Silva salva al City en el 87'
El canario aprovechó un error del central rival para fusilar la portería del Hoffenheim en los últimos minutos.
Alberto Muñoz
As
Menos mal para Guardiola que en el Manchester City juega un canario menudo al que se le da muy bien esto de jugar al fútbol. Sin él, los ingleses hoy habrían sumado una nueva derrota en Champions League. David Silva se erigió en Alemania como salvador de los suyos inventándose una jugada que terminó convirtiendo Agüero para el empate y robando la cartera de un defensa en el 87 para terminar de darle la vuelta al marcador. Los teutones, por su parte, firmaron un gran partido ante su afición y a punto estuvieron de rascar un punto ante uno de los grandes de la cometición.
De hecho el Hoffenheim apenas tardó 44 segundos en meterle el miedo en el cuerpo al Manchester City. No le debió gustar nada a Guardiola que nada más saltar sus hombres al césped del Rhein-Neckar-Arena, un boquete en el centro de su defensa permitiese a Demirbay buscar al hueco a Belfodil para que este batiese en el mano a mano a Ederson.
Incredulidad y sorpresa en las filas inglesas, pero al menos hubo una respuesta rápida personificada en Sergio Agüero. Los citizens reclamaron la posesión de la pelota y apenas siete minutos después ya habían devuelto el empate al marcador por medio de una buena jugada entre Silva, Sané y el propio Kun, que fue quien terminó rematando a puerta vacía. La forma de revolverse en medio campo del español y el pase que mete entre líneas para el extremo alemán fueron más de medio gol. Delicatesen del canario.
El argentino por su parte estuvo especialmente activo, llegando a fallar una ocasión a puerta vacía alrededor de la media hora de juego y obligando a Baumann a estirarse para negarle un disparo que se colaba por la misma escuadra poco después. A pesar de que había sido duda para el partido tras un golpe contra el Brighton, el bajo momento que vive Gabriel Jesús esta temporada y las ganas que tiene el mejor goleador de la historia del club de reivindicarse parece que pueden más que cualquier molestia física.
Pero más allá del buen momento del Kun, Guardiola tiene motivos para preocuparse. No sólo su equipo no aprovechó las facilidades que inevitablemente le presentaron los bávaros, sino que éstos estuvieron a punto en más de una ocasión de volver a adelantarse gracias a fallos defensivos impropios de un equipo que aspira a alzarse con el título. El experimento de Laporte en la lateral izquierdo no terminó de convencer.
La mejor ocasión la tuvo Leroy Sané durante la segunda parte en una escapada en la que, tras conseguir superar a Baumann, este hace por derribarle y el alemán por ir al suelo. Skomina entendió que fueron más las ganas del extremo por ser derribado que las del portero de hacerlo, pero lo cierto es que hay contacto y que la jugada puede ser considerada como penalti.
Pero por suerte para el Manchester City no tuvieron que lamentarse demasiado de esa ocasión gracias a que Silva fue capaz de robarle la cartera a Posch dentro del área en el minuto 87 para anotar un tanto que terminó sirviendo para sumar tres puntos importantísimos para los ingleses, que maquillaron un partido que se les pudo ir de las manos.
Alberto Muñoz
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Menos mal para Guardiola que en el Manchester City juega un canario menudo al que se le da muy bien esto de jugar al fútbol. Sin él, los ingleses hoy habrían sumado una nueva derrota en Champions League. David Silva se erigió en Alemania como salvador de los suyos inventándose una jugada que terminó convirtiendo Agüero para el empate y robando la cartera de un defensa en el 87 para terminar de darle la vuelta al marcador. Los teutones, por su parte, firmaron un gran partido ante su afición y a punto estuvieron de rascar un punto ante uno de los grandes de la cometición.
De hecho el Hoffenheim apenas tardó 44 segundos en meterle el miedo en el cuerpo al Manchester City. No le debió gustar nada a Guardiola que nada más saltar sus hombres al césped del Rhein-Neckar-Arena, un boquete en el centro de su defensa permitiese a Demirbay buscar al hueco a Belfodil para que este batiese en el mano a mano a Ederson.
Incredulidad y sorpresa en las filas inglesas, pero al menos hubo una respuesta rápida personificada en Sergio Agüero. Los citizens reclamaron la posesión de la pelota y apenas siete minutos después ya habían devuelto el empate al marcador por medio de una buena jugada entre Silva, Sané y el propio Kun, que fue quien terminó rematando a puerta vacía. La forma de revolverse en medio campo del español y el pase que mete entre líneas para el extremo alemán fueron más de medio gol. Delicatesen del canario.
El argentino por su parte estuvo especialmente activo, llegando a fallar una ocasión a puerta vacía alrededor de la media hora de juego y obligando a Baumann a estirarse para negarle un disparo que se colaba por la misma escuadra poco después. A pesar de que había sido duda para el partido tras un golpe contra el Brighton, el bajo momento que vive Gabriel Jesús esta temporada y las ganas que tiene el mejor goleador de la historia del club de reivindicarse parece que pueden más que cualquier molestia física.
Pero más allá del buen momento del Kun, Guardiola tiene motivos para preocuparse. No sólo su equipo no aprovechó las facilidades que inevitablemente le presentaron los bávaros, sino que éstos estuvieron a punto en más de una ocasión de volver a adelantarse gracias a fallos defensivos impropios de un equipo que aspira a alzarse con el título. El experimento de Laporte en la lateral izquierdo no terminó de convencer.
La mejor ocasión la tuvo Leroy Sané durante la segunda parte en una escapada en la que, tras conseguir superar a Baumann, este hace por derribarle y el alemán por ir al suelo. Skomina entendió que fueron más las ganas del extremo por ser derribado que las del portero de hacerlo, pero lo cierto es que hay contacto y que la jugada puede ser considerada como penalti.
Pero por suerte para el Manchester City no tuvieron que lamentarse demasiado de esa ocasión gracias a que Silva fue capaz de robarle la cartera a Posch dentro del área en el minuto 87 para anotar un tanto que terminó sirviendo para sumar tres puntos importantísimos para los ingleses, que maquillaron un partido que se les pudo ir de las manos.