El United, a 16 puntos del City
Armstrong y Soares pusieron 2-0 al Southampton y el United se quedó a medias en su remontada. Logró empatar con goles de Lukaku y Ander Herrera.
Alberto Muñoz
As
Sin ambición ni juego, es muy difícil que el Manchester United sea capaz de volver a meterse en puestos europeos. Este sábado, frente a uno de los colistas de la liga, los Diablos Rojos volvieron a mostrar los vicios de un equipo perdido entre la fortuna del clavo ardiendo y la búsqueda de una identidad que les permita imponerse en el juego (2-2). Los saints, que empataban a puntos con el colista antes del partido, merecieron llevarse unos tres puntos que acariciaron durante los primeros 20 minutos en los que llegaron a ponerse con dos tantos de ventaja.
Con goles salvadores como el de Fellaini ante el Young Boys, Mourinho ha podido ir maquillando una crisis que en realidad nunca ha abandonado al Manchester United. Los partidos ganados in extremis siguen sin ser suficientes para una afición que ya no ve tan cercana la destitución del portugués pero que no está disfrutando, ni mucho menos, de la temporada de su equipo.
En este caso la sorpresa, porque siempre hay alguna que lleva a los red devils a tener que remar contra corriente, la dio primero Armstrong, con un latigazo imparable desde dentro del área a los 13 minutos, y después Cedric, que clavó un muy buen libre directo en el minuto 20. Dos disparos a puerta en la primera parte y dos goles, aunque es cierto que De Gea poco más pudo hacer en ambas jugadas.
Lo bueno es que el United, que no consiguió imponerse en el partido, volvió a rencontrarse con su juego, que cada vez parece basarse más en un simple acción-reacción que en un plan futbolístico definido que le ayude controlar los encuentros. Así, y con Rashford peleando la acción en solitario como un náufrago como denominador común de ambas jugadas, Lukaku batió en el mano a mano a McCarthy y Ander mandó a la red desde dentro del área un taconazo para devolver el empate al marcador.
Pero sin ambición, ocasiones ni tensión durante la segunda mitad, el empate del ex del Athletic apenas iba a servir para rescatar un punto, ya que el equipo parecía estar esperando un gol de los saints para poner en marcha la maquinaria que le llevase a la victoria. Sin embargo serían los locales quienes tuviesen más ocasiones para terminar llevándose la victoria y el United vuelve a alejarse, una vez más, de los puestos europeos.
As
Sin ambición ni juego, es muy difícil que el Manchester United sea capaz de volver a meterse en puestos europeos. Este sábado, frente a uno de los colistas de la liga, los Diablos Rojos volvieron a mostrar los vicios de un equipo perdido entre la fortuna del clavo ardiendo y la búsqueda de una identidad que les permita imponerse en el juego (2-2). Los saints, que empataban a puntos con el colista antes del partido, merecieron llevarse unos tres puntos que acariciaron durante los primeros 20 minutos en los que llegaron a ponerse con dos tantos de ventaja.
Con goles salvadores como el de Fellaini ante el Young Boys, Mourinho ha podido ir maquillando una crisis que en realidad nunca ha abandonado al Manchester United. Los partidos ganados in extremis siguen sin ser suficientes para una afición que ya no ve tan cercana la destitución del portugués pero que no está disfrutando, ni mucho menos, de la temporada de su equipo.
En este caso la sorpresa, porque siempre hay alguna que lleva a los red devils a tener que remar contra corriente, la dio primero Armstrong, con un latigazo imparable desde dentro del área a los 13 minutos, y después Cedric, que clavó un muy buen libre directo en el minuto 20. Dos disparos a puerta en la primera parte y dos goles, aunque es cierto que De Gea poco más pudo hacer en ambas jugadas.
Lo bueno es que el United, que no consiguió imponerse en el partido, volvió a rencontrarse con su juego, que cada vez parece basarse más en un simple acción-reacción que en un plan futbolístico definido que le ayude controlar los encuentros. Así, y con Rashford peleando la acción en solitario como un náufrago como denominador común de ambas jugadas, Lukaku batió en el mano a mano a McCarthy y Ander mandó a la red desde dentro del área un taconazo para devolver el empate al marcador.
Pero sin ambición, ocasiones ni tensión durante la segunda mitad, el empate del ex del Athletic apenas iba a servir para rescatar un punto, ya que el equipo parecía estar esperando un gol de los saints para poner en marcha la maquinaria que le llevase a la victoria. Sin embargo serían los locales quienes tuviesen más ocasiones para terminar llevándose la victoria y el United vuelve a alejarse, una vez más, de los puestos europeos.
