Di Maria salva al PSG con un golazo en el 93’
El Nápoles de Ancelotti estuvo cerca de otra hazaña, tras haberse adelantado dos veces, con un golazo de Insigne y otro de Mertens. El argentino deja a los franceses con vida.
Mirko Calemme
As
“El que tenga miedo que se quede en su casa”, dijo Ancelotti en la víspera. Su Nápoles no le pudo haberle hecho más caso: los azzurri estuvieron a dos minutos de una increíble y merecida hazaña que les habría dejado con un píe en los octavos. La evitó una proeza de Di Maria, que en el 93’ salvó al PSG de una situación desesperada, al borde de la eliminación.
En el Parque de los Príncipes tuvo lugar el partidazo que nos esperábamos: los franceses empezaron fuerte, con Cavani recibiendo dos pases en el área, de Mbappé y Neymar (el segundo, una rareza) y no tuvo su habitual puntería. Enfrente tenía al equipo de sus amores y antes del partido hizo las paces con De Laurentiis: igual la cosa no le ayudó. Los napolitanos dejaron desahogarse a sus rivales y crecieron con el paso de los minutos, hasta llegar a dominar. En el medio, Allan construyó una muralla altísima, Hamsik y Fabián creaban juego y, desde los costados, llegaban balones que partían a la zaga del PSG. Uno, de Mario Rui, encontró a Mertens, que golpeó el travesaño. El segundo valió el 1-0 y nació de la misma conexión que tumbó al Liverpool: otro delicado pase de Callejón (quinta asistencia en este curso) para Insigne, que superó a Areola con una suave vaselina.
Antes del descanso estuvo más cerca el 0-2 que el empate, y entonces Tuchel lo cambió todo al comenzar la segunda parte: fuera Bernat, dentro Keher para posicionarse casi con un 3-2-5.
Sus futbolistas jugaron en las narices de Ospina, que evitó el 1-1 con un par de intervenciones, pero no pudo hacer ante el fuego amigo, cuando Mario Rui desvió en la portería un centro de Meunier. Faltaba media hora y, teóricamente, el París tenía tiempo y calidad de sobra para completar la remontada, pero el tanto no le encendió. En cambio, los partenopei no se conformaron con el empate: un chut de Fabián tras otra gran jugada personal acabó entre Marquinhos y Mertens en plena área, pero el belga le robó la cartera al central y firmó el 1-2 en el 77’.
El PSG, tenía un píe en la Europa League, pero cuando se mascaba la tragedia apareció un Ángel… Di María se guardó su venganza ante De Laurentiis, que en este verano le llamó viejo, con una rosca desde fuera del área que puso las tablas en el 93’ y dejó a los suyos con mucha vida en la pelea por la clasificación. Ancelotti, como hace un año, deja París con un disgusto, aunque esta vez puede hacerlo con la cabeza muy, muy alta.
Mirko Calemme
As
“El que tenga miedo que se quede en su casa”, dijo Ancelotti en la víspera. Su Nápoles no le pudo haberle hecho más caso: los azzurri estuvieron a dos minutos de una increíble y merecida hazaña que les habría dejado con un píe en los octavos. La evitó una proeza de Di Maria, que en el 93’ salvó al PSG de una situación desesperada, al borde de la eliminación.
En el Parque de los Príncipes tuvo lugar el partidazo que nos esperábamos: los franceses empezaron fuerte, con Cavani recibiendo dos pases en el área, de Mbappé y Neymar (el segundo, una rareza) y no tuvo su habitual puntería. Enfrente tenía al equipo de sus amores y antes del partido hizo las paces con De Laurentiis: igual la cosa no le ayudó. Los napolitanos dejaron desahogarse a sus rivales y crecieron con el paso de los minutos, hasta llegar a dominar. En el medio, Allan construyó una muralla altísima, Hamsik y Fabián creaban juego y, desde los costados, llegaban balones que partían a la zaga del PSG. Uno, de Mario Rui, encontró a Mertens, que golpeó el travesaño. El segundo valió el 1-0 y nació de la misma conexión que tumbó al Liverpool: otro delicado pase de Callejón (quinta asistencia en este curso) para Insigne, que superó a Areola con una suave vaselina.
Antes del descanso estuvo más cerca el 0-2 que el empate, y entonces Tuchel lo cambió todo al comenzar la segunda parte: fuera Bernat, dentro Keher para posicionarse casi con un 3-2-5.
Sus futbolistas jugaron en las narices de Ospina, que evitó el 1-1 con un par de intervenciones, pero no pudo hacer ante el fuego amigo, cuando Mario Rui desvió en la portería un centro de Meunier. Faltaba media hora y, teóricamente, el París tenía tiempo y calidad de sobra para completar la remontada, pero el tanto no le encendió. En cambio, los partenopei no se conformaron con el empate: un chut de Fabián tras otra gran jugada personal acabó entre Marquinhos y Mertens en plena área, pero el belga le robó la cartera al central y firmó el 1-2 en el 77’.
El PSG, tenía un píe en la Europa League, pero cuando se mascaba la tragedia apareció un Ángel… Di María se guardó su venganza ante De Laurentiis, que en este verano le llamó viejo, con una rosca desde fuera del área que puso las tablas en el 93’ y dejó a los suyos con mucha vida en la pelea por la clasificación. Ancelotti, como hace un año, deja París con un disgusto, aunque esta vez puede hacerlo con la cabeza muy, muy alta.