El Nápoles empata contra el Chievo y se le escapa la cabeza
Los napolitanos dominaron el enfrentamiento, pero no pudieron pasar del 0-0 y se alejan del primer puesto: ahora los 'bianconeri' tienen ocho puntos de ventaja.
Mirko Calemme
As
En Nápoles sufren más cuando llega el Chievo Verona que cuando lo hacen Liverpool y PSG. Parece una locura, pero es una constante de los últimos años: los clivensi, en el estreno Di Carlo tras el enésimo desastre de Ventura, conquistaron con orgullo su primer punto en la clasificación (descontaron tres de sanción) rascando un sufrido empate en el San Paolo.
Los de Ancelotti, que renunció a Ospina, Mario Rui, Allan, Fabían y Hamsik pensando en la Champions, dominaron el enfrentamiento desde sus primeros minutos, pero la muralla del Chievo aguantaba bien. Como a menudo le ocurre en Fuorigrotta, el conjunto de Verona se agigantó y además de cerrarse bien en defensa, hasta tuvo contragolpes para adelantarse. Los sureños, obviamente, tuvieron varias ocasiones y Callejón, antes del descanso, se topó con Sorrentino no aprovechando la mejor de esas.
Los azzurri aumentaron la presión en la segunda parte, pero seguían encontrándose con Sorrentino en su camino hacia el triunfo. Eso sí, también Karnezis, hoy suplente de Ospina, tuvo trabajo con dos paradas ante Obi y Birsa en las raras salidas de los visitantes. ‘Carletto’, desesperado, puso a Milik, Allan y Mario Rui, pero sus revulsivos no conseguían cambiar el guion de un enfrentamiento que, cada minuto más, se parecía a un asedio.
Insigne, que con una preciosa rosca golpeó el poste, y Koulibaly, que por poco no desata la fiesta del San Paolo con una chilena, fueron los últimos en rendirse, pero el orgullo (y la suerte) de los clivensi pudieron más. Esta vez no apareció un Diawara en el descuento como en abril: el empate le restituye algo de esperanza al Chievo y complica el camino del Nápoles para volver a soñar con el scudetto. La Juve, que nunca había empezado tan bien una liga, ya tiene ocho puntos de ventaja.
Mirko Calemme
As
En Nápoles sufren más cuando llega el Chievo Verona que cuando lo hacen Liverpool y PSG. Parece una locura, pero es una constante de los últimos años: los clivensi, en el estreno Di Carlo tras el enésimo desastre de Ventura, conquistaron con orgullo su primer punto en la clasificación (descontaron tres de sanción) rascando un sufrido empate en el San Paolo.
Los de Ancelotti, que renunció a Ospina, Mario Rui, Allan, Fabían y Hamsik pensando en la Champions, dominaron el enfrentamiento desde sus primeros minutos, pero la muralla del Chievo aguantaba bien. Como a menudo le ocurre en Fuorigrotta, el conjunto de Verona se agigantó y además de cerrarse bien en defensa, hasta tuvo contragolpes para adelantarse. Los sureños, obviamente, tuvieron varias ocasiones y Callejón, antes del descanso, se topó con Sorrentino no aprovechando la mejor de esas.
Los azzurri aumentaron la presión en la segunda parte, pero seguían encontrándose con Sorrentino en su camino hacia el triunfo. Eso sí, también Karnezis, hoy suplente de Ospina, tuvo trabajo con dos paradas ante Obi y Birsa en las raras salidas de los visitantes. ‘Carletto’, desesperado, puso a Milik, Allan y Mario Rui, pero sus revulsivos no conseguían cambiar el guion de un enfrentamiento que, cada minuto más, se parecía a un asedio.
Insigne, que con una preciosa rosca golpeó el poste, y Koulibaly, que por poco no desata la fiesta del San Paolo con una chilena, fueron los últimos en rendirse, pero el orgullo (y la suerte) de los clivensi pudieron más. Esta vez no apareció un Diawara en el descuento como en abril: el empate le restituye algo de esperanza al Chievo y complica el camino del Nápoles para volver a soñar con el scudetto. La Juve, que nunca había empezado tan bien una liga, ya tiene ocho puntos de ventaja.