Cuba entra en default parcial con Brasil, en medio de tensiones

Cuba, EFE
Una parte de la deuda de Cuba con Brasil, importante proveedor de alimentos de la isla, entró en “default” esta semana mientras otra fracción está atrasada, en medio de crecientes tensiones entre ambos países.
Cuba pagó en junio sólo dos de los ocho millones de dólares correspondientes a ese mes, por deudas con el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) y el Programa de Exportaciones (PROEX), respaldadas por el tesoro brasileño, dijo a la AFP una fuente diplomática de ese país.


Esa deuda de junio acaba de superar los 180 días, situación que se considera un “default”, añadió la fuente, que pidió anonimato.

El resto de las cuotas, desde julio hasta noviembre, se toman como atrasadas.

Según informó una misión brasileña que visitó Cuba en octubre, al cierre de diciembre la deuda total atrasada de 2018 superará los 100 millones de dólares.



Las deudas son por la construcción del puerto de Mariel (BNDES) y la compra de alimentos (PROEX). La activación de los seguros ante una deuda impaga ya ocurrió, según el gobierno de Brasil.

“En el caso de los financiamientos del BNDES (…) amparados por el Fondo de Garantía a la Exportación (estatal), el plazo de seis meses para solicitar la indemnización referente a la cuota vencida en junio de 2018, fue alcanzado”, dijo el ministerio de Hacienda brasileño ante una consulta de la AFP.

“El BNDES, como entidad garantizada, requirió la indemnización de la Unión (estado brasileño), como garante, que hará el pago de la cuota en hasta 30 días”, agregó.

En el caso del PROEX, no es una deuda asegurada sino que se utilizan recursos directos del Tesoro. Se trata de un crédito revolvente, es decir, que una vez pagado el dinero queda disponible para nuevas compras.



“El gobierno brasileño está empeñando esfuerzos para la recuperación de todos los créditos referentes a financiamientos de exportaciones brasileñas a Cuba”, agregó Hacienda.

Según informaron una fuente diplomática y otra empresarial, la cancillería brasileña envió a inicios de este mes una carta al vicepresidente del gobierno cubano, Ricardo Cabrisas, detallando la situación de la deuda.

Cabrisas es reconocido como un exitoso renegociador de la deuda externa cubana, entre ellas las del Club de París. Tanto así que Europa es hoy el mayor socio comercial de la isla.

Una deuda atrasada impide a Cuba acceder a nuevos créditos y obliga a Itamaraty a reportar la situación ante organismos internacionales.

Sin embargo, Cuba puede aún comprar directamente en efectivo a empresas brasileñas, algo que ha hecho en las últimas semanas, según una fuente diplomática brasileña.

La deuda total de Cuba con el BNDES de Brasil asciende a 597 millones de dólares, por un plazo de 25 años. Con el PROEX es de 100 millones de euros.

Los préstamos con el BNDES fueron tomados durante la administración del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), aliado del Partido Comunista de Cuba (PCC) que actualmente dirige Raúl Castro.

Tras la destitución de Dilma Rousseff, el gobierno de Cuba no reconoció a su sucesor, Michel Temer. La relación se complica ahora que el derechista Jair Bolsonaro gobernará Brasil desde el 1° de enero, y ya adelantó que Cuba no está invitada a su investidura.

En noviembre, La Habana dispuso la salida de territorio brasileño de más de 6.000 médicos que formaban parte de un programa de salud, tras las críticas del presidente electo sobre los profesionales cubanos.

Bolsonaro considera que los médicos operaban bajo condiciones de “trabajo esclavo” al permanecer separados de sus familias y recibir solo una parte de su salario, ya que el resto era para el gobierno cubano.

En octubre, el diplomático brasileño Orlando Leite viajó a Cuba como enviado del gobierno para conversar con sus autoridades.

Según detalló, en aquel encuentro La Habana pidió reprogramar el pago de sus deudas de 2018 y 2019, retomar los pagos a mediados de 2019 y, desde enero de 2020, pagar las parcelas normales más la parte reprogramada. La propuesta no fue formalizada.

Cuba justificó sus atrasos en los efectos del huracán Irma sobre sus cosechas y en el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, que dificulta la transferencia de dinero a través de instituciones bancarias internacionales.

Esta semana, en una reunión con parlamentarios, el presidente Miguel Díaz-Canel dijo que el plan económico para 2019 implica “pagar más deuda que adquirir crédito (…) para bajar el endeudamiento”, hasta que Cuba esté “en una situación que sea más cómoda para operar”.

“Aquí lo que no se puede tener es deuda vencida, que es lo que desacredita, que es lo que crea desconfianza”, aseguró.

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