El independentista catalán Puigdemont crea un gobierno paralelo en Bélgica
El organismo será privado, sin financiación pública ni estatus oficial, pero debe coordinarse con el gobierno regional con la misión de avanzar hacia la independencia y ampliar los apoyos internacionales.
La Razón Digital / AFP / Barcelona
El gobierno catalán del independentista Quim Torra presentó este martes el Consejo de la República, una especie de gobierno paralelo dirigido en Bélgica por su antecesor, Carles Puigdemont, que intenta mantener su influencia un año después de exiliarse.
El organismo será privado, sin financiación pública ni estatus oficial, pero debe coordinarse con el gobierno regional con la misión de avanzar hacia la independencia y ampliar los apoyos internacionales a su causa.
"Al Consejo le toca hacer la República de manera desacomplejada, de manera más libre y de manera más segura, al amparo de los abusos del Estado español", afirmó Puigdemont por videoconferencia, explicando que el gobierno de Torra se ve limitado por la justicia española.
En su presentación celebrada en la sede del gobierno catalán en Barcelona, no detallaron la composición ni el funcionamiento de este organismo pero explicaron que quieren complementarlo con una asamblea de diputados paralela.
"Es una institución 'fake' (...) fuegos artificiales para hacer ver que están creando una república", criticó Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, el principal partido de la oposición en Cataluña.
La república declarada el 27 de octubre de 2017 por el Parlamento regional no fue reconocida por ningún país y quedó frustrada por el gobierno español, que destituyó a Puigdemont y suspendió de facto la autonomía regional.
El sábado, en el aniversario de la proclamación, Puigdemont y Torra lanzaron un nuevo partido, La Crida (El Llamado), con el objetivo de aglutinar las diferentes sensibilidades independentistas y reemprender el camino hacia la secesión, sin descartar la unilateralidad.
Su llamada a la unidad cayó en saco roto en un independentismo dividido: solo su actual partido, el PDeCAT, baraja sumarse a La Crida que dejada de lado por los otros partidos separatistas, ERC (izquierda) y CUP (izquierda radical).
Marchado a Bruselas hace justo un año, días antes que parte de su gobierno entrara en prisión acusado de rebelión, Puigdemont reside actualmente en Waterloo (Bélgica), donde recibe a dirigentes catalanes y viaja a otros países europeos para difundir su argumentario.
Su poder quedó diezmado por la justicia que evitó su reelección como presidente tras la victoria independentista en las elecciones regionales de diciembre y lo suspendió como diputado al estar acusado de rebelión.
En su ausencia, parte del independentismo ha aparcado la desobediencia a Madrid que caracterizó su presidencia y apuesta por la negociación con el nuevo gobierno español del socialista Pedro Sánchez.
La Razón Digital / AFP / Barcelona
El gobierno catalán del independentista Quim Torra presentó este martes el Consejo de la República, una especie de gobierno paralelo dirigido en Bélgica por su antecesor, Carles Puigdemont, que intenta mantener su influencia un año después de exiliarse.
El organismo será privado, sin financiación pública ni estatus oficial, pero debe coordinarse con el gobierno regional con la misión de avanzar hacia la independencia y ampliar los apoyos internacionales a su causa.
"Al Consejo le toca hacer la República de manera desacomplejada, de manera más libre y de manera más segura, al amparo de los abusos del Estado español", afirmó Puigdemont por videoconferencia, explicando que el gobierno de Torra se ve limitado por la justicia española.
En su presentación celebrada en la sede del gobierno catalán en Barcelona, no detallaron la composición ni el funcionamiento de este organismo pero explicaron que quieren complementarlo con una asamblea de diputados paralela.
"Es una institución 'fake' (...) fuegos artificiales para hacer ver que están creando una república", criticó Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, el principal partido de la oposición en Cataluña.
La república declarada el 27 de octubre de 2017 por el Parlamento regional no fue reconocida por ningún país y quedó frustrada por el gobierno español, que destituyó a Puigdemont y suspendió de facto la autonomía regional.
El sábado, en el aniversario de la proclamación, Puigdemont y Torra lanzaron un nuevo partido, La Crida (El Llamado), con el objetivo de aglutinar las diferentes sensibilidades independentistas y reemprender el camino hacia la secesión, sin descartar la unilateralidad.
Su llamada a la unidad cayó en saco roto en un independentismo dividido: solo su actual partido, el PDeCAT, baraja sumarse a La Crida que dejada de lado por los otros partidos separatistas, ERC (izquierda) y CUP (izquierda radical).
Marchado a Bruselas hace justo un año, días antes que parte de su gobierno entrara en prisión acusado de rebelión, Puigdemont reside actualmente en Waterloo (Bélgica), donde recibe a dirigentes catalanes y viaja a otros países europeos para difundir su argumentario.
Su poder quedó diezmado por la justicia que evitó su reelección como presidente tras la victoria independentista en las elecciones regionales de diciembre y lo suspendió como diputado al estar acusado de rebelión.
En su ausencia, parte del independentismo ha aparcado la desobediencia a Madrid que caracterizó su presidencia y apuesta por la negociación con el nuevo gobierno español del socialista Pedro Sánchez.