Lenglet doma al león
La Cultural mereció más, pero Lenglet decidió el partido en el tiempo añadido. Partidazo de Cillessen. Sergi Samper volvía a jugar diez meses después y se lesionó.
Santi Giménez
As
En un partido de bostezo y funcionarial a más no poder, el Barça ganó en el Reino de León (0-1) con un gol de Lenglet en el descuento ante una Cultural que jugó para merecer más, pero que se topó con Cillessen, que nunca falla.
Entre todos los canteranos disponibles para completar la alineación, Valverde optó por ponerlos a todos en la defensa, donde Miranda salió como lateral izquierdo y el eje quedaba siendo responsabilidad de Chumi y Cuenca. El resto del equipo lo formaban los jugadores que menos minutos habían disfrutado hasta el momento. Unos, como Malcom dejaron bien claro el motivo de su ostracismo, otros, como Denis o Semedo, no parecieron entender la oportunidad que se les brindaba y el único que se tomó la cosa en serio fue Arturo Vidal, presente en todas las disputas de balón fueran donde fueran.
Capítulo aparte merece Sergi Samper, quien de nuevo volvió a chocar ante su mala suerte. Después de diez meses sin jugar, regresaba a los terrenos de juego y duró media hora sobre el campo tras lesionarse muscularmente en el gemelo. Abandonó el campo entre lágrimas.
En frente del Barça, la Cultural propuso un partido tenso y agrio. Los locales no rehuyeron el choque y se impusieron al Barcelona por ganas ante la empanada de jugadores como Semedo, que a los doce minutos se quedó mirando a las musarañas hasta que le robaran el balón y Cillessen tuviera que intervenir para evitar el 1-0.
La únicas noticias del Barça llegaban de la lucha de Vidal y de los altibajos de Demebélé, al que después de pegar tres carreras, decidió que el partido le aburría soberanamente.
Con Aleñá en el centro del campo en sustitución del pobre Samper y Vidal ejerciendo de pivote se llegó al final de una primera parte en la que la Cultu fue más que el Barça.
Y siguió siendo más que los blaugrana en la segunda mitad, donde el Barça sobrevivió gracias Cillessen, un porterazo que cada vez que comparece, y lo hace de uvas a peras, lo hace dando una sensación de seguridad impresionante. En el segundo tiempo sacó una mano prodigiosa a un chut con el alma de Saúl, que de la castaña que le dio a la pelota se rompió y tuvo que ser cambiado.
Cansado del festival de errores de Malcom, Valverde le retiró del campo para dar entrada a Arthur en un intento de controlar un partido que se estaba poniendo peligroso. Logró su objetivo el técnico ya que Lenglet, en una jugada a balón parado marcara en el 91 el tanto que le daba un premio excesivo al Barça
Santi Giménez
As
En un partido de bostezo y funcionarial a más no poder, el Barça ganó en el Reino de León (0-1) con un gol de Lenglet en el descuento ante una Cultural que jugó para merecer más, pero que se topó con Cillessen, que nunca falla.
Entre todos los canteranos disponibles para completar la alineación, Valverde optó por ponerlos a todos en la defensa, donde Miranda salió como lateral izquierdo y el eje quedaba siendo responsabilidad de Chumi y Cuenca. El resto del equipo lo formaban los jugadores que menos minutos habían disfrutado hasta el momento. Unos, como Malcom dejaron bien claro el motivo de su ostracismo, otros, como Denis o Semedo, no parecieron entender la oportunidad que se les brindaba y el único que se tomó la cosa en serio fue Arturo Vidal, presente en todas las disputas de balón fueran donde fueran.
Capítulo aparte merece Sergi Samper, quien de nuevo volvió a chocar ante su mala suerte. Después de diez meses sin jugar, regresaba a los terrenos de juego y duró media hora sobre el campo tras lesionarse muscularmente en el gemelo. Abandonó el campo entre lágrimas.
En frente del Barça, la Cultural propuso un partido tenso y agrio. Los locales no rehuyeron el choque y se impusieron al Barcelona por ganas ante la empanada de jugadores como Semedo, que a los doce minutos se quedó mirando a las musarañas hasta que le robaran el balón y Cillessen tuviera que intervenir para evitar el 1-0.
La únicas noticias del Barça llegaban de la lucha de Vidal y de los altibajos de Demebélé, al que después de pegar tres carreras, decidió que el partido le aburría soberanamente.
Con Aleñá en el centro del campo en sustitución del pobre Samper y Vidal ejerciendo de pivote se llegó al final de una primera parte en la que la Cultu fue más que el Barça.
Y siguió siendo más que los blaugrana en la segunda mitad, donde el Barça sobrevivió gracias Cillessen, un porterazo que cada vez que comparece, y lo hace de uvas a peras, lo hace dando una sensación de seguridad impresionante. En el segundo tiempo sacó una mano prodigiosa a un chut con el alma de Saúl, que de la castaña que le dio a la pelota se rompió y tuvo que ser cambiado.
Cansado del festival de errores de Malcom, Valverde le retiró del campo para dar entrada a Arthur en un intento de controlar un partido que se estaba poniendo peligroso. Logró su objetivo el técnico ya que Lenglet, en una jugada a balón parado marcara en el 91 el tanto que le daba un premio excesivo al Barça