El 1X1 del Madrid: sublime Benzema, desesperante Bale

El francés anotó un gol, provocó el otro y lo hizo todo bien. El galés no dejó nada de provechó y apenas se ofreció. Plaga de lesiones. Gran Odriozola.

Manu de Juan
As
El Real Madrid se llevó el triunfo en Balaídos ante el Celta (1-4) y lo hizo con una gran actuación de Benzema, autor de un gol y causante de otro, y con una nueva decepción de Bale, desaparecido.


Courtois: salvó dos veces al Madrid en el primer tiempo, con dos paradas a Brais de mérito, achicando el espacio. Luego, en la segunda parte, repitió con 1-2, sacando una mano enorme a un disparo bajo y cruzado de Aspas. Poco pudo hacer en el gol de Mallo, inalcanzable, y en el de Brais, que se desvió tras tocar en Ceballos.

Odriozola: muy profundo, combina mejor con Lucas Vázquez que con Bale; el gallego le espera y le busca más en el dos para uno que el galés, más acostumbrado a trazar diagonales hacia la frontal. Robó el balón que acabó en el 0-2 de Cabral en propia puerta, tras jugadón de Benzema, y luego provocó el balón del 1-3, anotado por Ramos. Buen partido del lateral donostiarra.

Nacho: empezó el partido como central, pero la lesión de Reguilón al borde del descanso le hizo jugar el segundo tiempo como lateral izquierdo, única alternativa de Solari. Le tocó zafarse con Maxi Gómez y con las llegadas de los interiores celestes, pero lo solventó correctamente. Tampoco tuvo suerte: tuvo que irse lesionado en el segundo tiempo y se le vio afectado en el banquillo; tiene poca costumbre de caer lesionado.

Ramos: bien, centrado y sin concesiones, sufrió la dureza de Maxi Gómez en varios encontronazos, protagonizando un duelo de alta tensión. Perdió cierta concentración en un momento de la segunda parte y lo pagó: Mallo se coló en su espalda y remató un centro medido de Brais. Se desquitó luego anotando de penalti el 1-3, otra vez a lo Panenka.

Reguilón: se asomó menos que Odriozola en el primer tiempo, aunque cuando lo hizo dejó patente esa capacidad que tiene para centrar bien, con potencia y precisión. La mala suerte se ceba con él: cuando estaba siendo titular y con merecimiento, tuvo que irse lesionado y dejar el sitio a Javi Sánchez. Se llevó además una amarilla injusta por un supuesto codazo que no existió sobre Brais.

Casemiro: el más efímero de los blancos, se marchó en el 19’ tras un golpe de Maxi Gómez en una disputa de balón. Mala suerte para el brasileño, que no irá con Brasil en este parón.

Kroos: bien en el medio, dando salida rápida al balón y conectando bien con Benzema en la punta. Peor en el remate, pues tuvo el 0-2 en sus botas antes del descanso: Benzema le sirvió un gol hecho y él, a puerta vacía, midió mal y la mandó alta. El partido se le hizo largo, como a la mayoría del equipo blanco.

Lucas Vázquez: espaldarazo de Solari al gallego, colocándole por delante de Isco y Asensio en un partido clave para el argentino, el que marcaba si seguirá en el banquillo o no. Sin grandes alardes, Lucas aportó lo que suele: mucho trabajo defensivo, allanando el camino para las internadas de Odriozola, y apertura de campo tras robo de balón. Ante la lesión de Nacho acabó de lateral izquierdo.

Modric: mejora respecto a lo que se venía viendo del croata, claramente. Asistió a Benzema en el 0-1, con un buen pase que el francés convirtió en exquisito con su control. En el tramo final intentó liderar la presión blanca, pero sin fuelle; sigue falta de ritmo, lejos de su mejor nivel, pero dio un paso adelante.

Bale: muy poco del galés, que dio la sensación de jugar mermado desde que Hugo Mallo le hizo una entrada muy dura en el tramo final del primer tiempo. Antes apenas se le vio, pese a que Solari le situó por la izquierda, el perfil por el que debería hacer más daño con su velocidad. El gol de Plzen fue un espejismo; no está bien y Solari le pide mucho más. Lo que no le pidió (aunque podría haberlo hecho) fue jugar de lateral zurdo cuando Nacho se lesionó, una posición en la que ya jugó en sus inicios en el Southampton. Solari prefirió a un diestro como Lucas para tapar ese agujero. En general, desesperante.

Benzema: en Plzen se vio su mejor versión y su reto era mantener el nivel, algo que de momento consigue. Gran primera parte, marcando el primero con un gesto inmenso en el control y remachando bien. Luego fabricó el segundo, que Kroos mandó a las nubes. Tras el descanso se encontró con el larguero tras un disparo desde la frontal. Y luego ocasionó el segundo, aunque se la adjudique a Cabral en propia puerta: recorte genial dentro del área y disparo seco que despejó Sergio, aunque acabó entrando tras tocar en el defensa celeste. Aparte de todo eso, dio un recital jugando de espaldas, sosteniendo cada balón largo y oxigenando el juego blanco.

Ceballos: entró en el 19’ en lugar de Casemiro. Bien en la distribución, con enorme acierto en el pase (92,7%) pero con algunos lujos en zonas peligrosas que, sin el brasileño guardando la espalda de la medular, pueden costar caro; así sucedió por ejemplo con una ruleta innecesaria con la que perdió el balón y que acabó en disparo de Brais, despejado por Courtois. Lo que sí hizo bien fue marcar el 1-4 en el tramo final: diagonal hasta la frontal y zapatazo a la escuadra, imparable. Paso adelante del sevillano, que parece contar con la confianza de Solari, como ya le pasaba con Lopetegui.

Javi Sánchez: entró antes del descanso en lugar de Reguilón por lesión, haciendo su debut en Liga. Vio una amarilla muy rigurosa en los primeros minutos del segundo tiempo. No se le nota la inexperiencia, tiene maneras de buen defensor.

Asensio: entró en la segunda parte por Nacho, lesionado, y se colocó en la derecha, buscando un contragolpe con el que matar el partido. No lo encontró. Su suplencia, como la de Isco, es un claro mensaje de Solari a dos jugadores que con Lopetegui gozaban de toda la confianza.

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