Los mercados rebajan el órdago del Gobierno italiano
El ministro de Economía suaviza la previsión de déficit después de dos días de caídas en la Bolsa y la prima de riesgo encaramada a niveles de
Daniel Verdú
Roma, El País
Los lunes amenazan tormenta en Italia y los viernes siempre sale el sol. A veces, incluso, sucede todo más rápido. Esta vez, en plena crisis presupuestaria fuego cruzado con la Comisión Europea, ha habido cambios sustanciales en solo dos días. Primero fue el “no nos moveremos ni un milímetro”, del vicepresidente Luigi Di Maio. Luego llegó el “me ne frega”, de Matteo Salvini, algo así como un “nos traen al pairo” las advertencias de la UE sobre el cumplimiento de las reglas comunitarias. Pero han bastado dos días seguidos con la prima de riesgo disparada ─hasta los 302 puntos─ y la Bolsa en rojo para que el Gobierno populista de Roma rebajase notablemente el tono de sus amenazas presupuestarias. El déficit, asegura ahora el ministro de Economía, Giovanni Tria, ya no será del 2,4% durante tres años seguidos, sino que se rebajará progresivamente en ese periodo hasta llegar al 1,8% en 2021. Los mercados han aceptado la disculpa, pero sigue siendo insuficiente para evitar el choque con Bruselas.
El jueves pasado el consejo de ministros de Italia aprobó un borrador preliminar de los presupuestos que, entre otras cosas, aseguraba que en los próximos tres años se llegaría al 2,4% de déficit respecto al PIB, violando las reglas europeas y poniendo en una situación de extremo riesgo a la tercera economía del euro, que arrastra una deuda del 132% de su PIB. La idea era embutir todas las principales promesas electorales de Liga y Movimiento 5 Estrellas (M5S) ─renta ciudadana, rebaja de la edad de jubilación y tipo único de IRPF─ sacando dinero de debajo de las piedras. Un plan que puso en un serio aprieto al ministro Tria, que se resistió hasta el último momento a aceptar el órdago y amagó con dimitir. El incendio se propagó hasta Bruselas en pocos minutos y los mercados amanecieron en rojo. Lunes y martes la prima creció hasta niveles de 2014 y la bolsa cayó castigando la fragilidad de los bancos italianos. En el Palacio Chigi empezaron a sonar los teléfonos.
Las amenazas a Europa ─Salvini contestó el martes al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que solo habla con “personas sobrias”─ mutaron el miércoles por la mañana en una rebaja de la previsión del déficit y una palmada en la espalda de la patronal de empresarios italiana, Confindustria. Más allá de los mercados, el establishment italiano ─empresarios, presidencia de la República, economistas…─ ha presionado ininterrumpidamente al Gobierno para modificar el rumbo de colisión emprendido el pasado jueves. En cuanto tria anunció que el déficit se rebajaría progresivamente, llegó la tregua de la Bolsa y de la prima de riesgo. Por la tarde, en una rueda de presna del Gobierno, se confirmaron las informaciones y se lanzó un mensaje oficial de tranquilidad.
El presidente de Confindustria, Vincenzo Boccia, destensó la cuerda con el Ejecutivo en un desayuno al que estaba invitado el propio Tria. “El déficit no debe ser un tabú”, señaló. Especialmente si la superación de los límites establecidos en Bruselas se utiliza para “un crecimiento de la economía que reduzca la deuda y transmita efectos positivos sobre la economía real”. Es decir, si el dinero se destina a reducir impuestos y a inversiones en empresas e infraestructuras, como pretende la Liga y el cuerpo empresarial del país, no habrá problemas. Si, en cambio, va dirigido a políticas asistencialistas como la renta de ciudadanía que ha prometido el M5S, los problemas llegarán más pronto que tarde. Tria, sentado junto a Boccia, confirmó sus intenciones de que no haya problemas en ese sentido. “En los próximos tres años activaremos 15.000 millones adicionales de inversiones púbicas”. De momento, tiene el apoyo de los empresarios.
Daniel Verdú
Roma, El País
Los lunes amenazan tormenta en Italia y los viernes siempre sale el sol. A veces, incluso, sucede todo más rápido. Esta vez, en plena crisis presupuestaria fuego cruzado con la Comisión Europea, ha habido cambios sustanciales en solo dos días. Primero fue el “no nos moveremos ni un milímetro”, del vicepresidente Luigi Di Maio. Luego llegó el “me ne frega”, de Matteo Salvini, algo así como un “nos traen al pairo” las advertencias de la UE sobre el cumplimiento de las reglas comunitarias. Pero han bastado dos días seguidos con la prima de riesgo disparada ─hasta los 302 puntos─ y la Bolsa en rojo para que el Gobierno populista de Roma rebajase notablemente el tono de sus amenazas presupuestarias. El déficit, asegura ahora el ministro de Economía, Giovanni Tria, ya no será del 2,4% durante tres años seguidos, sino que se rebajará progresivamente en ese periodo hasta llegar al 1,8% en 2021. Los mercados han aceptado la disculpa, pero sigue siendo insuficiente para evitar el choque con Bruselas.
El jueves pasado el consejo de ministros de Italia aprobó un borrador preliminar de los presupuestos que, entre otras cosas, aseguraba que en los próximos tres años se llegaría al 2,4% de déficit respecto al PIB, violando las reglas europeas y poniendo en una situación de extremo riesgo a la tercera economía del euro, que arrastra una deuda del 132% de su PIB. La idea era embutir todas las principales promesas electorales de Liga y Movimiento 5 Estrellas (M5S) ─renta ciudadana, rebaja de la edad de jubilación y tipo único de IRPF─ sacando dinero de debajo de las piedras. Un plan que puso en un serio aprieto al ministro Tria, que se resistió hasta el último momento a aceptar el órdago y amagó con dimitir. El incendio se propagó hasta Bruselas en pocos minutos y los mercados amanecieron en rojo. Lunes y martes la prima creció hasta niveles de 2014 y la bolsa cayó castigando la fragilidad de los bancos italianos. En el Palacio Chigi empezaron a sonar los teléfonos.
Las amenazas a Europa ─Salvini contestó el martes al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que solo habla con “personas sobrias”─ mutaron el miércoles por la mañana en una rebaja de la previsión del déficit y una palmada en la espalda de la patronal de empresarios italiana, Confindustria. Más allá de los mercados, el establishment italiano ─empresarios, presidencia de la República, economistas…─ ha presionado ininterrumpidamente al Gobierno para modificar el rumbo de colisión emprendido el pasado jueves. En cuanto tria anunció que el déficit se rebajaría progresivamente, llegó la tregua de la Bolsa y de la prima de riesgo. Por la tarde, en una rueda de presna del Gobierno, se confirmaron las informaciones y se lanzó un mensaje oficial de tranquilidad.
El presidente de Confindustria, Vincenzo Boccia, destensó la cuerda con el Ejecutivo en un desayuno al que estaba invitado el propio Tria. “El déficit no debe ser un tabú”, señaló. Especialmente si la superación de los límites establecidos en Bruselas se utiliza para “un crecimiento de la economía que reduzca la deuda y transmita efectos positivos sobre la economía real”. Es decir, si el dinero se destina a reducir impuestos y a inversiones en empresas e infraestructuras, como pretende la Liga y el cuerpo empresarial del país, no habrá problemas. Si, en cambio, va dirigido a políticas asistencialistas como la renta de ciudadanía que ha prometido el M5S, los problemas llegarán más pronto que tarde. Tria, sentado junto a Boccia, confirmó sus intenciones de que no haya problemas en ese sentido. “En los próximos tres años activaremos 15.000 millones adicionales de inversiones púbicas”. De momento, tiene el apoyo de los empresarios.