River, Independiente, Boca y Atlético Tucumán se la juegan


Redacción, AS
La Copa Libertadores es el gran tema de la semana futbolera, en la Argentina en general, y particularmente para los cuatro equipos nacionales implicados.


Hoy, martes, River e Independiente abrirán el fuego a las 19.30 en el Monumental (0-0 la ida). Un rato más tarde, a las 21.45, Atlético Tucumán irá a Porto Alegre por la proeza de remontar la serie ante el vigente campeón, Gremio, que ganó 2-0 en el José Fierro de la capital tucumana. El jueves será el turno de Boca, que tratará de hacer valer la ventaja de 2-0 sobre Cruzeiro en el Mineirao de Belo Horizonte, también a las 21.45. El programa se completa el miércoles en San Pablo, donde Palmeiras recibirá a Colo Colo (2-0 para los brasileños en la ida).


En un primer análisis de las opciones para los equipos argentinos queda muy claro que Boca llega con un pie en semifinales, que el Decano es el más complicado y que la mayor paridad se da en la serie que enfrenta a millonarios y diablos rojos. Pero una mirada más profunda permitirá matizar un poco estas afirmaciones iniciales.

River-Independiente
No hubo acuerdo sobre quién salió más beneficiado con el 0-0 de la ida. “Es un buen resultado porque definimos con nuestra gente”, dijo Marcelo Gallardo en su momento, quizás recordando que también fue 0-0 la ida ante Racing en octavos de final y que River en Núñez resolvió el compromiso con facilidad. “Dentro de lo que significa no ganar, fue el mejor resultado posible”, se conformó a su vez Ariel Holan.

Lo cierto es que las dos semanas transcurridas desde entonces reforzaron el favoritismo riverplatense. El convincente triunfo ante Boca en La Bombonera y los 5 goles obtenidos por los suplentes ante Lanús contrastan con los pálidos empates del Rojo frente a Banfield y Tigre en el mismo lapso. Pero además, los millonarios llevan una progresión muy positiva en su juego, que supera contingencias como lesiones (Nacho Fernández, Pity Martínez, Enzo Pérez) o rotaciones.

La racha de 30 partidos sin derrotas, la mayoría con el arco invicto, y las estadísticas que indican una amplia paternidad sobre el Rojo, más acentuada todavía en competiciones internacionales (Independiente nunca ganó en el Monumental jugando por Copas), son elementos a tener en cuenta.

Aun así, el equipo de Holan tiene argumentos para sostener que el partido no seguirá el mismo guión sufrido por sus vecinos de Avellaneda. Ya demostró que sabe jugar este tipo de encuentros, hizo un buen segundo tiempo en la ida, donde convirtió en figura al arquero Armani, y tiene todas sus fichas puestas en la Libertadores.

Sí, River es favorito, pero el porcentaje de posibilidades del Rojo sigue siendo suficientemente alto como para no descartar nada.

Cruzeiro-Boca
Después de una semana muy compleja, la victoria del domingo ante Colón trajo alivio a los xeneizes, que viajan a Belo Horizonte con una renta que debería resultar suficiente. Cruzeiro, reciente finalista de la Copa de Brasil (el trofeo que entrega los premios más suculentos del continente), es un equipo más armado para la defensa que para el ataque, donde no le sobran las variantes. La obligación de conseguir dos goles lo empujará hacia adelante y llevará a que se abran espacios a las espaldas de los volantes. La capacidad de definición de los delanteros de Boca tendrá entonces opciones de ponerse a prueba más de una vez. Dependerá de su acierto que el equipo viva una noche más o menos tranquila.

El factor Dedé es otro punto a tener en cuenta. Los mineiros se sintieron estafados por la tarjeta roja mostrada al fornido defensor en su involuntario choque con Andrada (la Conmebol le retiró la sanción y podrá jugar la revancha, pero nadie olvida que el segundo gol xeneize llegó cuando el Cruzeiro ya jugaba con uno menos) y eso impulsa el afán de revancha. Pero si todo transita por cauces normales, Boca debería tener su lugar en semifinales.

Gremio-Atlético Tucumán
El camino del Decano desde que recorre las copas internacionales ya tuvo algunos hitos importantes. Desde aquel célebre encuentro ante El Nacional en Quito hasta la angustiosa clasificación obtenida en Medellín en octavos de final de esta edición. Recuperar una desventaja de 0-2 en la casa del campeón es lo que podría llamarse “el más difícil todavía”. ¿Puede lograrlo el conjunto del Ruso Zielinski? Sin duda que no se va a achicar y que lo intentará. El equipo gaúcho tiene más jerarquía individual y más experiencia, atraviesa un buen momento, aunque le convendría no confiarse demasiado. Las opciones del Decano son pocas, pero es fútbol, y cosas peores (y mejores) se han visto.

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