Venezuela: Sucesión de escándalos ¿Algo pasará?

Eleonora Bruzual
Infobae
Estoy muy preocupada, bastante más que lo que están otros que más bien se inclinan por la euforia ante las sanciones y condenas que en el extranjero se les están aplicando a chavistas, socios y amigotes. Y la preocupación no es infundada, es bien concreta porque nada conviene más a los narcochoros empoderados y a su "Oposición light" que nos aturdamos y perdamos el foco que no es otro que luchar a brazo partido por la liberación de Venezuela que solo con la fuerza combativa del ciudadano honesto es posible.


Mi preocupación es concreta y aunque estoy feliz de ver caer corruptos gracias a las pesquisas y condenas que tanto la justicia norteamericana como instituciones y gobiernos europeos están llevando a cabo, esto no nos debe distraer y olvidar que tenemos que desenmascarar y combatir con el mismo ahínco a esa seudo oposición política que le interesa que este espanto de corrupción y saqueo continúe porque les conviene, les enriquece y con Maduro y su banda, volviendo a parafrasear a Forrest Gump el inolvidable personaje del escritor Winston Groom "Son como pan y mantequilla"…

Mi preocupación nace de constatar como el descaro y la amoralidad son vistas con absoluta normalidad por cientos de miles que se consideran virtuosísimos y no exigen a periodistas, economistas, e influencers convencidos de la santidad de vivarachos y ladrones que digan algo –por ejemplo- de Raúl Gorrín dueño de Globovisión y de sopotocientas otras empresas, propiedades y cuentas bancarias milmillonarias. Que digan cómo habiendo nacido "en el seno de una familia humilde" como él mismo refiere, ahora no tiene dónde echar y esconder tantos miles de millones con los que ha sobornado a políticos opositores y ha colocado conveniente bozal de dólares a vergonzantes opinadores y comunicadores que ni una mención hacen del caso… Mi preocupación es –por nombrar solo un hecho- que nadie se pregunta de dónde saca un periodista que ni se ganó un Kino ni viene de familia adinerada para tener a los hijos estudiando en Estados Unidos y cómo pagó las costosas matriculas de esas universidades… Las preguntas de los ciudadanos logran clarificar turbias connivencias.

Mi preocupación la agudiza la calaña de un montón de pícaros que gracias a la MUD y sus diferentes franquicias son legisladores que bastantes pasajes, estadías vacacionales mil millonarias, y otros "Emolumentos" recibieron y reciben de bandidos de una audacia que la alimenta la misma complicidad de quienes fueron elegidos para frenar una depredación que no tiene paragón en ninguna otra parte del mundo y en vez de frenarla la han agudizado. Legisladores porcunos que estoy segura que se sobaban las manos cuando vieron que su "pitcher" de vaina no se convierte en el elegido por Mike Pence para ser el hombre de confianza para una eventual salida negociada para Nicolás Maduro y el resto de la banda que ostenta el Poder en Venezuela.

Patanes que maldicen e insultan a una mujer honesta y valiente como María Corina y frente al asco general que han causado, creen que con una disculpa estúpida donde escribe: "Quiero pedir excusas por los adjetivos utilizados en el audio que salió filtrado por las redes sociales dirigidos hacia la señora María Corina Machado. Es un audio privado, pero nada justifica el lenguaje utilizado" y con eso se olvida todo y a seguir empantanando a un Poder Legislativo que ya comienza a competir con el régimen en niveles de desprestigio y malandrería, una porqueriza opositora donde los jefes – o si se quiere- los capos máximos de Primeo Justicia ni se dan por aludidos ante la asquerosa condición de José Brito, diputado de ese partido al que metieron en listas en las cuales con seguridad hay bastantes iguales… Silencio de Julio Borges, de Enrique Capriles al que ahora unas pobres beatas llaman "El flaco bello", silencio que no es nuevo en quienes han probado que para nada tienen prisa por sacar esta tragedia de la vida de millones de venezolanos y por el contrario, quieren que continúe porque con eso sacan jugoso rédito… Complicidad de aquellos que jamás recuerdan lo dicho por Simón Bolívar que aseguró: "La amistad tiene en mí un Templo y un Tribunal".

Preocupación porque olímpicamente se hacen los locos y nada refieren de lo dicho por el juez Steve M. Larimore de la corte del Distrito Sur del estado de la Florida tan claro al declarar que: "El estado de la crisis social política y económica de Venezuela, a través de la cual prosperan corruptos ecosistemas de varios miles de millones de dólares, están alimentando un río de fondos criminales que pasa a través del sur de la Florida, que se ha convertido en un centro internacional de lavado de dinero y en un destino deseable para prósperos criminales y cleptócratas"… Preocupación porque a más de tres décadas me topo con el mismo descaro y cinismo de aquellos que vanagloriándose de ser demócratas eufóricos hacían una oda servil al tirano Fidel Castro y después aplaudieron y apoyaron a un militar golpista. Angustia porque pareciera que como en aquel momento no nos damos cuenta de cuán mal estábamos como sociedad. Que Venezuela tiene demasiado tiempo penetrada por el mal y esto pareciera que se nos hizo más que aceptable. Desasosiego porque ese combo opositor que bien sabe lo que realmente haría que esta Narcotiranía saliera de nuestro país nada dice y menos hace para que la pandilla gobernante sea señalada como patrocinadores del terrorismo, sabiendo muy bien que la administración de Trump podría agregar a Venezuela a esa lista lo que tendría consecuencias tanto políticas como económicas que acelerarían el final de este horror.

Basta ya de tanta complicidad cuando es evidente que Trump ha endurecido sus políticas con el régimen de Nicolás Maduro no porque sea caprichoso y no son las continuas violaciones a los derechos humanos lo que más le preocupa. La verdad y a lo que tenemos que contribuir es a que la administración Trump coloque a esta guarida en la que nos convirtieron Venezuela en la lista de países que son una amenaza a la seguridad de EEUU que es lo contundente, lo resolutorio porque implican un peligro para ellos. Basta de conchupancia disfrazada de temor por lo que puede causarnos la prohibición de transacciones financieras, los embargos comerciales, y hasta la interrupción de compra de petróleo. Basta porque la tragedia larga cuidado como vitalicia que arropó a Cuba ya hace 60 años, aquí lleva 20 y contando…

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