Migrantes entran en un compás de espera por cambio de Gobierno en México

México, EFE
La situación de los migrantes centroamericanos estancados en Tijuana entró hoy en un nuevo compás de espera con el comienzo de una huelga de hambre, mientras aguardan la entrada el sábado del nuevo Gobierno mexicano.
Para agravar aún más su situación, el mayor albergue donde se concentra la mayoría de los migrantes sufrió una inundación por la intensa lluvia caída.


La sobresaturación que existe en el albergue instalado en un centro deportivo y que ocupan más de 6.000 personas ha obligado a las autoridades a analizar dónde y cómo abrir un segundo albergue, más aún después de la inundación padecida hoy.

El cambio impacta en la estructura del Instituto Nacional de Migración (INM), principal organismo implicado en la estancia de los migrantes, que depende de la Secretaría de Gobernación, al igual que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

“Hemos platicado con gente del Gobierno entrante y del Gobierno saliente y las promesas siguen, ya tenemos mucho tiempo y la situación no está como para seguir esperando”, dijo Irineo Mujica, integrante de la Organización Pueblos Sin Fronteras.



“Habían dicho que iban a cambiar (a los migrantes) y no los han cambiado y la huelga de hambre es una manera pacífica de presionar”, añadió.

La intermitente pero intensa lluvia provocó que los centroamericanos, que se encontraban dentro del albergue, comenzarán a salir de lugar debido a que la cantidad de agua provocó graves inundaciones.

Los migrantes señalaron que todas sus pertenencias se mojaron y que no podían permanecer dentro por lo que estaban buscando un lugar “donde secarse”.

Pero las autoridades de los tres niveles de Gobierno, federal, estatal y municipal, aún debaten sobre dónde reubicarlos.



El martes por la noche, el gobernador de Baja California, Francisco Vega, aseguró que el Instituto Nacional de Migración (INM) será el encargado de pagar la renta del nuevo albergue.

A pesar de esa posible ayuda, precisó que faltan más recursos, porque en lugar que se designe se deben instalar cocina, comedor, sanitarios y regaderas.

El mandatario estatal estimó que alimentar a los más de 6.000 migrantes costará unos 16 millones de pesos mensuales (unos 800.000 dólares), “lo que es difícil atender dada la crisis financiera por la cual atraviesa el Estado”.

Según datos de autoridades mexicanas, unos 9.000 centroamericanos llegaron a México desde el 19 de octubre en distintos grupos, de los cuales más de 7.000 arribaron a Mexicali y Tijuana, estado de Baja California, para desde allí pedir asilo en Estados Unidos y otros 2.000 se ubican en otras parte del país.

En el albergue, las autoridades municipales señalaron en su último registro que había 6.151 personas, 520 niñas, 548 niños, 1.147 mujeres y 3.877 hombres.

Amnistía Internacional denunció el martes que el proceso para pedir asilo no es transparente, ya que “las autoridades estadounidenses y mexicanas exigen ilícitamente a las personas solicitantes de asilo que se inscriban en una lista en el lado de Tijuana en lugar de permitir que soliciten asilo directamente en la frontera”

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