LA FINAL SERÁ FUERA DE ARGENTINA EL DÍA 8 O 9 DE DICIEMBRE EN SEDE Y HORARIO A DEFINIR.
Asunción, AS
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, señaló en conferencia de prensa que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores se jugará entre el 8 o 9 de diciembre, pero se realizará fuera de Argentina debido a los incidentes que ocurrieron el fin de semana donde resultaron heridos los jugadores de Boca Juniors tras un ataque a su bus por los hinchas de River Plate.
Boca recurrirá al TAS en caso de negativa de la Conmebol
Boca Juniors confía en que el Tribunal de Disciplina de la Conmebol le dé la razón en su recurso y le dé por ganador en el encuentro de revancha ante River Plate que tuvo que ser postergado por el apedreamiento del bus en el que viajaba hasta el Monumental. El conjunto Xeneize alega que los hechos fueron lo suficientemente graves como para que River sea eliminado de la competición, algo que ya les ocurrió a ellos en 2015 cuando sus barras echaron gas pimienta a los jugadores de River en el entretiempo de los octavos de la Copa Libertadores. Boca fue suspendido de oficio por aquello.
De no producirse este fallo favorable, y en caso de que Conmebol obligue a que el encuentro se juegue, el cuadro Xeneize tiene decidido ir hasta el fondo de la cuestión y recurrir incluso al TAS. El Tribunal de Arbitraje Deportivo sería el encargado de dirimir qué ocurriría con el partido, aunque su decisión alterara el calendario hasta límites que se desconocen.
El 15 de diciembre, uno de los dos equipos, o River o Boca, deberán estar ya en Abu Dabi como campeón de América para la disputa del Mundial de Clubes, y un recurso al TAS por parte de Boca descubre un panorama que alteraría por completo. La FIFA se vería en un serio problema al tener que contar con un campeón cuyo título estaría en duda a la espera de la decisión del TAS.
Traición
El presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, acusó a su homólogo de Boca, Daniel Angelici, de traición luego de que apelara al Tribunal de Disciplina de la Conmebol por los incidentes violentos en Buenos Aires que derivaron en la suspensión de la superfinal de la Copa Libertadores.
“No hay ninguna posibilidad de que le den por ganado el partido a Boca. Si sucede, será una vergüenza absoluta y total, una de las más grandes traiciones que puede hacer alguien”, dijo D’Onofrio ayer al canal América.
D’Onofrio acusó a Angelici de traicionar su palabra por haber recurrido al tribunal luego de que ambos firmaran el sábado un acta a instancias de la Conmebol en el que se comprometían a jugar la final posteriormente.
En ese momento, los jugadores de Boca recién habían sido agredidos por un grupo de barrabravas, que lanzó piedras contra el autobús que los llevaba al estadio Monumental, donde debía disputarse el partido de vuelta de la superfinal de la Libertadores.
“Quiero que Angelici me defienda personalmente sus argumentos. Tano (apodo de Angelici), ¿qué pasó que ahora se dio vuelta todo?”, se preguntó.
En su presentación ante la Conmebol, Boca Juniors se basa en los antecedentes de 2015 cuando por una agresión a los jugadores de River se descalificó a Boca en los octavos de final de la Libertadores y se le dio por ganado el partido al rival.