FRANCIA 2 - ALEMANIA 1 / Griezmann condena a Alemania
Doblete del delantero del Atlético para remontar el tanto de Kroos. Löw, más en la picota. La selección germana depende del Francia-Holanda.
José Carlos Menzel
As
Un doblete de Griezmann acerca a la selección francesa a la Final a Cuatro de la Liga de las Naciones y desatas un maremoto en la Mannschaft, que volvió a caer después del palizón que sufrió en Holanda (0-3). Alemania sigue última del grupo A1 y necesita ganar a Holanda en la última jornada para seguir luchando por la permanencia. Si será Joachim Löw el que entonces se siente en el banquillo teutón está más en el aire que nunca. La gran crisis que atraviesa el fútbol alemán lleva su nombre.
Joachim Löw había anunciado cambios con respecto a la debacle vivida en Amsterdam y se palparon desde el primer minuto. Atrás apostó por una línea de tres que se volvía de cinco cuando atacaban los franceses, en ataque le dio entrada a Sané y Gnabry para que abrieran brechas en la zaga gala. Lo consiguieron. La primera parte integra fue un monólogo alemán, que esta vez sí supo premiarse. Una de las numerosas arrancadas de Sané la terminó estrellando el cuero en el brazo de Kimpembe, a lo que el árbitro señaló penalti. Kroos no falló, silenciando a la hinchada de la campeona del mundo al cuarto de hora de juego.
Sané falló un pase a Gnabry que era el segundo, un error que le iba a costar caro a los visitantes. Porque la bestia tenía que despertar tarde o temprano. Y lo hizo faltando media hora de juego. Mbappé metió la sexta, poniendo en serios apuros a Hummels y compañía, pero el empate iba a llegar por la banda izquierda. Kehrer no presionó a Hernández, que no se lo pensó y colgó el cuero al corazón del área donde Griezmann puso las tablas de cabeza. El empate hubiera sido justo, pero la cosa no quedó ahí. El colegiado vio penalti en una entrada de Hummels sobre Matuidi, Griezi se la colocó y desató la locura en París.
José Carlos Menzel
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Un doblete de Griezmann acerca a la selección francesa a la Final a Cuatro de la Liga de las Naciones y desatas un maremoto en la Mannschaft, que volvió a caer después del palizón que sufrió en Holanda (0-3). Alemania sigue última del grupo A1 y necesita ganar a Holanda en la última jornada para seguir luchando por la permanencia. Si será Joachim Löw el que entonces se siente en el banquillo teutón está más en el aire que nunca. La gran crisis que atraviesa el fútbol alemán lleva su nombre.
Joachim Löw había anunciado cambios con respecto a la debacle vivida en Amsterdam y se palparon desde el primer minuto. Atrás apostó por una línea de tres que se volvía de cinco cuando atacaban los franceses, en ataque le dio entrada a Sané y Gnabry para que abrieran brechas en la zaga gala. Lo consiguieron. La primera parte integra fue un monólogo alemán, que esta vez sí supo premiarse. Una de las numerosas arrancadas de Sané la terminó estrellando el cuero en el brazo de Kimpembe, a lo que el árbitro señaló penalti. Kroos no falló, silenciando a la hinchada de la campeona del mundo al cuarto de hora de juego.
Sané falló un pase a Gnabry que era el segundo, un error que le iba a costar caro a los visitantes. Porque la bestia tenía que despertar tarde o temprano. Y lo hizo faltando media hora de juego. Mbappé metió la sexta, poniendo en serios apuros a Hummels y compañía, pero el empate iba a llegar por la banda izquierda. Kehrer no presionó a Hernández, que no se lo pensó y colgó el cuero al corazón del área donde Griezmann puso las tablas de cabeza. El empate hubiera sido justo, pero la cosa no quedó ahí. El colegiado vio penalti en una entrada de Hummels sobre Matuidi, Griezi se la colocó y desató la locura en París.