El gurú de Jair Bolsonaro

Es un filósofo, astrólogo y youtuber de 71 años que vive en un bosque de Virginia. Es tan influyente que ya logró “nombrar” a dos ministros. Niega el cambio climático y asegura que Soros, Facebook y China son parte de una conspiración globalista

Gustavo Sierra
Especial para Infobae America
El gurú intelectual del presidente de Brasil que asume en el Año Nuevo es un astrólogo profesional, columnista de controvertidos artículos en diarios y revistas, filósofo, bloguero, negacionista del cambio climático y del SIDA, y vive en una zona rural del estado de Virginia, en Estados Unidos. Se llama Olavo de Carvalho. Su libro "Lo mínimo que se necesita saber para no ser un idiota" estaba destacado en el escritorio de Jair Bolsonaro cuando dio su discurso de victoria tras ganar las elecciones de octubre. Y es tan influyente que ya logró que nombraran como ministros a dos personas que él recomendó, el de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez, y el canciller Ernesto Araújo. Él dice que el único puesto que le gustaría ocupar es el de embajador en Washington. Bolsonaro lo decidirá en los primeros días de su mandato.


Carvalho fue comunista en su juventud y después abjuró para convertirse en un ferviente anticomunista. Fue cuando comenzó a escribir artículos para Jornal do Brasil, O Globo, Jornal da Tarde, Época y Zero Hora. Y dar cursos de Astrología en la Universidad de San Pablo. Al mismo tiempo se dedicó a la Filosofía. De acuerdo a su biografía oficial, su posición "está fundamentada en la defensa de los principios metafísicos de las Antiguas Civilizaciones y el combate a la pérdida del sentido simbólico del universo". Esto lo tradujo en sustentar las posiciones de extrema derecha y ser un admirador del Tea Party, los populistas defensores de las armas y antiinmigrantes que apoyan a Donald Trump.

Sus ideas ahora son esparcidas por un blog que tiene más de medio millón de seguidores. Allí se explaya sobre sus temas favoritos: el antiglobalismo, el anticomunismo, el negacionismo del cambio climático, la defensa de la dictadura militar, las libertades individuales y el cristianismo. Cree que el inversionista húngaro George Soros, Facebook y China son parte de una conspiración globalista. Y comparó a Bolsonaro con George Washington. También denosta a figuras que ocupan un lugar destacado en la historia de las ciencias. A Isaac Newton lo acusa de haber "diseminado el virus de la ignorancia en la Tierra", dice que Giordano Bruno "no hizo ningún descubrimiento importante" y que "no fue condenado por sus teorías científicas sino por sus prácticas de brujería", y de Galileo que sólo introdujo el "charlatanismo".

Carvalho sacó de la oscuridad al diplomático de carrera Ernesto Araújo y lo recomendó al círculo íntimo del presidente electo. Bolsonaro lo nombró de inmediato como su ministro de Relaciones Exteriores. Carvalho conoció las ideas de Araújo a través de su blog personal llamado "Cambio climático, una conspiración marxista" donde se quejaba de la supuesta "criminalización" de las relaciones heterosexuales, el petróleo y la carne roja. "Empecé a leer el blog y dije: ¡Este tipo es un genio! ¡Tiene que ser el canciller!", relató Carvalho al editor de la prestigiosa revista Americas Quarterly. "Entiende que el riesgo del globalismo es real … es cristiano, y hará lo mejor que pueda".

Esta semana, Araújo le devolvió el cumplido en un artículo que publicó en la revista conservadora estadounidense The New Criterion. "La Divina Providencia unió las ideas de Olavo de Carvalho y la determinación y el patriotismo del presidente electo Jair Bolsonaro", escribió quien a partir del martes será el canciller brasileño.

Luego vino el turno de Ricardo Vélez Rodríguez, un filósofo y profesor emérito de la Escuela de Comando del Estado mayor del Ejército, que Carvalho recomendó como ministro de Educación. Apenas fue electo, Bolsonaro había elegido a otra persona para ese puesto, Mozart Ramos, un moderado de origen colombiano, doctor en química y ex rector de una universidad federal. Pero chocó contra la llamada "bancada evangélica", el bloque de diputados y senadores que representa los intereses de ese sector religioso. Mozart había llegado a Bolsonaro por la vía de Vivianne Senna, presidenta del instituto Ayrton Senna y hermana del corredor de F1 fallecido. Pero no era suficientemente cristiano y conservador para los estándares de estos religiosos ultra-derechistas y populistas.

Carvalho comparte la visión de Bolsonaro de que el "mayor error" de la dictadura de 1964-85 fue "torturar a los opositores en lugar de asesinarlos". En la entrevista con Americas Quarterly se explayó así: "Vemos toda la miseria que crearon esos tipos. Mira, ¿cuántos comunistas había en Brasil en ese entonces? ¿20.000? Matas a 20.000 personas en ese entonces, y habrías salvado a 70.000 brasileños al año".

Este filósofo-astrólogo difunde estas ideas a través de las redes sociales que maneja con maestría. El analista de medios citado por la revista Veja, Filipe Vilicic, vio decenas de videos posteados por Carvalho y leyó con detalle lo que escribe en su blog. Dice que el lenguaje de Carvalho, cuando habla o escribe, estuvo adelantado a su tiempo. Ya en los libros que escribió en los años noventa usaba una manera de comunicarse del estilo de WhatsApp o Twitter. Con frases muy cortas y directas, conceptos básicos del tipo de los que se viralizan hoy en las redes y muchas, muchas "fake news". "Es una especie de youtuber de la filosofía instantánea", dijo Vilicic.

Mientras espera a que Bolsonaro lo nombre como embajador o lo lleve a Brasilia para que sea su principal asesor, al estilo de lo que es Jaime Durán Barba para el gobierno de Mauricio Macri en Argentina, Carvalho, de 71 años, sigue viviendo en su casa del bosque, cerca de Richmond, la capital de Virginia, junto a su esposa 25 años más joven y su mastín inglés llamado Big Mac.

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