Messi felicitó a un equipo que "acabó feliz, pero muy cansado"
Barcelona, AS
Lionel Messi acabó muy feliz la noche del miércoles, después del buen partido de sus compañeros ante el Inter (2-0) y de prácticamente haber sellado el pase a los octavos de final de la Champions League. Era una prueba de fuego para el equipo, él lo sabía y el barcelonismo en general acudió al choque con el interés de valorar la messidependencia del equipo de Ernesto Valverde.
Vestido con los colores del equipo (la sudadera blanca con la que llegó al estadio la dejó en su taquilla), pero desde la grada, La Pulga disfrutó entre Pepe Costa, su inseparable amigo, y Thiago, su hijo mayor de un importante triunfo que refuerza la autoestima del Barcelona.
Un par de minutos antes de que acabase el partido y de que el Camp Nou lo aclamase, Messi se fue al vestuario. Quería estar ahí cuando sus compañeros entrasen desde el terreno de juego. Los felicitó. Uno a uno y a nivel colectivo. “Estaba muy feliz y se mostró muy cariñoso con todos. Debió pasarlo mal en la grada, pero no por el juego del equipo, sino porque a él donde le agrada estar es en el césped”, dicen desde el vestuario.
En el vestuario azulgrana se respiraba mucha alegría por el buen partido y el sensacional resultado ante los italianos. Eso sí, las caras eran “de mucho cansancio”. “El equipo se vació, todos hicieron un esfuerzo bárbaro en la presión y para no bajar el nivel en ningún momento”, comentaban desde las entrañas del estadio azulgrana. “Con el día de descanso (hoy), una buena alimentación e hidratación, el equipo estará preparado para jugar contra el Madrid el Clásico del domingo”, opinaban. “El equipo va a más y este triunfo (ante el Inter) va a reforzar al equipo en muchos aspectos”.
Lionel Messi acabó muy feliz la noche del miércoles, después del buen partido de sus compañeros ante el Inter (2-0) y de prácticamente haber sellado el pase a los octavos de final de la Champions League. Era una prueba de fuego para el equipo, él lo sabía y el barcelonismo en general acudió al choque con el interés de valorar la messidependencia del equipo de Ernesto Valverde.
Vestido con los colores del equipo (la sudadera blanca con la que llegó al estadio la dejó en su taquilla), pero desde la grada, La Pulga disfrutó entre Pepe Costa, su inseparable amigo, y Thiago, su hijo mayor de un importante triunfo que refuerza la autoestima del Barcelona.
Un par de minutos antes de que acabase el partido y de que el Camp Nou lo aclamase, Messi se fue al vestuario. Quería estar ahí cuando sus compañeros entrasen desde el terreno de juego. Los felicitó. Uno a uno y a nivel colectivo. “Estaba muy feliz y se mostró muy cariñoso con todos. Debió pasarlo mal en la grada, pero no por el juego del equipo, sino porque a él donde le agrada estar es en el césped”, dicen desde el vestuario.
En el vestuario azulgrana se respiraba mucha alegría por el buen partido y el sensacional resultado ante los italianos. Eso sí, las caras eran “de mucho cansancio”. “El equipo se vació, todos hicieron un esfuerzo bárbaro en la presión y para no bajar el nivel en ningún momento”, comentaban desde las entrañas del estadio azulgrana. “Con el día de descanso (hoy), una buena alimentación e hidratación, el equipo estará preparado para jugar contra el Madrid el Clásico del domingo”, opinaban. “El equipo va a más y este triunfo (ante el Inter) va a reforzar al equipo en muchos aspectos”.