Bale es otro en Europa
Desconectado en la Liga, el galés se enchufa en los torneos continentales. Volvió a pasar en Roma, siendo decisivo de nuevo en la Champions.
Mario Cortegana
As
Lejos de la Liga, donde ni marca ni asiste desde el 15 de septiembre, Bale sí actúa de acuerdo con su estatus. Esta temporada, en la Supercopa de Europa y la Champions se ha desprendido de la apatía que le domina en el torneo liguero: ha participado de media en un tanto cada 88,4 minutos (65,6 contando sólo la Champions). De menos a más, lo demostró otra vez en el triunfo revitalizador en Roma.
Empezó camuflado en la parsimonia general, con dos equipos con la pereza de quien conoce el final de la película que va a ver. La derrota del CSKA les había clasificado para octavos, quedando sólo por despejar la incógnita de quién avanzaría como primero, finalmente el Madrid, y quién como segundo, el Roma. Tardaron en llegar las ocasiones y, cuando lo hicieron, Bale fue el primero en acertar, ejecutando casi obligado por el regalo rival, una asistencia para la que inexplicablemente cooperaron Olsen y Fazio.
Ese tanto, luego seguido de detalles como su intervención en el 0-2, le sirvió de terapia a un jugador que desde el pasado mayo se desintoxica en competiciones europeas. Castigó al Liverpool en el desenlace de la Decimotercera con un doblete, asistió a Benzema en el 1-1 en la Supercopa de Tallin, le metió en el Bernabéu y en Italia al Roma y asistió en casa y marcó y asistió fuera frente al Plzen. Así ha construido su mejor racha, cinco encuentros seguidos con presencia directa en goles, en la Champions con el Real Madrid. En esa ruta va en paralelo al equipo, mucho mejor en Europa que en la Liga. "Nos sale natural, es difícil de explicar...", reconoció en RMTV este martes.
Mario Cortegana
As
Lejos de la Liga, donde ni marca ni asiste desde el 15 de septiembre, Bale sí actúa de acuerdo con su estatus. Esta temporada, en la Supercopa de Europa y la Champions se ha desprendido de la apatía que le domina en el torneo liguero: ha participado de media en un tanto cada 88,4 minutos (65,6 contando sólo la Champions). De menos a más, lo demostró otra vez en el triunfo revitalizador en Roma.
Empezó camuflado en la parsimonia general, con dos equipos con la pereza de quien conoce el final de la película que va a ver. La derrota del CSKA les había clasificado para octavos, quedando sólo por despejar la incógnita de quién avanzaría como primero, finalmente el Madrid, y quién como segundo, el Roma. Tardaron en llegar las ocasiones y, cuando lo hicieron, Bale fue el primero en acertar, ejecutando casi obligado por el regalo rival, una asistencia para la que inexplicablemente cooperaron Olsen y Fazio.
Ese tanto, luego seguido de detalles como su intervención en el 0-2, le sirvió de terapia a un jugador que desde el pasado mayo se desintoxica en competiciones europeas. Castigó al Liverpool en el desenlace de la Decimotercera con un doblete, asistió a Benzema en el 1-1 en la Supercopa de Tallin, le metió en el Bernabéu y en Italia al Roma y asistió en casa y marcó y asistió fuera frente al Plzen. Así ha construido su mejor racha, cinco encuentros seguidos con presencia directa en goles, en la Champions con el Real Madrid. En esa ruta va en paralelo al equipo, mucho mejor en Europa que en la Liga. "Nos sale natural, es difícil de explicar...", reconoció en RMTV este martes.