El estilo Valverde en el Barça: manga ancha con las multas
El técnico blaugrana ha reconducido la gestión de las sanciones en el seno del vestuario, una de las normas más rígidas y polémicas de la era Luis Enrique.
Javier Miguel
As
En la época de Luis Enrique había dos normas inquebrantables: las convocatorias se daban el mismo día del partido para fastidio de los que quedaban descartados que además tenían que hacer un entrenamiento matinal y un sistema rígido y elaborado de imposición de multas.
La llegada de Valverde supuso la eliminación de la primera y la modulación de la segunda. Txingurri cambió el anuncio de las convocatorias al día antes por lo que automáticamente se descartó la sesión matinal antes de los partidos.
¿Y qué hizo con las multas? El técnico no las eliminó, consciente que se necesita un marco de normas para la correcta convivencia, pero sí que permitió una cierta manga ancha a la hora de imponer sanciones. Pongamos un ejemplo: con Luis Enrique si un jugador llegaba un minuto tarde al entrenamiento le caían 200 euros de multa. El jugador además debía estar una hora antes al entrenamiento para poder desayunar y prepararse. Con Valverde, el jugador puede llegar 45 minutos antes de la sesión y si llega unos minutos más tarde se hace la vista gorda.
No hay un control tan estricto ni mucho menos. Cuando estaba el actual seleccionador, los jugadores debían firmar una hoja que había colgada en la pared y que controlaba el delegado Carles Naval. Esa hoja se retiraba cuando se cumplía la hora límite y quien no estaba en la hoja le caía sanción al canto. Con Valverde ha desaparecido esa hoja y la obligación de firmar.
“Todo es mucho más natural a la hora de gestionar el vestuario y se evita así la idea de estar prácticamente en una prisión”, aseguran en el vestuario. Y es que en la era Luis Enrique hubo un jugador que llegó a pasar en una sola temporada 12.800 euros de multas. Eso sí hay que tener en cuenta que el cómputo era exponencial. Es decir si llegabas tarde una vez 200 euros, si reincidías 400, si lo hacías una tercera vez 800 y si repetías una más 1.600 euros. Se multiplicaba por dos. Pero si llegabas tarde a una convocatoria partido entonces la multa se doblaba: la primera vez 400, pero la segunda era 1.600. Entonces se multiplicaba por 4.
Javier Miguel
As
En la época de Luis Enrique había dos normas inquebrantables: las convocatorias se daban el mismo día del partido para fastidio de los que quedaban descartados que además tenían que hacer un entrenamiento matinal y un sistema rígido y elaborado de imposición de multas.
La llegada de Valverde supuso la eliminación de la primera y la modulación de la segunda. Txingurri cambió el anuncio de las convocatorias al día antes por lo que automáticamente se descartó la sesión matinal antes de los partidos.
¿Y qué hizo con las multas? El técnico no las eliminó, consciente que se necesita un marco de normas para la correcta convivencia, pero sí que permitió una cierta manga ancha a la hora de imponer sanciones. Pongamos un ejemplo: con Luis Enrique si un jugador llegaba un minuto tarde al entrenamiento le caían 200 euros de multa. El jugador además debía estar una hora antes al entrenamiento para poder desayunar y prepararse. Con Valverde, el jugador puede llegar 45 minutos antes de la sesión y si llega unos minutos más tarde se hace la vista gorda.
No hay un control tan estricto ni mucho menos. Cuando estaba el actual seleccionador, los jugadores debían firmar una hoja que había colgada en la pared y que controlaba el delegado Carles Naval. Esa hoja se retiraba cuando se cumplía la hora límite y quien no estaba en la hoja le caía sanción al canto. Con Valverde ha desaparecido esa hoja y la obligación de firmar.
“Todo es mucho más natural a la hora de gestionar el vestuario y se evita así la idea de estar prácticamente en una prisión”, aseguran en el vestuario. Y es que en la era Luis Enrique hubo un jugador que llegó a pasar en una sola temporada 12.800 euros de multas. Eso sí hay que tener en cuenta que el cómputo era exponencial. Es decir si llegabas tarde una vez 200 euros, si reincidías 400, si lo hacías una tercera vez 800 y si repetías una más 1.600 euros. Se multiplicaba por dos. Pero si llegabas tarde a una convocatoria partido entonces la multa se doblaba: la primera vez 400, pero la segunda era 1.600. Entonces se multiplicaba por 4.