Luis Enrique perfecciona la Selección de Lopetegui
El asturiano ha dotado de un mayor vértigo a España, que desde su llegada al banquillo tiene más posesión, tira más a puerta y marca más goles.
Mario Cortegana
As
Anda la Selección en pleno veroño, asentándose, y en esa transición entre el verano y el otoño, entre Lopetegui y Luis Enrique, el asturiano se está manejando de maravilla: su Selección tiene más posesión, chuta un poco más a puerta y golea más que la de Julen. En Gales, tras la conquista de Wembley (1-2) y el set a la subcampeona del mundo (6-0), se dio otro gustazo (1-4). Al nuevo técnico le ha llegado pronto su primer gran mérito: él y Del Bosque son los únicos de los últimos diez seleccionadores que se han estrenado con triplete de victorias.
Luis Enrique heredó un señor equipo al que la tormenta previa al Mundial 2018, que acabó con Hierro al frente en Rusia, dejó en la enfermería. Con eso le bastó, y en sólo tres partidos le ha dado su ADN a España. No se le puede discutir la paternidad de este remozado grupo que, si con Lopetegui se ganó el derecho a soñar, ahora ha añadido más descaro y brío. No ha roto con el estilo del vasco, pero sí que lo ha implementado con matices y detalles que hacen la diferencia, lo que le está procurando, en esencia, más control (posesión) y pegada (gol).
COMPARACIÓN DE LA ETAPA DE LOPETEGUI CON EL INICIO DE LUIS ENRIQUE
ERA LOPETEGUI ERA LUIS ENRIQUE
Media de posesión por partido 62,7% 65,66%
Media de tiros a puerta por partido 6,15 6,33
Media de tiros fuera por partido 4,8 4
Media de goles a favor por partido 2,85 4
Media de tiros para hacer un gol 3,84 2,58
Media de goles en contra por partido 0,65 0,66
Los datos son muy similares, la mejor prueba del buen rumbo de la Selección, que con Lopetegui se mantuvo invicta durante 20 encuentros. Pero, además, Luis Enrique y su nueva brisa arrastran la sensación de que esta España no va a perjudicarse por exceso de retórica: está ahuyentando el fantasma de la horizontalidad aumentando la posesión y traduciéndola en menos tiros para más goles. Más complicado que presentar estadísticas así es mantenerlas, pero estos primeros trazos dejan ver un proyecto importante.
Mario Cortegana
As
Anda la Selección en pleno veroño, asentándose, y en esa transición entre el verano y el otoño, entre Lopetegui y Luis Enrique, el asturiano se está manejando de maravilla: su Selección tiene más posesión, chuta un poco más a puerta y golea más que la de Julen. En Gales, tras la conquista de Wembley (1-2) y el set a la subcampeona del mundo (6-0), se dio otro gustazo (1-4). Al nuevo técnico le ha llegado pronto su primer gran mérito: él y Del Bosque son los únicos de los últimos diez seleccionadores que se han estrenado con triplete de victorias.
Luis Enrique heredó un señor equipo al que la tormenta previa al Mundial 2018, que acabó con Hierro al frente en Rusia, dejó en la enfermería. Con eso le bastó, y en sólo tres partidos le ha dado su ADN a España. No se le puede discutir la paternidad de este remozado grupo que, si con Lopetegui se ganó el derecho a soñar, ahora ha añadido más descaro y brío. No ha roto con el estilo del vasco, pero sí que lo ha implementado con matices y detalles que hacen la diferencia, lo que le está procurando, en esencia, más control (posesión) y pegada (gol).
COMPARACIÓN DE LA ETAPA DE LOPETEGUI CON EL INICIO DE LUIS ENRIQUE
ERA LOPETEGUI ERA LUIS ENRIQUE
Media de posesión por partido 62,7% 65,66%
Media de tiros a puerta por partido 6,15 6,33
Media de tiros fuera por partido 4,8 4
Media de goles a favor por partido 2,85 4
Media de tiros para hacer un gol 3,84 2,58
Media de goles en contra por partido 0,65 0,66
Los datos son muy similares, la mejor prueba del buen rumbo de la Selección, que con Lopetegui se mantuvo invicta durante 20 encuentros. Pero, además, Luis Enrique y su nueva brisa arrastran la sensación de que esta España no va a perjudicarse por exceso de retórica: está ahuyentando el fantasma de la horizontalidad aumentando la posesión y traduciéndola en menos tiros para más goles. Más complicado que presentar estadísticas así es mantenerlas, pero estos primeros trazos dejan ver un proyecto importante.