Los partidos de gobierno en Alemania se desploman en las elecciones de Hesse

La CDU de Merkel y los socialdemócratas caen en unos comicios regionales en los que suben los Verdes

Enrique Müller
Berlín, El País
Los dos grandes partidos alemanes, la CDU y el SPD, han sufrido este domingo un descalabro en las elecciones en el Estado federado de Hesse, el quinto land más rico del país. Las urnas han otorgado en cambio un triunfo a Los Verdes, que doblan su fuerza y se convierten en un grupo indispensable para formar gobierno en la región. La ultraderecha logra entrar en el último Parlamento regional que le quedaba por conquistar. La derrota en Hesse cuestiona la estabilidad de la coalición de gobierno a nivel federal.


La debacle electoral de la CDU en Hesse, que ha perdido 10 puntos con respecto a las últimas elecciones hasta el 28% de los votos, supone también un nuevo golpe a la imagen del debilitado Gobierno de gran coalición de Berlín y pone automáticamente en duda los planes de Angela Merkel de buscar su reelección como jefa de la CDU en el congreso del partido democratacristiano que tendrá lugar el próximo mes de diciembre.

Los electores de Hesse también le han dado la espalda al partido socialdemócrata alemán, que ha obtenido un 20% de los votos, su peor resultado en la historia electoral de posguerra del Estado y 10,9 puntos menos que hace cinco años. El batacazo que ha sufrido el SPD puede poner en marcha una discusión interna sobre el liderazgo de la actual presidenta del partido, Andrea Nahles. Peor aún, desencadenar un nuevo impulso para abandonar el Gobierno de gran coalición, una decisión que dejaría a Merkel al frente de un Ejecutivo minoritario o teniendo que enfrentarse a elecciones anticipadas.

Los grandes triunfadores de la jornada electoral, al igual que ocurrió hace dos semanas en Baviera, han vuelto a ser Los Verdes que, con un 20% de los votos, se han convertido en una fuerza política indispensable para formar un nuevo Gobierno en el Estado, un hecho que confirma un fenómeno que ha cobrado fuerza en la última década. Los Verdes se han convertido en un partido del establishment que garantiza estabilidad política y también coherencia en temas tan conflictivos como la inmigración frente al populismo de la ultraderecha.

Los institutos demoscópicos tampoco se equivocaron con sus pronósticos relacionados con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que, con un 13% de los votos, logra entrar por primera vez en el Parlamento regional. La extrema derecha gana 8,7 puntos respecto a 2013 y entra, así, en la última de las 16 Cámaras regionales que le quedaba por conquistar en Alemania.

El partido Liberal y La Izquierda también han logrado superar la barrera del 5% necesario para tener representación en la Cámara, gracias a un 7,7% y un 6,7%, respectivamente. Con ese nivel de representación ambos partidos pueden convertirse en posibles socios minoritarios en diferentes alianzas tripartitas.

Los resultados en Hesse, un Estado con algo más de 6 millones de habitantes, vuelven a dejar al desnudo una inédita realidad política que tiene en estado de alerta a las centrales de los dos grandes partidos alemanes en Berlín. Con una tasa de desempleo del 4,4%, un crecimiento económico robusto y una gestión política (alianza CDU-Verdes) que ha sido considerada como un modelo para el resto del país, los electores han vuelto a castigar a la CDU no tanto por la labor realizada en el Estado por el Gobierno regional, sino a causa de la mala imagen que ofrece el Gobierno de gran coalición cuya gestión ha estado marcada por diferencias internas. Sobre todo, las impulsadas por el ministro del Interior y todavía presidente de la CSU bávara, Horst Seehofer.

El candidato de la CDU y actual jefe del Gobierno regional, Volker Bouffier, ha omitido referirse a la herencia de Berlín en su discurso a sus simpatizantes y ha admitido que la pérdida de votos había sido dolorosa. Pero ha resaltado que su partido había alcanzado las dos metas que se había propuesto durante la campaña: volver a tener el grupo parlamentario más fuerte de la Cámara e impedir que otros partidos puedan formar un gobierno sin la CDU.

A pesar de la dolorosa debacle de la formación, Bouffier tiene grandes posibilidades de mantenerse en el cargo. Aunque aún no está claro si el resultado final puede reeditar la alianza de los conservadores con Los Verdes, el resultado obtenido por el partido Liberal (7%) deja abierta la posibilidad de formar la llamada coalición Jamaica, integrada por la CDU, Los Verdes y los liberales.

Los Verdes en cambio, gracias a la popularidad de Tarek Al-Wazir, el líder del partido en el Estado, con un discurso proeuropeo y conciliador en el tema de la inmigración, ha cosechado un triunfo que les puede convertir en una fuerza capaz de sacudir las políticas de coalición tradicionales. Gracias al 19,6% de los votos obtenidos, Los Verdes se convierten en un partido indispensable para formar un Gobierno estable en el Estado.

“Somos los ganadores de estas elecciones y la gente sigue confiando en nosotros después de haber gobernado con la CDU en los últimos cinco años”, ha dicho Al-Wazir, resumiendo en pocas palabras el sentimiento que invadió al partido en Hesse. Pero el líder de la formación verde ha evitado referirse a las posibles alianzas, aunque los números dejan en claro que sin Los Verdes no hay posibilidades de formar un Gobierno estable en Hesse.

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