Gatti: "Boca es un equipo de 'huevo' y River es más fino"
Buenos Aires, AS
Hugo Orlando Gatti (Argentina, 1944) es el futbolista que más partidos ha jugado en la Primera División Argentina. Además, es ídolo de Boca pese haber jugado también en River. Una parada suya le dio la primera Copa Libertadores al equipo xeneize y ahora, desde Madrid, analiza para Diario As la final entre dos rivales históricos.
¿Cómo es jugar en Boca y River?
Es un privilegio. Para un argentino, tener la posibilidad de jugar en los dos mejores equipos de América es un lujo. Boca y River, River y Boca, me gustaría decir los dos a la vez porque si dices uno antes parece que estás en un bando o en el otro... Pero no. River para mi es el Madrid y Boca, el Atleti. El Barça es otra cosa... La bronca de Madrid este entre el Madrid y el Atleti. Boca se identifica más con el Atleti por la gente, el lugar, por un montón de cosas. La hinchada del Atleti se parece más a la de Boca, en cambio, la de River se parece más a la del Madrid, son más tranquilos, más calmados.
Ha jugado muchos Superclásicos, ha ganado dos Copa Libertadores... ¿cómo definiría una final continental entre Boca y River?
Es lo máximo. Tuve la suerte de jugar un Superclásico que fue una final de liga, nunca se había dado. Ganamos 1-0. Tenía que haber ganado River, pero estaba yo en el arco y... (se ríe). Esto es más importante, no tiene comparación. El hecho de ser campeón de América y poder jugar contra el Real Madrid... Eso le da más valor.
¿Madrid-Barça o Boca-River?
Para mí, el gran clásico del fútbol mundial es el del Madrid y el Barça. Cuando yo no conocía España ni Europa, para mi el Boca - River era lo más, no se podía superar. Hace 15 años que estoy en Madrid y el Real Madrid es lo mejor. El Real Madrid es la novia que todo el mundo quiere tener. Jugar en el Real Madrid es como morir.
¿No tuvo oportunidad de jugar en el Madrid o en el fútbol europeo?
Tuve oportunidades pero era muy difícil venir de América a aquí. Cuando se le rindió homenaje a Gento en el 65, vinimos a jugar con River en el Bernabéu. Entonces, después del partido, me dijo Don Santiago Bernabéu: 'Eh, chaval, ¿te atreves a jugar aquí?' y yo me asusté. Me hice pis. Yo tenía 20 años. Tuve la oportunidad pero no la cogí en su momento.
¿Qué le suscita cada club?
River es de un fútbol más galáctico. Boca, en cambio, es de lucha, de más garra. Boca es un equipo de 'huevo' y River es más fino.
En un Superclásico, en el 81, pidió jugar con pelota naranja y el 'Beto' Alonso le marcó dos goles.
Me metió dos goles, sí, lo que no sabe es que yo me los dejé hacer... (se ríe). Jugamos en Kiev con la Selección Argentina. Nevaba, hacía mucho frio y no se veía nada. Ahí aprendí que, como no se veía la pelota con la nieve, se usa una de color naranja. Entonces, al poco tiempo, pedí antes de un Boca - River que, como suelen tirar papelitos a la cancha, se jugara con una pelota naranja para poder ver sin problemas.
En Kiev, además, en ese partido de la Selección Argentina que mencionas bebiste de una petaca de whisky.
Hacía mucho frío y la tenía escondida detrás del palo. Por eso lo hice, porque no se podía estar. Me gusta mucho el whisky, pero en un campo lo hice sólo esa vez.
¿Le enseñó Carrizo a golpear en el larguero a la hora de sacar?
Uno aprendió mucho de Amadeo Carrizo. Era la bandera de los porteros. A mi me gustaba hacerlo, aunque me sancionaron por hacerlo.
¿En un partido oficial?
Sí. Lo hice en cancha de Racing y me suspendió la AFA. Consideraron que era una falta de disciplina, que no era serio...
En un partido llego a dar una asistencia en campo contrario.
Fue a Perotti, contra Estudiantes de La Plata. Hacía seis meses que no jugaba, volví ese día. Primero vino un pelotazo largo y llegué un poco tarde. Mis compañeros me querían matar. A los tres minutos, la misma jugada. Me anticipé, gambeteé y corrí hasta el centro del campo. Perotti me quitó el balón de los pies y marcó.
Ya no hay porteros como antes.
No. Para mi es el jugador más importante que tiene un equipo. Nadie sale a cortar, están cortados, parece que están pegados a la portería.
Usted encajaría en lo que se le pide a los porteros ahora.
Sería ideal para el Barcelona de Guardiola.
Ahora se paga mucho por los porteros. ¿Cuánto valdría el 'Loco' Gatti?
Muchísimo. No habría manera de pagarlo. Ni Mbappé, ni Neymar...
¿Quién le puso el apodo de 'Loco'?
El periodismo. Por la forma de jugar. Iba con la cinta en la cabeza, el pelo, era muy explosivo en la cancha. No me disgustó. No me considero loco. En el fútbol lo fui, pero en mi forma de vivir no.
Esteban Andrada, portero de Boca, ha tenido una lesión de mandíbula parecida a una que sufrió usted. ¿Cómo fue aquello?
Me la rompieron con un rodillazo. A los 20 días volví a jugar. No podía, pero lo hice. El doctor me la encajó y me dijo: 'Tienes una buena dentadura, te la vas a curar enseguida'. Y así fue. El partido de regreso fue contra el Estudiantes de Bilardo, que era bravo como jugador, te cargaba.
La pasión de un Boca - River trasciende todo. ¿Cómo se explica eso?
Por la educación. La educación que hay en Europa no la tenemos nosotros. Yo estoy aprendiendo a ser persona ahora, a mis 74 años. La genética, la mezcla de seres humanos. El fútbol se juega como se vive y en América es complicado vivir. No con maldad, pero sí con picardía. Primero está el triunfo y luego todo lo demás.
Decía Pablo Pérez, capitán de Boca, que el que gane va a alcanzar la gloria y el que pierda no se va a poder quitar esa losa.
Es verdad. Es una mancha. Pero River tiene una ventaja. River se fue a la B y hasta el día de hoy la gente de Boca lo usa para burlarse. Pero si ganan esta Copa Libertadores, pueden decir: 'Muy bien, nos fuimos a la B, pero los campeones de América somos nosotros'.
En la Copa Libertadores del 77 para el penalti a Vanderley, de Cruzeiro, que le da el título a Boca.
Fue la primera Copa Libertadores para el club. Yo no iba a jugar porque tenía la rodilla muy hinchada, pero mis compañeros convencieron al 'Loco' Lorenzo. Tuve la suerte de que atajé el penal y con eso ganamos la copa. Si me lo metían, me volaban... Pero tuve esa suerte.
Después lograron la Intercontinental frente al Borussia Mönchengladbach.
2-2 en La Bombonera y después ganamos 3-0 en Alemania. Tendríamos que haber perdido, nos pudieron marcar varios goles, pero en la portería siempre estaba el 'Loco'...
¿La Copa Libertadores o la Champions?
La Champions. Los estadios, el himno... Para ser perfecta le falta un equipo argentino y uno brasileño.
¿Cuál es el Superclásico que más recuerda?
El que le ganamos a River en cancha de Racing por la final del campeonato en el 76. Fue gol de Suñé a Fillol. En aquel partido, los hinchas de Boca estuvieron alentando los 90 minutos y provocaron que el Cilindro se cerrara porque las gradas se movían.
En un Superclásico, jugando para River, la afición de Boca le tiró una escoba.
Iban a patear un córner en cancha de Boca. Y la 12 tiró una escoba. Cayó al lado mio y yo la cogí y me puse a barrer. No fue mucho tiempo, dos segundos. Ahí empezó mi romance con la hinchada de Boca.
Usted lo enfrentó en muchas ocasiones. ¿Cómo era ese primer Maradona?
El de Argentinos Juniors fue el mejor que yo vi, antes de pasar a Boca. Corría en el aire. Aquel Maradona era puro, era sano, era un fenómeno. Inventaba cosas que...
Le marcó cuatro goles en un partido.
Aquel partido fue en diciembre y él ficha por Boca en febrero. Nunca supo que me los dejé hacer para que fichara por nosotros. Era un fenómeno, cómo la rompió ese día...
¿Qué opina del VAR?
No me gusta. Yo no podría jugar al fútbol... No creo que lo pongan en Argentina. No podrían terminar los partidos. No me gusta. Imaginate que estás haciendo el amor con tu mujer, con un hombre... Lo que sea. Entonces en el momento final llama alguien al timbre... Es lo mismo. Tu marcar un gol y no puedes gritarlo, tienes que estar pendiente de si será o no.
¿Podría Boca o River, en caso de llegar a la final del Mundial de Clubes, ganar al Real Madrid?
No... No creo que puedan. A un Madrid concentrado, motivado... No le ganan. Hay mucha diferencia entre el fútbol de aquí y de allí.
¿Messi no hubiera sido lo mismo formándose en Argentina?
No. Aquí no le pegan ninguna patada. Imaginate allí, le ponen el aliento detrás de la nuca y no lo dejan respirar. No me cabe ninguna duda. Es bueno, pero en este fútbol de hoy.
¿Es la diferencia con Maradona?
Sí... Maradona fue bueno en todos lados, fue guapo en todas partes... Lo cagaban a patadas y a este pibe no. A Messi le pegan una patada pero enseguida le piden perdón y quieren su camiseta.
Hemos hablado de Maradona, pero también enfrentó a Pelé. ¿Cómo era?
Es inexplicable. Es el Michael Jordan, el Cassius Clay del fútbol. A Pelé hay que separarlo de todos. Rompió el fútbol en América. Junto a Di Stefano son la bandera de este deporte.
¿Cómo definiría a Di Stéfano?
Como jugador revolucionó el fútbol. Era un adelantado al tiempo. Aprendió en Europa. Era un futbolista que corría mucho y aquí aprendió a jugar al fútbol. Fue la bandera del Real Madrid.
De niño usted era de River pero se cambió.
Así es. Un amigo me rompió tanto las pelotas que me hice de River y como Amadeo Carrizo, su arquero, era mi ídolo, pues me cambié.
¿En la final con quién va?
Mi hijo es fanático de Boca, así que voy con Boca.
Hugo Orlando Gatti (Argentina, 1944) es el futbolista que más partidos ha jugado en la Primera División Argentina. Además, es ídolo de Boca pese haber jugado también en River. Una parada suya le dio la primera Copa Libertadores al equipo xeneize y ahora, desde Madrid, analiza para Diario As la final entre dos rivales históricos.
¿Cómo es jugar en Boca y River?
Es un privilegio. Para un argentino, tener la posibilidad de jugar en los dos mejores equipos de América es un lujo. Boca y River, River y Boca, me gustaría decir los dos a la vez porque si dices uno antes parece que estás en un bando o en el otro... Pero no. River para mi es el Madrid y Boca, el Atleti. El Barça es otra cosa... La bronca de Madrid este entre el Madrid y el Atleti. Boca se identifica más con el Atleti por la gente, el lugar, por un montón de cosas. La hinchada del Atleti se parece más a la de Boca, en cambio, la de River se parece más a la del Madrid, son más tranquilos, más calmados.
Ha jugado muchos Superclásicos, ha ganado dos Copa Libertadores... ¿cómo definiría una final continental entre Boca y River?
Es lo máximo. Tuve la suerte de jugar un Superclásico que fue una final de liga, nunca se había dado. Ganamos 1-0. Tenía que haber ganado River, pero estaba yo en el arco y... (se ríe). Esto es más importante, no tiene comparación. El hecho de ser campeón de América y poder jugar contra el Real Madrid... Eso le da más valor.
¿Madrid-Barça o Boca-River?
Para mí, el gran clásico del fútbol mundial es el del Madrid y el Barça. Cuando yo no conocía España ni Europa, para mi el Boca - River era lo más, no se podía superar. Hace 15 años que estoy en Madrid y el Real Madrid es lo mejor. El Real Madrid es la novia que todo el mundo quiere tener. Jugar en el Real Madrid es como morir.
¿No tuvo oportunidad de jugar en el Madrid o en el fútbol europeo?
Tuve oportunidades pero era muy difícil venir de América a aquí. Cuando se le rindió homenaje a Gento en el 65, vinimos a jugar con River en el Bernabéu. Entonces, después del partido, me dijo Don Santiago Bernabéu: 'Eh, chaval, ¿te atreves a jugar aquí?' y yo me asusté. Me hice pis. Yo tenía 20 años. Tuve la oportunidad pero no la cogí en su momento.
¿Qué le suscita cada club?
River es de un fútbol más galáctico. Boca, en cambio, es de lucha, de más garra. Boca es un equipo de 'huevo' y River es más fino.
En un Superclásico, en el 81, pidió jugar con pelota naranja y el 'Beto' Alonso le marcó dos goles.
Me metió dos goles, sí, lo que no sabe es que yo me los dejé hacer... (se ríe). Jugamos en Kiev con la Selección Argentina. Nevaba, hacía mucho frio y no se veía nada. Ahí aprendí que, como no se veía la pelota con la nieve, se usa una de color naranja. Entonces, al poco tiempo, pedí antes de un Boca - River que, como suelen tirar papelitos a la cancha, se jugara con una pelota naranja para poder ver sin problemas.
En Kiev, además, en ese partido de la Selección Argentina que mencionas bebiste de una petaca de whisky.
Hacía mucho frío y la tenía escondida detrás del palo. Por eso lo hice, porque no se podía estar. Me gusta mucho el whisky, pero en un campo lo hice sólo esa vez.
¿Le enseñó Carrizo a golpear en el larguero a la hora de sacar?
Uno aprendió mucho de Amadeo Carrizo. Era la bandera de los porteros. A mi me gustaba hacerlo, aunque me sancionaron por hacerlo.
¿En un partido oficial?
Sí. Lo hice en cancha de Racing y me suspendió la AFA. Consideraron que era una falta de disciplina, que no era serio...
En un partido llego a dar una asistencia en campo contrario.
Fue a Perotti, contra Estudiantes de La Plata. Hacía seis meses que no jugaba, volví ese día. Primero vino un pelotazo largo y llegué un poco tarde. Mis compañeros me querían matar. A los tres minutos, la misma jugada. Me anticipé, gambeteé y corrí hasta el centro del campo. Perotti me quitó el balón de los pies y marcó.
Ya no hay porteros como antes.
No. Para mi es el jugador más importante que tiene un equipo. Nadie sale a cortar, están cortados, parece que están pegados a la portería.
Usted encajaría en lo que se le pide a los porteros ahora.
Sería ideal para el Barcelona de Guardiola.
Ahora se paga mucho por los porteros. ¿Cuánto valdría el 'Loco' Gatti?
Muchísimo. No habría manera de pagarlo. Ni Mbappé, ni Neymar...
¿Quién le puso el apodo de 'Loco'?
El periodismo. Por la forma de jugar. Iba con la cinta en la cabeza, el pelo, era muy explosivo en la cancha. No me disgustó. No me considero loco. En el fútbol lo fui, pero en mi forma de vivir no.
Esteban Andrada, portero de Boca, ha tenido una lesión de mandíbula parecida a una que sufrió usted. ¿Cómo fue aquello?
Me la rompieron con un rodillazo. A los 20 días volví a jugar. No podía, pero lo hice. El doctor me la encajó y me dijo: 'Tienes una buena dentadura, te la vas a curar enseguida'. Y así fue. El partido de regreso fue contra el Estudiantes de Bilardo, que era bravo como jugador, te cargaba.
La pasión de un Boca - River trasciende todo. ¿Cómo se explica eso?
Por la educación. La educación que hay en Europa no la tenemos nosotros. Yo estoy aprendiendo a ser persona ahora, a mis 74 años. La genética, la mezcla de seres humanos. El fútbol se juega como se vive y en América es complicado vivir. No con maldad, pero sí con picardía. Primero está el triunfo y luego todo lo demás.
Decía Pablo Pérez, capitán de Boca, que el que gane va a alcanzar la gloria y el que pierda no se va a poder quitar esa losa.
Es verdad. Es una mancha. Pero River tiene una ventaja. River se fue a la B y hasta el día de hoy la gente de Boca lo usa para burlarse. Pero si ganan esta Copa Libertadores, pueden decir: 'Muy bien, nos fuimos a la B, pero los campeones de América somos nosotros'.
En la Copa Libertadores del 77 para el penalti a Vanderley, de Cruzeiro, que le da el título a Boca.
Fue la primera Copa Libertadores para el club. Yo no iba a jugar porque tenía la rodilla muy hinchada, pero mis compañeros convencieron al 'Loco' Lorenzo. Tuve la suerte de que atajé el penal y con eso ganamos la copa. Si me lo metían, me volaban... Pero tuve esa suerte.
Después lograron la Intercontinental frente al Borussia Mönchengladbach.
2-2 en La Bombonera y después ganamos 3-0 en Alemania. Tendríamos que haber perdido, nos pudieron marcar varios goles, pero en la portería siempre estaba el 'Loco'...
¿La Copa Libertadores o la Champions?
La Champions. Los estadios, el himno... Para ser perfecta le falta un equipo argentino y uno brasileño.
¿Cuál es el Superclásico que más recuerda?
El que le ganamos a River en cancha de Racing por la final del campeonato en el 76. Fue gol de Suñé a Fillol. En aquel partido, los hinchas de Boca estuvieron alentando los 90 minutos y provocaron que el Cilindro se cerrara porque las gradas se movían.
En un Superclásico, jugando para River, la afición de Boca le tiró una escoba.
Iban a patear un córner en cancha de Boca. Y la 12 tiró una escoba. Cayó al lado mio y yo la cogí y me puse a barrer. No fue mucho tiempo, dos segundos. Ahí empezó mi romance con la hinchada de Boca.
Usted lo enfrentó en muchas ocasiones. ¿Cómo era ese primer Maradona?
El de Argentinos Juniors fue el mejor que yo vi, antes de pasar a Boca. Corría en el aire. Aquel Maradona era puro, era sano, era un fenómeno. Inventaba cosas que...
Le marcó cuatro goles en un partido.
Aquel partido fue en diciembre y él ficha por Boca en febrero. Nunca supo que me los dejé hacer para que fichara por nosotros. Era un fenómeno, cómo la rompió ese día...
¿Qué opina del VAR?
No me gusta. Yo no podría jugar al fútbol... No creo que lo pongan en Argentina. No podrían terminar los partidos. No me gusta. Imaginate que estás haciendo el amor con tu mujer, con un hombre... Lo que sea. Entonces en el momento final llama alguien al timbre... Es lo mismo. Tu marcar un gol y no puedes gritarlo, tienes que estar pendiente de si será o no.
¿Podría Boca o River, en caso de llegar a la final del Mundial de Clubes, ganar al Real Madrid?
No... No creo que puedan. A un Madrid concentrado, motivado... No le ganan. Hay mucha diferencia entre el fútbol de aquí y de allí.
¿Messi no hubiera sido lo mismo formándose en Argentina?
No. Aquí no le pegan ninguna patada. Imaginate allí, le ponen el aliento detrás de la nuca y no lo dejan respirar. No me cabe ninguna duda. Es bueno, pero en este fútbol de hoy.
¿Es la diferencia con Maradona?
Sí... Maradona fue bueno en todos lados, fue guapo en todas partes... Lo cagaban a patadas y a este pibe no. A Messi le pegan una patada pero enseguida le piden perdón y quieren su camiseta.
Hemos hablado de Maradona, pero también enfrentó a Pelé. ¿Cómo era?
Es inexplicable. Es el Michael Jordan, el Cassius Clay del fútbol. A Pelé hay que separarlo de todos. Rompió el fútbol en América. Junto a Di Stefano son la bandera de este deporte.
¿Cómo definiría a Di Stéfano?
Como jugador revolucionó el fútbol. Era un adelantado al tiempo. Aprendió en Europa. Era un futbolista que corría mucho y aquí aprendió a jugar al fútbol. Fue la bandera del Real Madrid.
De niño usted era de River pero se cambió.
Así es. Un amigo me rompió tanto las pelotas que me hice de River y como Amadeo Carrizo, su arquero, era mi ídolo, pues me cambié.
¿En la final con quién va?
Mi hijo es fanático de Boca, así que voy con Boca.