La Juve celebra con Cristiano el mejor arranque de su historia
Nunca había sumado 31 puntos en 11 jornadas. El exmadridista dio su sexta asistencia para el 3-1 de Cuadrado. Dybala abrió el marcador después de 40’'.
Mirko Calemme
As
Era complicado mejorarse tras siete scudetti consecutivos, pero la Juventus, con la llegada de Cristiano, lo está consiguiendo. El 3-1 ante el Cagliari, más sufrido de lo que cuenta el marcador, le hizo sumar al conjunto de Turín 31 puntos en 11 jornadas, algo nunca visto en la historia del club. Y, obviamente, mantiene a Nápoles e Inter a distancia de seguridad.
Antes del comienzo, el presidente Andrea Agnelli le entregó personalmente a Cristiano una camiseta que celebraba sus (más de) 400 goles entre Premier, LaLiga y Serie A, mientras los otros 21 jugadores le esperaban para arrancar. El tipo de detalles que al luso le encantan y que la Vecchia Signora, hasta ahora, nunca le ha negado.
La noche tenía pinta de una gran fiesta goleadora para los bianconeri, que abrieron la lata en la primera jugada: tras un error de Pisacane, Bentancur cedió a Dybala que, tras un par de remates y cayendo en el momento del remate, marcó el 1-0. Apenas habían pasado 40 segundos, y en la historia de la Juve sólo fue más rápido un tanto que Vidal marcó en 2012, también un 3 de noviembre, ante el Inter (18 segundos). El VAR tuvo trabajo para convalidar el gol, por un posible fuera de juego del argentino, y también, poco después, para un balón que Benatia cabeceó hacia su propia mano. No fue penalti, aunque el Cagliari de Maran no se rindió: Szczesny le sacó el empate a Pavoletti, pero no pudo hacer nada ante Joao Pedro, cuyo disparo se coló entre las piernas de Cancelo y en la portería.
En el peor momento para los de Allegri apareció Bradaric: el croata empujó en su portería un inocuo centro de Douglas Costa, volviendo a adelantar a los bianconeri, y después golpeó con el brazo un balón en su área, jugada que podía suponer un penalti y su segunda tarjeta amarilla. El colegiado, no obstante, le salvó considerando su toque con el hombro involuntario tras haber observado las imágenes del VAR. Para rematar una entretenida primera mitad, llegó un zurdazo de Cristiano que se topó con el poste, el tercero que el exmadridista golpeó en este campeonato, otra vez a pase de Douglas Costa.
Los conjuntos se concedieron una media hora más tranquila en la reanudación, que se encendió en sus últimos diez minutos. Pisacane le negó a Cristiano el gol del 3-1, Benatia hizo lo mismo ante Pavoletti y, en el saque de esquina siguiente, Srna perdió el balón y encendió el contragolpe decisivo. Cristiano, en su generosa versión
Mirko Calemme
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Era complicado mejorarse tras siete scudetti consecutivos, pero la Juventus, con la llegada de Cristiano, lo está consiguiendo. El 3-1 ante el Cagliari, más sufrido de lo que cuenta el marcador, le hizo sumar al conjunto de Turín 31 puntos en 11 jornadas, algo nunca visto en la historia del club. Y, obviamente, mantiene a Nápoles e Inter a distancia de seguridad.
Antes del comienzo, el presidente Andrea Agnelli le entregó personalmente a Cristiano una camiseta que celebraba sus (más de) 400 goles entre Premier, LaLiga y Serie A, mientras los otros 21 jugadores le esperaban para arrancar. El tipo de detalles que al luso le encantan y que la Vecchia Signora, hasta ahora, nunca le ha negado.
La noche tenía pinta de una gran fiesta goleadora para los bianconeri, que abrieron la lata en la primera jugada: tras un error de Pisacane, Bentancur cedió a Dybala que, tras un par de remates y cayendo en el momento del remate, marcó el 1-0. Apenas habían pasado 40 segundos, y en la historia de la Juve sólo fue más rápido un tanto que Vidal marcó en 2012, también un 3 de noviembre, ante el Inter (18 segundos). El VAR tuvo trabajo para convalidar el gol, por un posible fuera de juego del argentino, y también, poco después, para un balón que Benatia cabeceó hacia su propia mano. No fue penalti, aunque el Cagliari de Maran no se rindió: Szczesny le sacó el empate a Pavoletti, pero no pudo hacer nada ante Joao Pedro, cuyo disparo se coló entre las piernas de Cancelo y en la portería.
En el peor momento para los de Allegri apareció Bradaric: el croata empujó en su portería un inocuo centro de Douglas Costa, volviendo a adelantar a los bianconeri, y después golpeó con el brazo un balón en su área, jugada que podía suponer un penalti y su segunda tarjeta amarilla. El colegiado, no obstante, le salvó considerando su toque con el hombro involuntario tras haber observado las imágenes del VAR. Para rematar una entretenida primera mitad, llegó un zurdazo de Cristiano que se topó con el poste, el tercero que el exmadridista golpeó en este campeonato, otra vez a pase de Douglas Costa.
Los conjuntos se concedieron una media hora más tranquila en la reanudación, que se encendió en sus últimos diez minutos. Pisacane le negó a Cristiano el gol del 3-1, Benatia hizo lo mismo ante Pavoletti y, en el saque de esquina siguiente, Srna perdió el balón y encendió el contragolpe decisivo. Cristiano, en su generosa versión