Un Marcelo de dos caras
Dejó detalles de su gran calidad en San Mamés pero también dio muestras de cansancio y estuvo muy errático: 11 pases fallados y 15 pérdidas.
Edu Herrero
As
Capaz de lo mejor, como su control ovacionado por San Mamés, y también de lo peor: 11 pases errados, el que más de todo el partido. Marcelo es un genio con periodos de laguna y lo está volviendo a demostrar. Ya es tradición que le cueste arrancar en los inicios de las temporadas, tras las vacaciones, pero en el bagaje final siempre suma más de lo que resta. Así ha sido en los 12 años que lleva vistiendo la camiseta del Real Madrid. Lo que no quita que exista preocupación.
Ayer ante el Athletic en San Mamés desentonó. Estuvo lento en defensa, desbordado, y además esta vez no lo compensó con su torrente ofensivo. Los datos reflejan las sensaciones que dejó, liderando las estadísticas negativas: 11 pases errados (el que más con Muniain), 15 pérdidas (el que más con Bale); ningún pase al área (poco peligro), ninguna falta recibida (poco incisivo), ninguna falta realizada (poco contundente) y el que menos pases dio de la defensa del Real Madrid, con 53 (poco participativo).
Pero no fue todo negativo. En su haber hay que contarle 6 recuperaciones (como Varane, una menos que Ramos y cuatro menos que Carvajal). Y lo más destacado, tres disparos: dos fuera y otro bloqueado por la defensa. Tiró más que Benzema (2), Modric (1) o Kroos (0) y sólo menos que Asensio y Bale, que dispararon 5 veces cada uno.
También dejó dos imágenes para el recuerdo, dos nuevas muestras de su infinita calidad: un sombrero a Susaesta con posterior control, pisada y pase; y un súper control acrobático sobre la línea de fondo a un pase largo de Bale. Aunque no evitó que el balón saliera, San Mamés le ovacionó por la plasticidad y espectacularidad de su gesto. Dos grandes acciones individuales aunque poco efectivas para desarrollo final del encuentro, que acabó con el Madrid dejándose dos puntos en su lucha por LaLiga.
Marcelo es Marcelo, siempre acalla a las críticas pero su estado físico a día de hoy no parece el idóneo y esta temporada, con la cesión de Theo a la Real Sociedad, volverá a tener poco descanso. Reguilón, subido del filial, y Nacho, en posición contra natura, pueden darle oxígeno en momentos concretos pero el Madrid, esta temporada más que nunca, necesita al mejor Marcelo. Y aún está por llegar.
Edu Herrero
As
Capaz de lo mejor, como su control ovacionado por San Mamés, y también de lo peor: 11 pases errados, el que más de todo el partido. Marcelo es un genio con periodos de laguna y lo está volviendo a demostrar. Ya es tradición que le cueste arrancar en los inicios de las temporadas, tras las vacaciones, pero en el bagaje final siempre suma más de lo que resta. Así ha sido en los 12 años que lleva vistiendo la camiseta del Real Madrid. Lo que no quita que exista preocupación.
Ayer ante el Athletic en San Mamés desentonó. Estuvo lento en defensa, desbordado, y además esta vez no lo compensó con su torrente ofensivo. Los datos reflejan las sensaciones que dejó, liderando las estadísticas negativas: 11 pases errados (el que más con Muniain), 15 pérdidas (el que más con Bale); ningún pase al área (poco peligro), ninguna falta recibida (poco incisivo), ninguna falta realizada (poco contundente) y el que menos pases dio de la defensa del Real Madrid, con 53 (poco participativo).
Pero no fue todo negativo. En su haber hay que contarle 6 recuperaciones (como Varane, una menos que Ramos y cuatro menos que Carvajal). Y lo más destacado, tres disparos: dos fuera y otro bloqueado por la defensa. Tiró más que Benzema (2), Modric (1) o Kroos (0) y sólo menos que Asensio y Bale, que dispararon 5 veces cada uno.
También dejó dos imágenes para el recuerdo, dos nuevas muestras de su infinita calidad: un sombrero a Susaesta con posterior control, pisada y pase; y un súper control acrobático sobre la línea de fondo a un pase largo de Bale. Aunque no evitó que el balón saliera, San Mamés le ovacionó por la plasticidad y espectacularidad de su gesto. Dos grandes acciones individuales aunque poco efectivas para desarrollo final del encuentro, que acabó con el Madrid dejándose dos puntos en su lucha por LaLiga.
Marcelo es Marcelo, siempre acalla a las críticas pero su estado físico a día de hoy no parece el idóneo y esta temporada, con la cesión de Theo a la Real Sociedad, volverá a tener poco descanso. Reguilón, subido del filial, y Nacho, en posición contra natura, pueden darle oxígeno en momentos concretos pero el Madrid, esta temporada más que nunca, necesita al mejor Marcelo. Y aún está por llegar.