El Senado de Estados Unidos superó un paso clave para retirar el apoyo a Arabia Saudita en Yemen

La Cámara Alta estadounidense tomó una postura desafiante frente al presidente estadounidense, Donald Trump, en medio de la indignación por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi

Infobae
El Senado estadounidense tomó este miércoles una postura desafiante frente al presidente estadounidense, Donald Trump, al respaldar una resolución para debatir el apoyo militar a Riad en la guerra en Yemen, en medio de la indignación por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.


Durante la jornada, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, y el secretario de Defensa, Jim Mattis, habían defendido en una sesión a puerta cerrada ante los senadores la implicación de Washington junto a la coalición liderada por Arabia Saudita que interviene en la guerra en Yemen.

Ambos funcionarios defendieron que una retirada empeoraría el conflicto, que ya ha dejado cerca de 10.000 muertos.

Los senadores votaron 63 frente a 37 a favor de la propuesta, lo que da luz verde al debate. Esta votación no es necesariamente un indicio del pronunciamiento final de los legisladores, pero sí da una idea del malestar en el Senado y del deseo de enviar un mensaje al gobierno de que tome una postura más firme con Arabia Saudita.

En marzo pasado, una resolución similar naufragó en el Senado con sólo 44 votos a favor.

"Los sauditas se han descarrilado. Han matado más civiles este año que en cualquiera de los años anteriores en la guerra en Yemen", dijo a la AFP el senador demócrata Chris Murphy. "Obviamente cometieron un error estratégico gigante secuestrando y asesinando a Jamal Khashoggi, por lo que mucho ha cambiado en los últimos meses para que lleguemos a este punto", indicó.

El senador republicano Lindsey Graham explicó que cambió su voto a favor de la resolución porque la directora de la CIA, Gina Haspel, no testificó y por ende no pudo ser interrogada.

Arabia Saudita enfrenta crecientes acusaciones sobre su presunta responsabilidad en las muertes de civiles durante los bombardeos en Yemen, que se han sumado a la ola de indignación por la muerte de Khashoggi, asesinado a principios de octubre en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.

"El sufrimiento en Yemen me duele, pero si Estados Unidos no estuviera involucrado en Yemen, esto sería mucho peor", precisó Pompeo ante los senadores.

Estas declaraciones se producen en un momento de expectativa internacional sobre si logrará fructificar un intento de diálogo de paz en Suecia entre los dos bandos que se enfrentan en Yemen: los rebeldes hutíes y el gobierno de Abd Rabbo Mansur Hadi, que tiene el reconocimiento de la comunidad internacional.

Pompeo compareció junto a Mattis en una audiencia a puerta cerrada para discutir también la información que el gobierno de Donald Trump tiene sobre la muerte de Khashoggi.

"Yo creo que leí todos los informes de inteligencia que llegaron en las últimas horas. Los leí todos. No hay ningún elemento directo que vincule al príncipe heredero con la orden dada de asesinar a Jamal Khashoggi", dijo Pompeo a la prensa tras la audiencia.

Según los medios estadounidenses la CIA no alberga dudas sobre la responsabilidad del príncipe heredero Mohamed bin Salmán en el asesinato de Khashoggi, pero la semana pasada Trump afirmó que la agencia de inteligencia no había llegado a conclusiones definitivas.

Hasta ahora, Trump ha mantenido un apoyo tenaz al príncipe, con quien no tiene previsto un encuentro oficial en la reunión del G20 del fin de semana en Buenos Aires, pero su entorno no excluye que haya una cita informal.

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