Flechazo del Camp Nou con Arthur
Barcelona, ASLa comparación es tan gigante que en el vestuario del Barça todos van con pies de plomo. Busquets, por ejemplo, cree que todavía “le falta algo tácticamente”. Pero, al final, todos lo mencionan. “Recuerda a Xavi en cómo se gira”, dice Busquets. Pero es que el mismo Messi ya lo había dicho: “Me recuerda a él”. Y si hasta Xavi lo bendice: “Tiene ADN Barça, puede marcar una época”.
Las previsiones se han cumplido. El estilo de Arthur gusta en el Camp Nou, que se siente identificado en ese fútbol de tocar, moverse y volver a recibir. Casi jugar al escondite con el balón para quedárselo. Arthur ya había jugado buenos partidos contra Tottenham y Valencia en Wembley y Mestalla respectivamente, pero el flechazo definitivo se produjo ante el Inter: 83 pases buenos, sólo cuatro fallados y más de una acción en la que vino a recibir en la frontal del área y lo sacó con limpieza entre las camisetas blancas del Inter. Es cierto que Arthur no tuvo dos socios cualesquiera. Rakitic dio 92 pases buenos en el partido y Busquets sólo falló uno de los 76 que dio en una noche en la que el croata y el de Badia recuperaron un nivel altísimo.
Es posible que a Arthur todavía le falte un punto físico (Valverde suele sustituirle en el último cuarto de hora porque acuse al desgaste). Tal vez táctico como anuncia Busquets. Especialmente, en defensa. Pero su presencia ha dado mucha estabilidad del equipo y ha devuelto el sello reconocible al Barça, que estaba sufriendo cuando alineaba a Coutinho, Suárez, Dembélé y Messi en la misma alineación. Arthur ganó el 100% de los balones divididos en el partido contra el Inter lo que, en un jugador no demasiado fuerte físicamente, habla de ambición e inteligencia. La afición, en fin, ha conectado y se siente cómoda y representada por un futbolista que hace parecer Goiana, su lugar de nacimiento, o el Gremio, donde se crio, como sucursales de La Masia.
