, de 20 años, estudiante en administración de empresas.
En el camino se quedó la chilena Anahí Hormazábal, estudiante de ingeniería que se situó en el “top cinco” de las favoritas y que había impactado en las redes sociales por su finura y estilismo.
Es la octava vez que el certamen se celebra en Sanya, un conocido balneario chino. Hace tres años, el certamen Miss Mundo en esa misma ciudad se vio enturbiado por la negativa de las autoridades chinas a permitir la llegada de Miss Canadá, Anastasia Lin. Lin, actriz de 25 años, no pudo tomar el avión desde Hong Kong a Sanya.
La joven aseguró que la decisión se debía a sus denuncias sobre la situación de los derechos humanos en China, particularmente contra la secta Falun Gong, de cuyas prácticas espirituales se había declarado adepta. Esta fundación asesora también a los padres para que puedan poner en regla los papeles de sus hijos.
AFP y EFE / Sanya, China
La modelo mexicana Vanessa Ponce de León, de 26 años, quien es voluntaria en una organización para atender a migrantes en su país, fue elegida ayer Miss Mundo durante el certamen en la isla china de Hainan.
“Usaré mi reinado para seguir haciendo lo mismo que hago desde hace tres años, es decir, seguir siendo un ejemplo, porque todos podemos ser un ejemplo. El mundo necesita un cambio y ayudar no es tan difícil”, comentó la modelo mexicana al recibir la corona.
La joven cuenta con una maestría en comercio internacional y, además, forma parte del comité director de un centro de rehabilitación para mujeres, según el sitio internet del certamen Miss Mundo. Vanessa Ponce de León se convirtió en la 68ª Miss Mundo tras un colorido concurso en la ciudad de Sanya, animado por el grupo estadounidense Sister Sledge, que cantaron su éxito discotequero We Are Family de 1979.
La joven de pelo castaño y ojos marrones, de 1,74 m, recibió la corona de la ganadora del año pasado, la india Manushi Chhillar.
Según su currículum distribuido por la organización, la mexicana es voluntaria para la organización Migrantes en el Camino, y ha colaborado como oradora para el Instituto Nacional de la Juventud.
Vanessa, quien defiende varias causas, dio a conocer en China un proyecto llamado Na Vili, que busca ayudar a los hijos de jornaleros migrantes indígenas que salen de Guerrero a Guanajuato.
Los jueces de la gala valoraron la belleza, inteligencia y ganas de ayudar a los demás de la mexicana, condiciones necesarias para poder ceñirse la corona. Los organizadores aseguraron que en esta edición el jurado se regiría por un “renovado código de ética” y una nueva forma de trabajo para elegir a la ganadora.
En segundo lugar quedó la tailandesa Nicolene Pichapa Limsnukan, de 20 años, estudiante en administración de empresas.
En el camino se quedó la chilena Anahí Hormazábal, estudiante de ingeniería que se situó en el “top cinco” de las favoritas y que había impactado en las redes sociales por su finura y estilismo.
Es la octava vez que el certamen se celebra en Sanya, un conocido balneario chino. Hace tres años, el certamen Miss Mundo en esa misma ciudad se vio enturbiado por la negativa de las autoridades chinas a permitir la llegada de Miss Canadá, Anastasia Lin. Lin, actriz de 25 años, no pudo tomar el avión desde Hong Kong a Sanya.
La joven aseguró que la decisión se debía a sus denuncias sobre la situación de los derechos humanos en China, particularmente contra la secta Falun Gong, de cuyas prácticas espirituales se había declarado adepta. Esta fundación asesora también a los padres para que puedan poner en regla los papeles de sus hijos.