Laudrup ha dicho no al Madrid

Hay nerviosismo en los despachos del Bernabéu porque tras la destitución de Lopetegui y la dificultad con Conte no se encuentra sustituto.

Marco Ruiz
As
Se viven horas de nerviosismo absoluto en los despachos del Bernabéu. La situación deportiva está a la deriva de manera inesperada y los teléfonos echan humo intentando buscar una solución de urgencia y garantía a la vez. Era Conte el elegido para sustituir a Lopetegui, pero lo dicho por Ramos tras el Clásico (“el respeto no se impone, se gana”) ha echado para atrás al italiano, cuyas pretensiones económicas (en cuanto a la duración de su contrato) tampoco casan con los deseos de la entidad blanca. Y en esa encrucijada está Florentino, con Solari como interino y buscando entrenador…


Según ha podido saber AS, el entorno de Michael Laudrup, ahora sin equipo, ha sido sondeado. Pero Laudrup ha dicho que “no”. Lleva al Madrid en el corazón, según afirman a este periódico personas muy cercanas a él, pero no le convence la situación deportiva ni las perspectivas de futuro. As quiso contrastar la noticia con su representante, Bayram Tutumlu, que fue tajante: “Laudrup no busca una oportunidad para entrenar al Madrid, sino una situación ideal para hacerlo. Tal y como está siendo llevado ahora el Madrid no es el momento. No quiere entrar ahí de cualquier manera”. Incluso una persona muy cercana al mito del fútbol danés afirmó a este periódico que el técnico ha llegado a calificar la situación actual, en lo deportivo, de la entidad, de "ruinosa".

Laudrup era una de las opciones preferidas por Florentino después de que Conte se haya puesto difícil. Tiene el danés un aura parecida a la de Zidane, de gran jugador del pasado que puede ganarse el respeto de un vestuario, y lo veía como el escudo perfecto para capear el temporal. Pero Laudrup, “que estaría encantado en entrenar al Madrid en un futuro”, según Tutumlu, su representante, quiere un proyecto estable y de futuro. “Está enamorado del Madrid”, dice Tutumlu. Pero, al parecer, la inestabilidad de la política deportiva le echa para atrás.

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