Tres días de protestas en Francia contra alza de combustibles
Francia, AFP
Los manifestantes que protestan por el alza de los precios del combustible en Francia seguían bloqueando este lunes por tercer día consecutivo depósitos de carburante y carreteras en todo el país.
A primera hora del lunes, se registraban 110 acciones en todo el país, según una fuente policial, muy lejos de las más de 2.000 contabilizadas el sábado y las 150 del domingo.
La movilización “no es tan grande como el sábado”, señaló en la cadena CNews Laurent Nuñez, secretario de Estado del ministerio del Interior.
El sábado, unas 290.000 personas se manifestaron contra el alza de los precios del combustible y la caída del poder adquisitivo, bloqueando carreteras, rotondas, supermercadoa y levantando las barreras de los peajes en toda Francia.
El domingo, según estimaciones de la policía, salieron a manifestarse unas 46.000 personas en todo el país.
Una persona murió atropellada y más de 400 resultaron heridas durante las protestas este fin de semana.
Frente a este movimiento que surgió en las redes sociales, al margen de los sindicatos y los partidos políticos, el gobierno ha dejado claro que no dará marcha atrás.
“El rumbo que hemos trazado es bueno y lo mantendremos”, dijo el domingo el primer ministro Edouard Philippe, pero aseguró que había escuchado el “enojo” y el “sufrimiento” de los manifestantes.
Frente a la intransigencia del ejecutivo, los llamados “chalecos amarillos” pidieron “bloquear” París el próximo sábado.
Concretamente, el ejecutivo se dispone a aplicar a partir de 2019 un impuesto sobre las emisiones de carbono, que supondrá un aumento de 6,5 céntimos de euro por litro de gasóleo y de 2,9 céntimos por litro de gasolina.
Al alza de los precios de los carburantes se han sumado otras reivindicaciones, de manera que los “chalecos amarillos” representan ya un movimiento más amplio de protesta contra la política del gobierno y en particular las medidas fiscales que pesan sobre el poder adquisitivo.
“Conduzco 90 km todos los días y mi esposa no trabaja. Vivimos con mi único salario. Gastamos 150 euros de combustible al mes, se está volviendo insostenible”, señaló un manifestante cerca de un depósito en el sur de Francia.
Según un sondeo publicado el domingo en el semanario Le Journal du Dimanche, el 62% de los encuestados considera que es necesario “dar prioridad al poder adquisitivo, aunque ello signifique un menor ritmo en la transición energética” en los próximos años.
Los manifestantes que protestan por el alza de los precios del combustible en Francia seguían bloqueando este lunes por tercer día consecutivo depósitos de carburante y carreteras en todo el país.
A primera hora del lunes, se registraban 110 acciones en todo el país, según una fuente policial, muy lejos de las más de 2.000 contabilizadas el sábado y las 150 del domingo.
La movilización “no es tan grande como el sábado”, señaló en la cadena CNews Laurent Nuñez, secretario de Estado del ministerio del Interior.
El sábado, unas 290.000 personas se manifestaron contra el alza de los precios del combustible y la caída del poder adquisitivo, bloqueando carreteras, rotondas, supermercadoa y levantando las barreras de los peajes en toda Francia.
El domingo, según estimaciones de la policía, salieron a manifestarse unas 46.000 personas en todo el país.
Una persona murió atropellada y más de 400 resultaron heridas durante las protestas este fin de semana.
Frente a este movimiento que surgió en las redes sociales, al margen de los sindicatos y los partidos políticos, el gobierno ha dejado claro que no dará marcha atrás.
“El rumbo que hemos trazado es bueno y lo mantendremos”, dijo el domingo el primer ministro Edouard Philippe, pero aseguró que había escuchado el “enojo” y el “sufrimiento” de los manifestantes.
Frente a la intransigencia del ejecutivo, los llamados “chalecos amarillos” pidieron “bloquear” París el próximo sábado.
Concretamente, el ejecutivo se dispone a aplicar a partir de 2019 un impuesto sobre las emisiones de carbono, que supondrá un aumento de 6,5 céntimos de euro por litro de gasóleo y de 2,9 céntimos por litro de gasolina.
Al alza de los precios de los carburantes se han sumado otras reivindicaciones, de manera que los “chalecos amarillos” representan ya un movimiento más amplio de protesta contra la política del gobierno y en particular las medidas fiscales que pesan sobre el poder adquisitivo.
“Conduzco 90 km todos los días y mi esposa no trabaja. Vivimos con mi único salario. Gastamos 150 euros de combustible al mes, se está volviendo insostenible”, señaló un manifestante cerca de un depósito en el sur de Francia.
Según un sondeo publicado el domingo en el semanario Le Journal du Dimanche, el 62% de los encuestados considera que es necesario “dar prioridad al poder adquisitivo, aunque ello signifique un menor ritmo en la transición energética” en los próximos años.