El 'milagro' de las células madre: Suárez, 8 goles tras dos parones
Paró en octubre y marcó ante Sevilla (1), Madrid (3) y Rayo (2). Después de su último parón, goles y partidazos ante Espanyol y además supo descansar ante el Tottenham.
Juan Jiménez
As
Aunque le ha costado, da la sensación de que Suárez empieza a aprender a dosificarse. Y, sobre todo, a saber parar. Los avisos también le han venido bien. Hace unos meses admitió que se equivocó desgastándose contra el Leganés tres días antes del histórico batacazo de Roma (3-0). Este año ‘reincidió’ queriendo jugar con Uruguay dos amistosos contra Brasil y Francia en los que no le iba nada real en juego. El resultado fue tener que parar después del Wanda por esas antiguas molestias en su rodilla derecha.
Sin embargo, el tratamiento de las células madre está siendo mano de santo para el uruguayo. Después de haberlo probado la temporada pasada (acabó lesionado ante el Madrid en la Supercopa de España), Suárez ya se trató en la rodilla derecha en el primer parón de selecciones esta temporada (octubre). Aunque la noticia se vendió como una renuncia voluntaria por el nacimiento del tercer hijo, lo cierto es que el uruguayo cazador descansó, trató sus rodillas y el resultado fue inmediato. Jugó sus mejores quince días de la temporada y, sin Messi, fue el gran líder del Barça por encima de jugadores como Coutinho que, se pensaba, darían un paso adelante. Su gol al Sevilla, su histórico hat-trick en la manita al Madrid y el doblete en Vallecas lanzaron al Barça. Aunque sin goles, también jugó un partido grande en Milán.
Después de volver de sus amistosos con la selección de Tabárez, Suárez volvió con cierta carga en la zona. No marcó en el Wanda y decidió volver a parar. Tal vez hace unos años no lo hubiera hecho. Obligado porque iba a perderse tres partidos oficiales, el Barça sí hizo entonces un comunicado anunciando que el jugador iba a someterse a una “terapia biológica a base de células madre”. El charrúa no jugó contra PSV, Villarreal, Cultural pero volvió nuevo: marcó en el derbi ante el Espanyol y contra el Levante. Pero no fueron sólo los goles. También las sensaciones. En el derbi fue un suplicio para los centrales del Espanyol. El domingo, marcó el primer gol e inició la jugada del 0-4. A día de hoy, Suárez en el Barça es mucho más que un goleador. Es el futbolista que va limpiando defensas para que Messi serpentee con menos obstáculos. Las células madre funcionan y, aunque él mismo admite que es normal que el club empiece a buscarle recambio, encontrar uno como él va a resultar realmente difícil.
Juan Jiménez
As
Aunque le ha costado, da la sensación de que Suárez empieza a aprender a dosificarse. Y, sobre todo, a saber parar. Los avisos también le han venido bien. Hace unos meses admitió que se equivocó desgastándose contra el Leganés tres días antes del histórico batacazo de Roma (3-0). Este año ‘reincidió’ queriendo jugar con Uruguay dos amistosos contra Brasil y Francia en los que no le iba nada real en juego. El resultado fue tener que parar después del Wanda por esas antiguas molestias en su rodilla derecha.
Sin embargo, el tratamiento de las células madre está siendo mano de santo para el uruguayo. Después de haberlo probado la temporada pasada (acabó lesionado ante el Madrid en la Supercopa de España), Suárez ya se trató en la rodilla derecha en el primer parón de selecciones esta temporada (octubre). Aunque la noticia se vendió como una renuncia voluntaria por el nacimiento del tercer hijo, lo cierto es que el uruguayo cazador descansó, trató sus rodillas y el resultado fue inmediato. Jugó sus mejores quince días de la temporada y, sin Messi, fue el gran líder del Barça por encima de jugadores como Coutinho que, se pensaba, darían un paso adelante. Su gol al Sevilla, su histórico hat-trick en la manita al Madrid y el doblete en Vallecas lanzaron al Barça. Aunque sin goles, también jugó un partido grande en Milán.
Después de volver de sus amistosos con la selección de Tabárez, Suárez volvió con cierta carga en la zona. No marcó en el Wanda y decidió volver a parar. Tal vez hace unos años no lo hubiera hecho. Obligado porque iba a perderse tres partidos oficiales, el Barça sí hizo entonces un comunicado anunciando que el jugador iba a someterse a una “terapia biológica a base de células madre”. El charrúa no jugó contra PSV, Villarreal, Cultural pero volvió nuevo: marcó en el derbi ante el Espanyol y contra el Levante. Pero no fueron sólo los goles. También las sensaciones. En el derbi fue un suplicio para los centrales del Espanyol. El domingo, marcó el primer gol e inició la jugada del 0-4. A día de hoy, Suárez en el Barça es mucho más que un goleador. Es el futbolista que va limpiando defensas para que Messi serpentee con menos obstáculos. Las células madre funcionan y, aunque él mismo admite que es normal que el club empiece a buscarle recambio, encontrar uno como él va a resultar realmente difícil.