Prófugo de la justicia ecuatoriana, Rafael Correa evalúa la posibilidad de pedir asilo en Bélgica
El ex presidente denunció que es objeto de "una persecución brutal" en su país, pero desmintió informes periodísticos de que ya hizo la solicitud en el que es actualmente su país de residencia
Infobae
El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa, prófugo de la justicia y que ha sido llamado a juicio por un delito de secuestro en Ecuador, aseguró el jueves a Efe que aún no ha solicitado asilo en Bélgica, donde actualmente reside, pero "estudia" la posibilidad.
"Lo sigo estudiando, utilizaré todos los derechos que tengo para defenderme y a mi familia", aseguró en una conversación telefónica.
Las declaraciones de Correa llegaron como desmentida, después de que varios medios publicaran que el ex mandatario había solicitado el asilo el 25 de junio pasado, días antes que la justicia ecuatoriana dictara sentencia en su contra.
En un tono de voz que denotaba preocupación, Correa insistió en que es objeto de "una persecución brutal" tras conocerse el auto de llamamiento a juicio que dictó el miércoles la jueza nacional ecuatoriana Daniella Camacho en su contra, como presunto autor intelectual del delito de secuestro del opositor y ex asambleísta Fernando Balda.
Interpelado acera de una eventual solicitud de asilo en Bélgica, donde reside desde julio de 2017 y de donde es oriunda su esposa, Correa matizó: "Nosotros lo daremos a conocer en el momento oportuno", sin ofrecer más detalles.
El juicio contra Correa solo podría iniciarse en caso de que regresara al país o fuera capturado y extraditado, por lo que una eventual solicitud de asilo podía tratarse de una salida a su situación legal.
Correa descartó un eventual regreso a Ecuador para el juicio, al que califica como un "fraude total". De no presentarse, no podría volver al país durante siete u ocho años hasta que el delito prescriba.
Mientras tanto, anunció que llevaría el caso ante la justicia internacional, como el "sistema interamericano".
Sus consejeros jurídicos, Christophe Marchand y Ludovic Hennebel, denunciaron en septiembre ante el Relator Especial de la ONU sobre la independencia judicial que el proceso contra su cliente "viola sistemáticamente las reglas de un juicio justo" y busca evitar su participación en "vida política del Ecuador".
El ex mandatario, que gobernó entre 2007 y 2017 y sobre el que pesa una petición ecuatoriana de arresto a Interpol por incumplimiento de medidas cautelares, acusa al poder judicial de su país de falta de independencia.
La magistrada Camacho solicitó en julio a Interpol la difusión roja contra Correa con fines de extradición por su incomparecencia judicial e incumplimiento de medida cautelar, sobre la que el organismo internacional no se ha pronunciado oficialmente.
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El ex presidente ecuatoriano Rafael Correa, prófugo de la justicia y que ha sido llamado a juicio por un delito de secuestro en Ecuador, aseguró el jueves a Efe que aún no ha solicitado asilo en Bélgica, donde actualmente reside, pero "estudia" la posibilidad.
"Lo sigo estudiando, utilizaré todos los derechos que tengo para defenderme y a mi familia", aseguró en una conversación telefónica.
Las declaraciones de Correa llegaron como desmentida, después de que varios medios publicaran que el ex mandatario había solicitado el asilo el 25 de junio pasado, días antes que la justicia ecuatoriana dictara sentencia en su contra.
En un tono de voz que denotaba preocupación, Correa insistió en que es objeto de "una persecución brutal" tras conocerse el auto de llamamiento a juicio que dictó el miércoles la jueza nacional ecuatoriana Daniella Camacho en su contra, como presunto autor intelectual del delito de secuestro del opositor y ex asambleísta Fernando Balda.
Interpelado acera de una eventual solicitud de asilo en Bélgica, donde reside desde julio de 2017 y de donde es oriunda su esposa, Correa matizó: "Nosotros lo daremos a conocer en el momento oportuno", sin ofrecer más detalles.
El juicio contra Correa solo podría iniciarse en caso de que regresara al país o fuera capturado y extraditado, por lo que una eventual solicitud de asilo podía tratarse de una salida a su situación legal.
Correa descartó un eventual regreso a Ecuador para el juicio, al que califica como un "fraude total". De no presentarse, no podría volver al país durante siete u ocho años hasta que el delito prescriba.
Mientras tanto, anunció que llevaría el caso ante la justicia internacional, como el "sistema interamericano".
Sus consejeros jurídicos, Christophe Marchand y Ludovic Hennebel, denunciaron en septiembre ante el Relator Especial de la ONU sobre la independencia judicial que el proceso contra su cliente "viola sistemáticamente las reglas de un juicio justo" y busca evitar su participación en "vida política del Ecuador".
El ex mandatario, que gobernó entre 2007 y 2017 y sobre el que pesa una petición ecuatoriana de arresto a Interpol por incumplimiento de medidas cautelares, acusa al poder judicial de su país de falta de independencia.
La magistrada Camacho solicitó en julio a Interpol la difusión roja contra Correa con fines de extradición por su incomparecencia judicial e incumplimiento de medida cautelar, sobre la que el organismo internacional no se ha pronunciado oficialmente.