Isco: condena o reinserción
No fue titular en ningún partido con Solari y es el penúltimo jugador de campo en minutos con el argentino (51'). La decisión del técnico en Ipurua puede marcar su situación.
Sergio Gómez
As
Isco ha perdido su sitio en el Real Madrid con la llegada de Solari. No sólo no ha sido titular en ninguno de los cuatro partidos con el argentino, sino que es su penúltimo jugador de campo en minutos (51’): sólo Valverde ha jugado menos con el nuevo entrenador (44’). Preguntado en Vigo por la situación del malagueño, Solari dejó entrever que aún no había recuperado su mejor tono después de la operación de apendicitis que le tuvo casi un mes de baja (fue intervenido el pasado 25 de septiembre): “Sabemos de su calidad y lo especial que es en su posición. Lo conocemos todos. Está entrenándose para ponerse a tope. Salió de una operación delicada y no es fácil salir al cien por cien”. Después de esas declaraciones, Isco ha jugado dos buenos partidos con la Selección. La decisión de Solari el sábado en Ipurua puede marcarle: reinserción (titularidad) o condena (suplencia).
Isco ha pasado de importante con Lopetegui a prescindible con Solari. El malagueño reapareció tras la intervención quirúrgica el 20 de octubre, ante el Levante, y lo hizo de titular. Rol que repitió ante el Viktoria Plzen y el Barça, en el Camp Nou. En total, entre los tres últimos encuentros de Lopetegui sumó 204 minutos. Pero fue aterrizar Solari y el cielo se le nubló. No le incluyó en la lista contra el Melilla, en Copa. Aquel descarte fue interpretado como un descanso de cara al partido contra el Valladolid pues tampoco fueron convocados Modric, Kroos y Bale. Estos tres últimos sí fueron titulares en el José Zorrilla. Pero no Isco, que sólo disputó 34 minutos. En los dos siguientes partidos, su situación no mejoró. Frente al Viktoria Plzen fue suplente y sumó 17 minutos; contra el Celta ni siquiera jugó. Solari sólo ha utilizado al malagueño el 14% de los minutos; Lopetegui le usó el 62% del tiempo que le tuvo disponible…
Una nueva suplencia de Isco en Ipurua (sería la cuarta seguida) le colocaría en una posición delicada, aunque no desconocida. Con Zidane, el de Arroyo de la Miel vivió en una montaña rusa: la titularidad innegociable de Bale y Benzema, junto a Cristiano, unida a la confianza del francés en el trío Casemiro-Kroos-Modric en la media, le relegó a un segundo plano. En la 2016-17 fue ganando poco a poco protagonismo como pilar de aquella Unidad B clave en la conquista de la Liga a la vez que Bale perdía vuelo (y partidos) por las lesiones. Su empuje y las 'ausencias' del galés le impulsaron a la titularidad en la final de la Champions de Cardiff. Una situación que se repitió en Kiev, aunque durante la pasada temporada Isco también vivió momentos complicados. Con Zidane, jugó el 52% de los minutos que estuvo apto. Fue con Ancelotti (el 65%) y con Lopetegui (el 62%) con quienes se sintió más cómodo y asentado. Con Benítez estuvo en el campo el 62% de los minutos, pero tuvo algún rifirrafe con él…
La Selección es su refugio
Cuando arrecia la tormenta, Isco siempre encuentra refugio en la Selección. Lo hizo cuando Zidane no le tenía en sus planes (era fijo para Lopetegui) y lo ha hecho ahora, que también rema río arriba con Solari (Luis Enrique es 'fiel' al malagueño). El centrocampista vuelve tras un parón internacional en el que el seleccionador le ha utilizado el 100% de los minutos y él ha respondido con dos buenas actuaciones: dio una asistencia a Ceballos contra Croacia y una genialidad suya dio origen al gol de Brais Méndez ante Bosnia. Frente a los bosnios, incluso, lució el brazalete de capitán debido a la ausencia de Sergio Ramos. Así regresa al Madrid, como uno de los estandartes de la Selección. Solari decidirá si esos 180 minutos con España le han convencido para instalarle en el once ante el Eibar o, por el contrario, le sigue ‘condenando’ con su cuarta suplencia seguida...
Sergio Gómez
As
Isco ha perdido su sitio en el Real Madrid con la llegada de Solari. No sólo no ha sido titular en ninguno de los cuatro partidos con el argentino, sino que es su penúltimo jugador de campo en minutos (51’): sólo Valverde ha jugado menos con el nuevo entrenador (44’). Preguntado en Vigo por la situación del malagueño, Solari dejó entrever que aún no había recuperado su mejor tono después de la operación de apendicitis que le tuvo casi un mes de baja (fue intervenido el pasado 25 de septiembre): “Sabemos de su calidad y lo especial que es en su posición. Lo conocemos todos. Está entrenándose para ponerse a tope. Salió de una operación delicada y no es fácil salir al cien por cien”. Después de esas declaraciones, Isco ha jugado dos buenos partidos con la Selección. La decisión de Solari el sábado en Ipurua puede marcarle: reinserción (titularidad) o condena (suplencia).
Isco ha pasado de importante con Lopetegui a prescindible con Solari. El malagueño reapareció tras la intervención quirúrgica el 20 de octubre, ante el Levante, y lo hizo de titular. Rol que repitió ante el Viktoria Plzen y el Barça, en el Camp Nou. En total, entre los tres últimos encuentros de Lopetegui sumó 204 minutos. Pero fue aterrizar Solari y el cielo se le nubló. No le incluyó en la lista contra el Melilla, en Copa. Aquel descarte fue interpretado como un descanso de cara al partido contra el Valladolid pues tampoco fueron convocados Modric, Kroos y Bale. Estos tres últimos sí fueron titulares en el José Zorrilla. Pero no Isco, que sólo disputó 34 minutos. En los dos siguientes partidos, su situación no mejoró. Frente al Viktoria Plzen fue suplente y sumó 17 minutos; contra el Celta ni siquiera jugó. Solari sólo ha utilizado al malagueño el 14% de los minutos; Lopetegui le usó el 62% del tiempo que le tuvo disponible…
Una nueva suplencia de Isco en Ipurua (sería la cuarta seguida) le colocaría en una posición delicada, aunque no desconocida. Con Zidane, el de Arroyo de la Miel vivió en una montaña rusa: la titularidad innegociable de Bale y Benzema, junto a Cristiano, unida a la confianza del francés en el trío Casemiro-Kroos-Modric en la media, le relegó a un segundo plano. En la 2016-17 fue ganando poco a poco protagonismo como pilar de aquella Unidad B clave en la conquista de la Liga a la vez que Bale perdía vuelo (y partidos) por las lesiones. Su empuje y las 'ausencias' del galés le impulsaron a la titularidad en la final de la Champions de Cardiff. Una situación que se repitió en Kiev, aunque durante la pasada temporada Isco también vivió momentos complicados. Con Zidane, jugó el 52% de los minutos que estuvo apto. Fue con Ancelotti (el 65%) y con Lopetegui (el 62%) con quienes se sintió más cómodo y asentado. Con Benítez estuvo en el campo el 62% de los minutos, pero tuvo algún rifirrafe con él…
La Selección es su refugio
Cuando arrecia la tormenta, Isco siempre encuentra refugio en la Selección. Lo hizo cuando Zidane no le tenía en sus planes (era fijo para Lopetegui) y lo ha hecho ahora, que también rema río arriba con Solari (Luis Enrique es 'fiel' al malagueño). El centrocampista vuelve tras un parón internacional en el que el seleccionador le ha utilizado el 100% de los minutos y él ha respondido con dos buenas actuaciones: dio una asistencia a Ceballos contra Croacia y una genialidad suya dio origen al gol de Brais Méndez ante Bosnia. Frente a los bosnios, incluso, lució el brazalete de capitán debido a la ausencia de Sergio Ramos. Así regresa al Madrid, como uno de los estandartes de la Selección. Solari decidirá si esos 180 minutos con España le han convencido para instalarle en el once ante el Eibar o, por el contrario, le sigue ‘condenando’ con su cuarta suplencia seguida...