Coutinho, en tierra de nadie

Vuelve a Valencia, donde marcó su primer gol y luego hizo su primer hat-trick de azulgrana. Este año ha bajado algo su producción y llega algo decaído.

Juan Jiménez
As
Valencia le sienta bien a Coutinho. En Mestalla marcó su primer gol como jugador del Barça el 8 de febrero de 2018. Un escorzo precioso después de un centro de Suárez que pasaportó al Barça a la final del Wanda. El 13 de mayo volvió a la ciudad del Turia, a otro estadio, el Ciutat de Valencia, y se marcó un hat-trick contra el Levante aunque sus tres goles, dos de ellos algo afortunados con ayuda de rechaces a disparos lejanos, no sirvieron para evitar la primera derrota del Barça en LaLiga en la jornada 37. Seguramente, cuatro goles en dos partidos fuesen motivo más que suficiente para esbozar una sonrisa de vuelta a Valencia. Pero Coutinho no está con ganas de reír.


Salvo sorpresa, el ex jugador del Liverpool será suplente contra el Levante. El regreso de Messi y los números de Dembélé le han dejado sin sitio titular. Aunque, lo que realmente le sacó del equipo fue su lesión en Milán. Después de jugar un partido muy redondo contra el Inter, el Barça anunció que sufría una pequeña rotura de fibras. Su regreso no se ha producido en las mejores condiciones. Contra PSV y Villarreal jugó 70 y 80 minutos respectivamente y no convenció. Ante el Espanyol, primer día en el que fue ‘oficialmente’ suplente porque Messi, Suárez y Dembélé estaban disponibles, sólo jugó 22 minutos de trámite. Contra el Tottenham ya jugó todo el partido. Estrelló dos balones en los postes pero no fue constante. Sólo ofreció chispazos, de calidad eso sí, y dio la sensación de sentirse algo incómodo, como sabedor de que hubiera perdido el sitio en el equipo.

Coutinho ha bajado algo sus números. La temporada pasada, en 22 partidos oficiales, marcó 10 goles y dio 6 asistencias. Este curso, sin embargo, sólo lleva 5 goles y 4 pases de gol en 20 partidos. Supone un descenso algo significativo. El brasileño, indiscutible, vive en una contradicción. Fichado como téórico relevo de Iniesta, el año pasado jugó como interior en el 4-4-2 del Txingurri. Este año, Valverde y Coutinho parecían listos para el salto. El plan A era que jugase como interior. Sin embargo Valverde, amante del equilibrio, entendió pronto que un equipo con Coutinho, Dembélé, Suárez y Messi podía ser un recurso, pero no un plan. El equipo se rompía atrás. Con Dembélé en su mundo, el cambio no pareció afectar el estatus de titular del brasileño. Jugaría con Messi y Suárez arriba como en Wembley ante el Tottenham. Su posición más adelantada permitiría la entrada de un interior, Arthur o Vidal, para equilibrar al equipo en el medio.

Pero Coutinho se lesionó en Milán. Vidal y Arthur, juegue quien juegue, funcionan; y a Dembélé lo aguantan unos números descomunales. Mejores, entre otras cosas, que los del brasileño. Así que Coutinho se ha quedado en tierra de nadie. “Es fundamental para nosotros, jugará muchos partidos y muchos de titular”, insiste Valverde. Pero el brasileño está incómodo. Y a Valencia llega sin sonreír.

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