Alcalde de Buenos Aires atribuye lo ocurrido a "mafias enquistadas en el fútbol"
Tras la suspensión de la gran final de la Copa Libertadores, el alcalde de Buenos Aires acusó a los barras bravas de River Plate de haber ocasionado un perjuico en la imagen de la cuidad.
EFE
El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, culpó hoy a los hinchas violentos, a los que acusó de ser "mafias enquistadas en el fútbol hace más de 50 años", de los incidentes de este sábado a las puertas del estadio de River, que han llevado a aplazar sin fecha la final de la Libertadores.
"El problema de acá se llama las 'barras bravas', que son mafias enquistadas en el fútbol hace más de 50 años, que son los que generan estos incidentes", expresó Rodríguez Larreta en una rueda de prensa celebrada pocos minutos después de que la Conmebol anunciara su decisión de suspender el partido entre River Plate y Boca Juniors, que ya había sido pospuesto para hoy por los disturbios.
El alcalde reconoció que si bien su comparecencia pretendía en un principio dar tranquilidad a la gente que hoy volvía a la cancha para disfrutar del partido, ahora supone hacerlo hacia la gente que ya había ido hoy al estadio y debe abandonarlo de nuevo por haberse suspendido por segunda vez.
"Pido a la gente que estén atentos a situaciones anómalas o de violencia, porque hay algo contra lo que es muy difícil luchar, que es la estupidez humana", agregó y lamentó imágenes como las de una mujer poniendo unas bengalas a una niña para supuestamente meterlas al estadio y las de "energúmenos que lo único que hacen es tirar piedras".
Esto muestra "que la estupidez humana que está muy presente alrededor del fútbol muchas veces no tiene límites".
"No estoy de acuerdo en generalizar. He visto editoriales esta mañana mostrando que es un problema de todos los argentinos. Yo creo que no es así. Hubo más de 60.000 personas que entraron de forma totalmente pacífica a la cancha", reconoció.
"Se está yendo a fondo contra las mafias del narcotráfico y también contra las barras bravas", enfatizó.
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, que se iba a celebrar ayer en el Monumental, estadio de River Plate, fue aplazado para hoy por la Conmebol debido a los ataques que hinchas millonarios propinaron a los jugadores de Boca Juniors cuando llegaban en el autobús, lo que dejó varios futbolistas heridos.
Además, en los alrededores del estadio se registraron numerosos incidentes entre manifestantes y la policía desplegada en el lugar, que culminaron con una treintena de detenidos.
En medio de una gran confusión, Boca solicitó hoy formalmente a la Conmebol la suspensión del encuentro, al considerar que ha de disputarse en condiciones "de igualdad", y pidió aplicar una sanción a River Plate.
Finalmente, el presidente del organismo del fútbol continental, Alejandro Domínguez, confirmó que la segunda final de la Copa Libertadores se pospone todavía sin fecha porque "no están garantizadas las condiciones de igualdad entre ambos equipos".
EFE
El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, culpó hoy a los hinchas violentos, a los que acusó de ser "mafias enquistadas en el fútbol hace más de 50 años", de los incidentes de este sábado a las puertas del estadio de River, que han llevado a aplazar sin fecha la final de la Libertadores.
"El problema de acá se llama las 'barras bravas', que son mafias enquistadas en el fútbol hace más de 50 años, que son los que generan estos incidentes", expresó Rodríguez Larreta en una rueda de prensa celebrada pocos minutos después de que la Conmebol anunciara su decisión de suspender el partido entre River Plate y Boca Juniors, que ya había sido pospuesto para hoy por los disturbios.
El alcalde reconoció que si bien su comparecencia pretendía en un principio dar tranquilidad a la gente que hoy volvía a la cancha para disfrutar del partido, ahora supone hacerlo hacia la gente que ya había ido hoy al estadio y debe abandonarlo de nuevo por haberse suspendido por segunda vez.
"Pido a la gente que estén atentos a situaciones anómalas o de violencia, porque hay algo contra lo que es muy difícil luchar, que es la estupidez humana", agregó y lamentó imágenes como las de una mujer poniendo unas bengalas a una niña para supuestamente meterlas al estadio y las de "energúmenos que lo único que hacen es tirar piedras".
Esto muestra "que la estupidez humana que está muy presente alrededor del fútbol muchas veces no tiene límites".
"No estoy de acuerdo en generalizar. He visto editoriales esta mañana mostrando que es un problema de todos los argentinos. Yo creo que no es así. Hubo más de 60.000 personas que entraron de forma totalmente pacífica a la cancha", reconoció.
"Se está yendo a fondo contra las mafias del narcotráfico y también contra las barras bravas", enfatizó.
El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, que se iba a celebrar ayer en el Monumental, estadio de River Plate, fue aplazado para hoy por la Conmebol debido a los ataques que hinchas millonarios propinaron a los jugadores de Boca Juniors cuando llegaban en el autobús, lo que dejó varios futbolistas heridos.
Además, en los alrededores del estadio se registraron numerosos incidentes entre manifestantes y la policía desplegada en el lugar, que culminaron con una treintena de detenidos.
En medio de una gran confusión, Boca solicitó hoy formalmente a la Conmebol la suspensión del encuentro, al considerar que ha de disputarse en condiciones "de igualdad", y pidió aplicar una sanción a River Plate.
Finalmente, el presidente del organismo del fútbol continental, Alejandro Domínguez, confirmó que la segunda final de la Copa Libertadores se pospone todavía sin fecha porque "no están garantizadas las condiciones de igualdad entre ambos equipos".