Comerciantes advierten con subir el precio de la carne en 20% si el SIN los obliga a facturar
La Paz, Los Tiempos
El dirigente de los carniceros de Bolivia, José Luis Ramos, advirtió hoy con subir el precio del kilo de carne hasta en un 20 por ciento si el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) obliga a sus afiliados a entregar facturas.
Ramos indicó que el ganadero ya paga el impuesto al RAU (Régimen Agropecuario Unificado), y aplicar a los comercializadores más impuestos traería como consecuencia nuevos precios en la carne y sus derivados.
"Si nosotros llegamos a facturar por lo menos tenemos que aumentar un 20 por ciento el precio, entonces el producto kilo gancho puede costar entre 24 a 30 bolivianos, y el afectado no va ser el carnicero, el que tiene el punto de venta ni el ganadero, sino va a ser la ama de casa, y eso tendrá un efecto dominó que va afectar a los demás productos", apuntó.
El dirigente indicó que los carniceros se declararon en emergencia por los "atropellos" y fiscalizaciones "injustas" que viene realizando el Servicio de Impuestos, y hoy en un ampliado nacional en Santa Cruz tomarán determinaciones.
Ramos indicó que actualmente los carniceros compran de los ganaderos el kilo gancho de carne en 20 bolivianos y trabajan generalmente con el capital de éstos, por lo que fiscalizarlos en base a las compras es un error.
"Nosotros estamos sacando la carne en gancho y de eso nos están fiscalizando, como si fuera nuestros capitales o nuestras ganancias, y no es así, esta mercadería es de los ganaderos", remarcó.
Los intentos del SIN de que los carniceros emitan factura viene desde 2013. El propósito es que los grandes comercializadores e intermediarios de la carne paguen impuestos.
Los carniceros se quejan de que el ente recaudador viene avasallando, incluso a los vendedores de carne al detalle que comercian en los mercados.
El dirigente de los carniceros de Bolivia, José Luis Ramos, advirtió hoy con subir el precio del kilo de carne hasta en un 20 por ciento si el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) obliga a sus afiliados a entregar facturas.
Ramos indicó que el ganadero ya paga el impuesto al RAU (Régimen Agropecuario Unificado), y aplicar a los comercializadores más impuestos traería como consecuencia nuevos precios en la carne y sus derivados.
"Si nosotros llegamos a facturar por lo menos tenemos que aumentar un 20 por ciento el precio, entonces el producto kilo gancho puede costar entre 24 a 30 bolivianos, y el afectado no va ser el carnicero, el que tiene el punto de venta ni el ganadero, sino va a ser la ama de casa, y eso tendrá un efecto dominó que va afectar a los demás productos", apuntó.
El dirigente indicó que los carniceros se declararon en emergencia por los "atropellos" y fiscalizaciones "injustas" que viene realizando el Servicio de Impuestos, y hoy en un ampliado nacional en Santa Cruz tomarán determinaciones.
Ramos indicó que actualmente los carniceros compran de los ganaderos el kilo gancho de carne en 20 bolivianos y trabajan generalmente con el capital de éstos, por lo que fiscalizarlos en base a las compras es un error.
"Nosotros estamos sacando la carne en gancho y de eso nos están fiscalizando, como si fuera nuestros capitales o nuestras ganancias, y no es así, esta mercadería es de los ganaderos", remarcó.
Los intentos del SIN de que los carniceros emitan factura viene desde 2013. El propósito es que los grandes comercializadores e intermediarios de la carne paguen impuestos.
Los carniceros se quejan de que el ente recaudador viene avasallando, incluso a los vendedores de carne al detalle que comercian en los mercados.