Hizo un pacto de suicidio con una amiga y así fue el final de la historia
China, AFP
Un joven de 21 años fue condenado en China a cuatro años de prisión por haber participado en un pacto de suicidio en el que murió una mujer de 26 después de que él se arrepintiera y abandonara el lugar donde habían acordado quitarse la vida, dejando que ella falleciese.
El diario local Shine publicó hoy la historia de este hombre originario de la provincia de Jiangxi (en el este de China) que encontró a través de internet el mensaje de una joven que buscaba un “compañero de suicidio”.
Wang Yang estaba pasando por momentos complicados porque no encontraba trabajo tras haberse mudado a la ciudad de Ningbo (en el este del país) y respondió al llamamiento de la mujer, Lulu, que vivía en Shanghái.
Después de una breve charla, ambos creyeron que habían conocido a sus almas gemelas, por lo que Wang viajó a Shanghái para encontrarse con ella el 24 de noviembre del año pasado en un hotel donde pensaban acabar con sus vidas.
Ambos quemaron dos bolsas de carbón en su habitación después de sellar la puerta y las ventanas con cinta adhesiva y pronto la habitación se llenó de humo y, tras unos 20 minutos, Wang decidió abandonar el intento de suicidio.
El joven dijo que apagó el fuego, arrancó la cinta aislante y encendió la ventilación: “Le dije que viniera conmigo. Pero ella se sentó en la cama y permaneció en silencio. Así que me fui solo”, indicó al jurado.
A la mañana siguiente, la joven fue hallada muerta y Wang fue detenido.
Según el Tribunal Popular del Nuevo Área de Pudong de Shanghái que lo condenó, Wang fue culpable de ayudar a Lulu en su intento de suicidio, tipificado como asesinato en la ley china.
El tribunal aseguró que el joven podría haberla ayudado, pero la dejó sola, permitiendo así que se asfixiara.
Un joven de 21 años fue condenado en China a cuatro años de prisión por haber participado en un pacto de suicidio en el que murió una mujer de 26 después de que él se arrepintiera y abandonara el lugar donde habían acordado quitarse la vida, dejando que ella falleciese.
El diario local Shine publicó hoy la historia de este hombre originario de la provincia de Jiangxi (en el este de China) que encontró a través de internet el mensaje de una joven que buscaba un “compañero de suicidio”.
Wang Yang estaba pasando por momentos complicados porque no encontraba trabajo tras haberse mudado a la ciudad de Ningbo (en el este del país) y respondió al llamamiento de la mujer, Lulu, que vivía en Shanghái.
Después de una breve charla, ambos creyeron que habían conocido a sus almas gemelas, por lo que Wang viajó a Shanghái para encontrarse con ella el 24 de noviembre del año pasado en un hotel donde pensaban acabar con sus vidas.
Ambos quemaron dos bolsas de carbón en su habitación después de sellar la puerta y las ventanas con cinta adhesiva y pronto la habitación se llenó de humo y, tras unos 20 minutos, Wang decidió abandonar el intento de suicidio.
El joven dijo que apagó el fuego, arrancó la cinta aislante y encendió la ventilación: “Le dije que viniera conmigo. Pero ella se sentó en la cama y permaneció en silencio. Así que me fui solo”, indicó al jurado.
A la mañana siguiente, la joven fue hallada muerta y Wang fue detenido.
Según el Tribunal Popular del Nuevo Área de Pudong de Shanghái que lo condenó, Wang fue culpable de ayudar a Lulu en su intento de suicidio, tipificado como asesinato en la ley china.
El tribunal aseguró que el joven podría haberla ayudado, pero la dejó sola, permitiendo así que se asfixiara.